¡Pedí un deseo! Un meteoro iluminó con colores el cielo nocturno de Turquía

Comúnmente se los nombra como “estrellas fugaces” y consisten en trozos de roca o polvo espacial que se hacen visibles por unos segundos cuando comienzan a arder en la atmósfera de la Tierra. En la ciudad turca de Erzurum varios residentes captaron el fenómeno esta semana.

Un video de un niño jugando en la plaza no suele ser algo extraordinario, pero en este caso uno se hizo viral por lo que captó de fondo: un meteoro entrando a la atmósfera de la Tierra, quemándose a una distancia que parece cercana al suelo e iluminando de distintos colores los cielos nocturnos de la ciudad de Erzurum, al este de Turquía.

Lo que comúnmente conocemos como “estrellas fugaces” ―y que algunos aprovechan para pedirles deseos debido a lo fortuito del acontecimiento― son, en realidad, trozos de escombros que chocan con la atmósfera de la Tierra y se vaporizan. A esta colisión la vemos como un rayo de luz a través del cielo.

“En pocas palabras, una ‘estrella fugaz’ es un trozo de roca o polvo espacial que se hace visible brevemente cuando comienza a arder en la atmósfera de nuestro planeta. Gran parte de este material proviene del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter”, define Space.

En los cielos turcos los residentes también captaron el fenómeno como telón de fondo en una fiesta, hace poco más de tres días.

Cuando divisamos los meteoros, los estamos viendo a una altura de 80 a 120 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, aunque la distancia a la que se queman por completo varía: algunos lo hacen a 100 kilómetros de altura y otros, a 65 kilómetros antes de calentarse lo suficiente como para brillar y vaporizarse, explica EartSky.

Respecto a su rapidez, el medio especializado en astronomía precisa que los meteoroides (tal como se llaman los pedazos de asteroides, cometas y otros objetos antes de que se sumerjan en la atmósfera terrestre) viajan a una velocidad que oscila entre 40.200 y 257.500 kilómetros por hora.

En este otro video se aprecia cómo cambia de color, su dimensión y velocidad.

En contraste a lo que podríamos interpretar, la longitud de la trayectoria de un meteoro a través del cielo no depende enteramente de su velocidad, sino que “depende principalmente del ángulo con el que la partícula de polvo atraviesa la atmósfera”, detalla EarthSky. Es decir que, si llega en un ángulo bajo, ingresa de manera más gradual, se calienta más lentamente y corta una franja más larga a través del cielo que si se lanza en un ángulo pronunciado”. El tamaño, la composición y la densidad de la partícula de polvo probablemente también afecten la longitud del camino.

Los meteoros aparecen todo el tiempo en los cielos de la Tierra, pero solo se ven de noche si la oscuridad es suficiente. Para ello, necesitamos disminuir la contaminación lumínica, como contamos en esta nota. De hecho, el problema es tal que un niño que nace hoy en un lugar donde se ven 250 estrellas por la noche, en ese mismo sitio sólo podrá ver unas 100 cuando cumpla 18 años.


Este artículo fue publicado originalmente en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.



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