Universidad del Comahue en crisis: aulas heladas por la rotura de una caldera en el edificio de Roca

Un informe técnico ya había revelado riesgos estructurales en el sistema de calefacción de las instalaciones que comparten la Facultad de Derecho, Sociales y Lenguas. El sector permanece frío y la situación presupuestaria no ayuda a dar solución.

El estado de emergencia en las universidades nacionales continúa y el problema presupuestario emerge por diversos frentes. En la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad del Comahue, docentes advirtieron que hace meses una de las calderas que calefacciona el edificio central está fuera de servicio. 

El otoño empezó con frío y las bajas temperaturas comenzaron a dejar el problema al descubierto, que en verano no se percibía. “La sala de informática es un témpano”, relató una docente de la carrera de Comunicación Social que dicta al menos tres materias en una de las aulas afectadas. 

En esa sala, repleta de computadoras donde también se dictan los talleres de PAMI para personas mayores (Upami) que comenzaron ayer lunes, elevando aún más el riesgo de las personas de contraer enfermedades estacionales.  

“Hay estudiantes de 2° hasta 4° año de todas las orientaciones de la carrera”, sumó la profesora y no hay solución a la vista. Se dictan al menos siete materias y es un «cubo de hielo», inclusive se siente más frío que al exterior.

Lo cierto es que esa caldera calefacciona varios sectores y aulas, por lo que una parte del edificio permanece desamparado. Están afectados sectores de la administración y de gobierno de la Facultad de Lenguas, aulas que se comparten entre ambas facultades como el aula magna, aulas 8, 9, 11 y 12 y el Centro de Estudiantes.

Desde la gestión de la Facultad de Derecho y Sociales al igual que la de Lenguas, confirmaron la situación y aseguraron que están trabajando para solucionarlo. Compartieron el último informe técnico realizado en el edificio que muestra el severo riesgo al que está expuesto. 

La caldera tiene más de 20 años y en los últimos años fue presentando distintas dificultades que se fueron resolviendo a los fines de que se mantenga en funcionamiento, según informó Agustina Di Lernia, secretaría de Extensión de la Facultad de Lenguas.

«En principio se realizaron todas las gestiones correspondientes con la Sede Central, se está manteniendo un diálogo fluido con el área de obras que depende de Universidad y entendemos que están trabajando en la medida de lo posible en solucionar esta situación»

Agustina Di Lernia, secretaría de Extensión de la Facultad de Lenguas.

Hoy la solución inmediata pasa por la compra de material eléctrico, para poner en funcionamiento una calefacción alternativa.

«En un contexto tan complejo de ahogo presupuestario es muy difícil que se pueda encontrar una inmediata solución. Frente a esto, desde la gestión se decidió reacondicionar los lugares de trabajo del personal no docente y en lo que respecta al dictado de clases se readecuó los sectores para que tanto los docentes como el estudiantado pueda contar con un espacio calefaccionado», dijo Di Lernia.

En tanto, desde Rectorado se comprometieron entre este miércoles a enviar un electricista desde Neuquén del area de Obras para avanzar con la colocación de paneles eléctricos.

«En caso de resultar insuficiente, desde el decanato estamos gestionando ante una eventualidad un sistema  alternativo de calefacción”, informaron por su parte desde la Facultad de Derecho este martes ante la consulta de Diario RIO NEGRO. 

“El ahogo presupuestario del gobierno nacional se está sintiendo en cuestiones como esta. La Universidad no cerró sus puertas, pero en pleno otoño-invierno en la Patagonia no es saludable habitar un ambiente sin calefacción. Hay estudiantes que tienen que cursar cuatro horas corridas en la sala”

Docente Comunicación Social Facultad de Derecho y Sociales

Un falla estructural y severa: sistema casi obsoleto


Una empresa del rubro servicio de refrigeración y climatización, bajo la firma de un técnico, relevó el edificio y realizó un informe detallado del estado de situación estructural tras los hallazgos surgidos en la visita técnica el 30 de agosto del año pasado. El documento fue recibido el 4 de septiembre de 2023 por autoridades de la Facultad de Lenguas.

En el relevamiento, se revisó el sistema central de calentamiento y circulación de agua caliente para calefacción por elementos radiantes y se dedujo que había una fuga de líquido que generó “cavernas subterráneas” por lo que el fluido no sale a superficie, es decir, una “pérdida de agua de mayúsculas dimensiones”, según el propio técnico. 

Además, ya en ese momento se explicitó que solo había una caldera en funcionamiento dado que el segundo calentador estaba “fuera de servicio de manera definitiva”. 

“Esa fuga constituye un riesgo estructural para el propio edificio dado que se podría estar socavando la fundación”, advirtieron desde la empresa encargada de la visita. Sugirieron quitar de servicio el sistema de calentamiento e intentar detectar por donde es la fuga. 

“El calentador y el sistema en general están en un avanzado estado de obsolescencia y deterioro por lo que se requiere una renovación integral del mismo”, sostuvieron, más allá de que se logre o no reparar el defecto.  

La búsqueda de fallas del sistema requeriría obras de demolición de suelo y apertura de huecos, hasta lograr dar con él o los tramos de cañerías afectados para luego evaluar una reparación. No descartaron que el daño pudiera ser “irreparable”. 

A partir de este informe, es que se decidió no encender la caldera a los fines de evitar contar con distintos tipos de riesgos, informaron desde la Fadel.

Emergencia edilicia y tecnológica


Hace casi dos años, la facultad de Roca se había declarado por Consejo Directivo en «Emergencia Edilicia y Tecnológica» porque al déficit estructural de la unidad académica signada por su fundación en un edificio provisorio hace casi 50 años, se le sumó una falencia más, la falta de equipamiento tecnológico adecuado en la carrera de Comunicación Social, lo cual fue en vías de resolución con la llegada de nuevos equipos. 

La espera por décadas, una gestión fallida en 2018 y el regreso a la presencialidad, encendió la movilización de un sector de la planta docente y del estudiantado que inició un reclamo en mayo de 2022 para obtener urgente el equipamiento técnico y mejorar las condiciones edilicias.

Para visibilizar el pedido se realizaron asambleas entre estudiantes y docentes, un paro y clases públicas y presentaciones en los Consejos Directivo y Superior.


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