¿Por qué está la estatua de Roca en medio del Centro Cívico de Bariloche?

No estaba prevista en el diseño original del conjunto arquitectónico y fue moneda de cambio por financiamiento.

Ahora que la decisión de la municipalidad de Bariloche es correr el monumento de Roca del centro de la plaza del Centro Cívico, es bueno recordar la historia de su emplazamiento. En el diseño original del conjunto arquitectónico esa escultura no estaba y se incluyó sólo como moneda de cambio del financiamiento que hacía falta para terminar la obra.

La inmensa mayoría de la obra pública con la que el Estado nacional transformó Bariloche en tiempos de Exequiel Bustillo a cargo de la dirección de Parques Nacionales, durante la llamada Década Infame, tuvo como arquitecto a su hermano, Alejandro, que pero el Centro Cívico es fruto de la creatividad de Santiago de Estrada, un profesional de carrera al que le costó imponer su proyecto.

De Estrada era arquitecto de Parques Nacionales. Bustillo no apreciaba demasiado su capacidad, según se puede leer en su biografía «El despertar de Bariloche». De todos modos, la idea de crear un conjunto de edificios oficiales a semejanza de muchas ciudades europeas terminó imponiéndose.

Vista aérea de una postal clásica. Foto: archivo

“De Estrada se apareció una mañana en mi despacho, desplegando un plano, que representaba su primer trabajo. Era nada menos que el proyecto del Centro Cívico, un conjunto de edificios públicos que precisamente necesitaba Bariloche, con una armoniosa plaza en su centro y que constituía una masa arquitectónica concebida entre arte y gracia, que sin duda entraba por los ojos”, escribió Bustillo.


La estatua de Roca en Bariloche como moneda de cambio


A finales de la década de 1930 no había fondos para terminar la obra y Bustillo urdió una estrategia que permitió la fluidez del dinero pero con un condicionante: debía tener en el medio de su plaza la estatua de Julio Argentino Roca, que en 1879 encabezó la campaña del Ejército hacia las zonas australes ocupadas por pueblos originarios.

El general Roca, con 36 años, llegó con sus tropas hasta la isla de Choele Choel. No pisó el suelo de Bariloche.

Su hijo, Julio Roca, era vicepresidente del gobierno de Agustín Justo, fruto del fraude electoral que signó esa década. Bustillo lo convenció de conseguir el financiamiento a cambio de plantar en el medio de la plaza del Centro Cívico una estatua ecuestre de su padre.


La estatua de Roca en Bariloche y El Resero en Mataderos


Se lo encargaron a Emilio Sarniguet, el escultor que también hizo El Resero, en el barrio porteño de Mataderos. Y se lo presentaron al vicepresidente en el Palais de Glace de Buenos Aires.

La imagen no es de un general de 36 o 37 años sino de un anciano tan abatido como su caballo. Al hijo no le gustó, cuenta Bustillo, pero de todos modos gestionó el financiamiento y en 1940 el Centro Cívico pudo inaugurarse, con su plaza llamada Expedicionarios del Desierto y la estatua de Roca, cuyo pedestal sí fue diseñado, con cargo a Parques Nacionales, por Alejandro Bustillo.


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