Yo Pienso cerró con experimentos que pusieron a prueba verdades

Cerraron el ciclo de charlas de este año los influencer Fabricio Ballarini y Agostina Mileo. Dejaron en el auditorio un sinfín de puntas para seguir pensando

El ciclo de charlas «Yo Pienso», organizado por el diario Río Negro cerró su año con un encuentro experimental, lúdico y visionario sobre la batalla que libra el cerebro humano para procesar las toneladas de información que recibe a diario y sobre la brecha entre el mundo de la ciencia y la igualdad de género. Dos charlas a cargo de los influencers y divulgadores científicos Fabricio Ballarini y Agostina Mileo que no tuvieron desperdicio.

Fabricio Ballarini, biólogo, egresado de la Universidad de Buenos Aires, con doctorado y posdoctorado en el Laboratorio de Memoria de la faculta de Medicina de la UBA, realizó con su público sencillos experimentos donde puso a prueba la capacidad de atención de los asistentes. Solo una hoja de cuaderno o una docena de palabras dichas al aire sirvieron para demostrar que el cerebro humano no es capaz de retener toda la información suministrada al mismo tiempo.

Tampoco puede procesar, analizar y discriminar entre dato verdadero o falso en el mismo tiempo en el que se suceden cual olas del amar las informaciones a través de las redes sociales y los medios de comunicación.

«La atención es recontra limitada, nuestra memoria es muy mala y somos muy vagos al pensamiento crítico», fueron algunas de las conclusiones que lanzó el influencer. Esto que parecían experimentos científicos asilados, tenían una razón de ser.

Todos esos ingredientes fueron utilizados por Ballarini para explicar de qué manera se genera el caudal de información en el mundo moderno, desde donde y el volumen que se genera «segundo a segundo» y que pone al cerebro humano en jaque.

Comparó el proceso con las olas del mar. Así como las olas la información llega con un frecuencia determinada y obtiene en un momento un pico alto. «Es el momento en que está en todas las redes sociales, lo replican los medios y lo habla todo el mundo. Dura un día, horas y después viene otra ola con otra información y después otra y otra. Y así nos encontramos nosotros consumiendo un caudal inmenso de información que el cerebro no está preparado para discriminar ni analizar«, comentó el biólogo.

» En medio de la oleada quedan cosas que no son ciertas y no tenemos tiempo de chequear porque desaparecen y enseguida viene otra a la que hay que prestarle atención. No hay tiempo para analizar», agregó.

Ya en una charla un poco más íntima, Agostina Mileo comenzó su charla desentrañando el interior del mundo de la ciencia, que no está excluido de desigualdades de género. Comenzó poniendo en el tapate a la mujer o personas del LGTBQ+ como objetivo de estudio de las ciencias. «Cuando se pone busca el objeto de estudio se pone al hombre promedio, al varón promedio y heterosexual, cuando esta demostrado que las mujeres tienen otras características «, dijo. Una de las preguntas para el debate fue «¿Se estudia el gen de la homosexualidad. Pero alguna vez se estudio el gen de la heterosexualidad? ¿Por qué sería interesante estudiar el gen de la homosexualidad?

Otra dato interesante que aporto que cuando comentó que en el área de investigación en Salud, la mayoría son mujeres, pero que en pandemia bajó muchísimo la cantidad de mujeres que publicaron en revistas de divulgación científica sus trabajos. ¿Por qué? «Porque en pandemia las mujeres se tuvieron que abocar a las tareas de cuidado en sus casas», respondió la influencer.

Cerró su charla con una frase que resonó fuerte: «El feminismo no tiene que ver con equiparar las condiciones de vida. Toma la desigualdad de género para hablar de una desigual social indigna«.


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