Primeros Pinos: el misterioso neuquino que quiere la concesión llega al país y hay más interesados
El empresario, radicado en Andorra, tiene previsto visitar la región y reunirse con el municipio de Zapala próximamente. En paralelo, dos nuevos inversores, uno de Mendoza y otro de Santa Cruz, también mostraron su interés por el proyecto. Los detalles.
El parque de nieve, cercano a la zona de los valles, espera por ser concesionado. Foto: Darío Martínez.
El parque de nieve Primeros Pinos fue tema de debate en la última semana ya que, mientras continua inhabilitado por el municipio de Zapala, día a día recibe a decenas de visitantes que ven el lugar una opción económica para disfrutar del invierno y su concesión, que ya intentó otorgarse por una licitación, ahora buscará definirse mediante una contratación directa.
Una de las posibilidades para avanzar en la restauración y explotación del área, que llegó a contar con una hostería y restaurante, además de puestos de alquiler de equipos, era la que tenía a un misterioso empresario neuquino que vive en Andorra como principal interesado.
En diálogo con diario RIO NEGRO, la secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Zapala, Belén Aragón, informó que el inversor oriundo de la zona ya confirmó que arribará al país el próximo 25 de agosto, para visitar familiares y participar de una competencia invernal en la zona andina de Neuquén.
En ese contexto, precisó la funcionaria, el empresario, de quien no trascendió la identidad, se reunirá con las autoridades locales, para analizar la viabilidad del proyecto que pretende volver a habilitar, con servicios y comodidades, a Primeros Pinos.
«La comunicación con él es permanente y ya nos confirmó que vendrá a la región el próximo 25 de agosto para visitar a su familia y participar de una competencia invernal. Esa semana esperamos reunirnos y poder avanzar«, indicó Aragón, en comunicación con este medio.
El objetivo de la Municipalidad es que el proyecto que permita la puesta en funcionamiento del parque no solo apueste por su aprovechamiento en invierno, cuando la nieve cubre todo el lugar, sino que también trabaje por su potencial en verano, con otras actividades y atractivos.
Junto al empresario de Neuquén radicado en el país europeo, una conocida familia con proyectos en Zapala y un grupo de inversores chilenos también se habían mostrado interesados en lograr la concesión. No obstante, en el caso de estos últimos, la iniciativa solo abarcaba el uso de la montaña, sin mayor infraestructura.
Primeros Pinos: la concesión sumó dos nuevos interesados de Mendoza y Santa Cruz
En paralelo, la secretaria de Gobierno anunció que sobre final de la semana, y a raíz de la cobertura mediática del tema, dos nuevos inversores, uno originario de Mendoza y el otro de Santa Cruz, se comunicaron con el municipio zapalino para iniciar conversaciones por la concesión de Primeros Pinos
Aragón explicó que, en el caso del empresario mendocino, «ya cuenta con experiencia en el sector» debido a que actualmente tiene a su cargo la administración del parque de nieve Los Penitentes, ubicado en el norte de la provincia cuyana.
«Se comunicó con nosotros y le pasamos toda la información y planos necesarios, al igual que con los otros interesados», aclaró la funcionaria, quién también comentó que esta propuesta resulta atractiva para el ejecutivo municipal porque incluye actividades para el resto del año, como cabalgatas y muontain bike.
Por su parte, sobre el inversor de Santa Cruz, señaló que todavía no conocían en detalle su proyecto y que esperan poder hacerlo durante los próximos días, cuando retomaran el diálogo.
Primeros Pinos: qué pasará con la hostería
Respecto a la hostería ubicada en el parque, Aragón descartó que su restauración «sea incluida en una primera etapa» de la concesión y detalló que, aunque su recuperación es uno de los objetivos, «creemos que eso recién se podría hacer en dos o tres años«.
El alojamiento, que también contaba con un restaurante y un extenso comedor, con gran presencia de madera en ambos, dejó de funcionar hace más de 10 años, en 2012.
Desde entonces, el edificio, con 14 habitaciones en su interior, se vio deteriorado por el paso del tiempo y la acción de algunos desconocidos, que sustrajeron muebles, puertas y ventanas.
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