Sufrió acoso durante un año, denunció y la echaron de una empresa frutícola en Guerrico

Ocurrió en el 2021 y según la víctima, su marido fue despedido también por hacer público el caso. Ya intervino la fiscalía en la investigación.

«Me llegaba a acosar hasta cuando llevaba a mis hijas a la escuela. Lo tenía bloqueado de todos lados en mi celular y por eso, un día que volvía de dejar a mis nenas, atravesó su camioneta frente a mi vehículo y me empezó a hacer reclamos». Así empezó el testimonio de Micaela Sobarzo, una trabajadora de la fruta de Roca, que fue despedida en noviembre luego de denunciar acoso laboral.

Al ser consultados sobre el tema, desde la empresa donde se desempeñaba la trabajadora, evitaron brindar información oficial del caso.

La empleada cumplía varias tareas en el frigorífico de Guerrico. La firma es de Cinco Saltos y ahora tiene varias sucursales en el Alto Valle. En sus inicios se desempeñó como fichera y usaba el celular de su marido para comunicarse. Cuando inició la segunda temporada, comenzaron los acosos por parte del contratista de la empresa, según denunció públicamente a través de RIO NEGRO.

Micaela comentó que el acoso llegó a tal punto que ni siquiera podía salir de su casa porque el acosador estaba alrededor con la camioneta y se quedaba parado afuera de su domicilio.

«Hace un año que esto viene sucediendo. No sé cómo consiguió el número de teléfono y me empezó a llamar. Cuando recibí amenazas, le comenté la situación al encargado. Él se comunicó con el ingeniero pero no hizo nada porque cubre al contratista«, explicó la mujer quien ya efectuó la denuncia correspondiente en la Comisaría de la Familia y en la Justicia.

Según el relato, se dio cuenta del acoso gracias a sus compañeros de trabajo. «No sé si comentaba algo, pero ellos me advirtieron. Yo trataba de evitarlo. Nunca me di cuenta de la situación hasta que empezó a ponerse denso con mensajes, llamadas«, relató la joven.

Las situaciones de violencia que se manifestaban en el ámbito laboral comenzaron a ser frecuentes en la cotidianeidad de la víctima y su familia. Luego del día en que le atravesó la camioneta en plena calle, la amenazó con hacer echar a su marido del trabajo y también a su padre, si no le contestaba los mensajes. Este último episodio fue la gota que colmó el vaso frente a tanto hostigamiento.

La joven decidió comentarle a su pareja todo lo que estaba viviendo y hacer la denuncia. «Mi marido fue a preguntarle por qué me acosaba y solo obtuvo silencio, acusaciones contra mí porque me trataba de mentirosa«, manifestó la mujer.

La denuncia y la reacción de los jefes de la chacra

Luego de realizar la denuncia, llegó la mala noticia para el esposo de la mujer, el despido. «Cerca del mediodía le trajeron el documento inventando que había increpado al ingeniero. Esta persona avala en todo al contratista«, aseguró.

La desvinculación de la pareja de la damnificada generó que se profundizaran los destratos por parte, de las autoridades de la empresa. «Vino el gerente, enojado queriéndonos humillar. Preguntándonos por qué habíamos hecho eso, que la empresa nos daba de comer y que cómo íbamos a ensuciar. Todo esto fue para que yo fuera a sacar la denuncia«, dijo la mujer.

Después de eso, varias veces le ofreció plata para que sacara la denuncia. «Ellos quieren que saque la denuncia porque no le están contando todo al dueño», enfatizó.

El gerente fue varias veces a mi casa, ofreciendo plata para que sacara la denuncia. Ellos quieren que saque porque no le están contando todo al dueño.

Micaela Sobarzo, denunciante

«No contratarán más mujeres»

«La política que adoptó el nuevo gerente es no contratar más mujeres. Estamos en una sociedad en que la mujer tiene el mismo derecho de trabajar que el hombre y por querer tapar estas cosas nos echan la culpa a nosotras«, ratificó la mujer.

Ahora espera que se haga pública la denuncia y tener una solución inmediata, ya que necesita trabajar para reunir dinero y poder operar a su pequeña hija por cuestiones de salud.

 Si bien, Micaela es quien lleva adelante la denuncia, aseguró que no es la única mujer que padece acoso por parte del contratista. «Tengo el testimonio de tres compañeras más pero ellas me dijeron que no del nombre por miedo a ser echadas. Tienen hijos y no tienen otra entrada de dinero», explicó la joven.


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