Novedosa biblioteca de semillas en Viedma: un espacio de encuentro para germinar

Teresa Doñate es ingeniera agrónoma e impulsora del proyecto que surgió entre la Universidad Nacional del Comahue y la Estación Experimental INTA Valle Inferior. La meta es preservar, multiplicar y promover soberanía alimentaria.

La circulación de semillas, una propuesta de la Universidad del Comahue junto con el INTA. Foto: gentileza.

Más de 30 variedades de semillas circulan por distintas manos y encuentran la forma de germinar, ser hortalizas y volver a nacer, para ser fruto de otras tierras, hace dos años en Viedma. 

El circulo virtuoso de la naturaleza demuestra que producir y cultivar puede ser una tarea colectiva. A través de la Biblioteca de Semillas Libres del Centro Regional Zona Atlántica (Curzas) de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) se comprobó que es posible dar pasos de conjunto hacia una soberanía alimentaria. 

La Biblioteca de Semillas es una iniciativa comunitaria y socioambiental que surgió en 2023 entre trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Valle Inferior y Extensión Universitaria de la UNCo. Tiene como objetivo principal preservar, multiplicar y poner en circulación semillas libres, y como meta a futuro, promover la soberanía alimentaria, biodiversidad y saberes locales.

María Teresa Doñate es ingeniera agrónoma, docente universitaria y referente de la Biblioteca. Trabaja en el INTA en el área de Agroecología en la estación experimental de Valle Inferior, ubicada en Viedma. Es magíster en Ciencias Agrarias y trabaja como docente en la carrera de Licenciatura en Gestión de Empresas Agropecuarias del Curzas. 

María Teresa Doñate en una capacitación.

Es una experiencia única en la región. Funciona bajo el modelo de biblioteca, donde las semillas no se comercializan, sino que se prestan y devuelven, fomentando el compromiso de quienes las reciben a reproducirlas y devolver una parte para garantizar su continuidad”, cuenta Teresa a Diario RÍO NEGRO sobre el innovador proyecto.  

Las semillas que se entregan son producidas por agricultores de la región y por el Módulo Agroecológico de la estación experimental de INTA. “A estas semillas se le hacen análisis de calidad básico que tienen que ver con el poder germinativo, la pureza, la viabilidad para ser entregadas luego en este sistema, en este modelo de biblioteca”, comenta la ingeniera. 

La biblioteca articula docencia, extensión e investigación. Dentro de ella participan docentes, estudiantes, no docentes, productores, y la comunidad. Dos veces al año realizan actividades de capacitación, talleres, charlas, intercambio de semillas y registro de saberes asociados al uso y cultivo. “Reconocemos especialmente los conocimientos campesinos y ancestrales”, explica Teresa.

Ella llegó a Viedma en 2000 para trabajar en el programa Pro Huerta. Luego se incorporó al área de Horticultura de la estación experimental de INTA y a partir de ese momento, empezó su trayectoria en sistemas productivos agroecológicos. Siempre se abocó a la investigación y extensión. 

Cuando se conformó el Colectivo Agroecológico de la Comarca del Valle Inferior del Río Negro, una institución que articula entre productores, consumidores y organizaciones, empezó a participar de eventos regionales, nacionales y congresos sobre producción agroecológica junto a otros referentes.

Usuarios

150
usuarios tiene la biblioteca de semillas de Curzas de la UNCo de Viedma.

Biblioteca de Semillas: un espacio educativo


Desde el asentamiento de Viedma, la Biblioteca de Semillas Libres y el Proyecto de Extensión que la sostiene, se posicionan como un espacio educativo y político dentro de la universidad que contribuye a la formación de una “ciudadanía crítica” y “ambientalmente responsable” en su territorio.

Además, se sale de las aulas y espacios universitarios porque se realizan charlas en las escuelas, se dictan talleres y se participa en la Feria Agroecológica con intercambios de semillas. 

“Son experiencias muy positivas, que tienen que continuar y seguir fortaleciéndose. El vínculo entre universidad-INTA tiene que ser muy fuerte”.

Teresa Doñate, ingeniera agrónoma y referente de la Biblioteca de Semillas Curzas.

El logro más importante es sostener una biblioteca de semillas locales y tener permanencia a lo largo del tiempo”, balancea la referente.   

Biblioteca de Semillas: el trabajo interinstitucional da frutos 


Los proyectos articulados entre INTA y las universidades de la región, se sostiene en el tiempo. En los últimos años, se reforzó a través de proyectos de extensión y de investigación que surgen desde las instituciones educativas. 

“En agroecología y en temas relacionados a estos procesos productivos se realizan muchas capacitaciones, talleres, jornadas donde los alumnos son partícipes de estas actividades. También se hacen trabajos en campo y es muy beneficioso, es un proceso en construcción también hacia el futuro donde los alumnos puedan hacer sus trabajos finales de carrera”, comenta la referente de la Biblioteca. 

“Es muy interesante y es muy importante que se lleven a cabo y adelante estas relaciones interinstitucionales entre universidades e INTA”, plantea. La interacción entre ambas instituciones es siempre positiva porque se logran objetivos mas enriquecedores que si se trabajara de manera individual. 

Variedades

30
variedades de semillas de especies hortícolas han tenido hasta el momento en la biblioteca de semillas de Curzas.


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