Así pasó el último Yo Pienso 2022 «Conciencia para Transformar» con Agostina Mileo y Fabricio Ballarini

El evento comenzó a las 19 en el Casino Magic. Conocé más sobre los disertantes.

RÍO NEGRO invita a una nueva edición del ciclo de charlas Yo Pienso. Esta vez la convocatoria es Conciencia para Transformar. Las charlas están a cargo de dos destacados jóvenes divulgadores de la ciencia: Agostina Mileo y Fabricio Ballarini.

La actividad se realizó en el Casino Magic, de Neuquén capital, comenzó a las 19 y terminó a las 22. Para participar solo era necesario registrarse en la tienda Mi Ticket de RÍO NEGRO.

Agostina Mileo es parte del Yo Pienso 2022. Foto: Matías Subat

Agostina Mileo es una comunicadora y divulgadora científica argentina y activista menstrual. A través de su alter ego “La Barbie Científica”, analiza cómo la brecha de género en la ciencia incide en la producción de conocimiento.

Fabricio Ballarini pasó ´por el Yo Pienso 2022. Foto: Matías Subat

Fabricio Ballarini, es biólogo, egresado de la Universidad de Buenos Aires, con un doctorado y un posdoctorado en el Laboratorio de Memoria de la Facultad de Medicina de la UBA. Desarrolló una estrategia neuro-educativa con miles de estudiantes de todos los niveles, logrando mejorar la memoria de los alumnos a partir de una breve experiencia novedosa.

El encuentro comenzó a las 19 en el Salón Rainbow del Casino Magic en la capital neuquina

El evento contó con el acompañamiento del Gobierno de la Provincia de Neuquén, la municipalidad de Neuquén y Casino Magic.


La emancipación de la ciencia


Agostina Mileo durante el Yo Pienso 2022. Foto: Matías Subat

La comunicadora Agostina Mileo adelantó algunas de sus ideas, antes del «Yo Pienso». Compartimos parte de su visión sobre la ciencia y las redes sociales:

Pregunta: ¿La legitimidad de la ciencia quedó afectada por los cuestionamientos que surgieron en la pandemia?

Agostina Mileo: Si por cuestionamientos nos referimos a las dudas acerca de la efectividad de las vacunas, creo que es al revés. Ya existía un problema de credibilidad y confianza que la pandemia exacerbó. Y eso es un problema generado, en principio, por las ciencias y su condición intrínsecamente institucionalista. Creo que muchas personas que no se quisieron vacunar lo hicieron desde cuestionamientos muy razonables, como ¿por qué la misma industria que generó la pandemia ahora es su solución? Si pensamos que la pandemia fue una consecuencia directa de la pérdida de biodiversidad causada, entre muchos otros factores, por la expansión de las fronteras agropecuarias y que el conglomerado Bayer-Monsanto es uno de los más grandes del mundo, a mí, al menos, no me parece descabellado tener dudas. El tema es que las vacunas funcionan justamente porque las farmacéuticas no pueden ir a pérdida. Y las tecnologías que permiten la explotación indiscriminada de bienes comunes son también desarrollos científicos. Entonces es todo un círculo de horripilancia fatal que además es inasible porque incluye demasiados factores y actividades humanas. Sin embargo, tener medicamentos y medios para poder producir más alimentos son cosas deseables. Las ciencias se desarrollan en gran parte en el marco del Estado y eso las vuelve herramientas para la conservación de las estructuras de poder en las que hoy, con mucha razón, nadie confía. Hay cada vez más desigualdad y muchísimos problemas que el neoliberalismo y la tecnocracia venían a solucionar no solo no se solucionaron, sino que se agravaron. La diferencia no es de diagnóstico, es de acción política. Algunos piensan que rechazar los desarrollos científicos es la mejor forma de emanciparnos de algunas de las manifestaciones de la perversión del sistema, otros, creemos que las ciencias deberían ser un bien de la humanidad y que hay que emanciparlas de muchos de los roles que cumplen hoy por hoy.

¿Cuáles son los principales desafíos de la ciencia en Argentina?

Generar condiciones dignas y prósperas para sus trabajadores. Hay muchos más, pero hoy se piensa que como son tantas las cosas que hay que mejorar hay que hacer un poquito de cada una hasta que estén todas hechas. Y, además de que siempre van a quedar cosas por hacer y van a surgir nuevos problemas, nada está solucionado si quienes lo solucionan lo hacen a costa de su calidad de vida.

¿Te considerás influencer?

No y espero que nadie lo considere de mí

¿Las redes sociales sirven para enseñar ciencia en las escuelas?

Sí, pero no. Me parece muy importante entender que los procesos de aprendizaje no son procesos de adquisición de información, sino procesos pedagógicos. En las redes, como mucho y de máxima, puede circular buena información y que quede adherida en quienes la reciben. Pero no se aprende. Para aprender se necesita un intermediario, en este caso un docente. Y el material informativo puede servir de apoyo, pero no enseña por sí mismo. Hay que dejar de decir que las redes tienen contenido educativo porque no es así. La educación tiene que ver con todos los aspectos de una vida, es una relación social que excede por mucho saber cosas.


Enseñar ciencia a través de las redes sociales


Fabricio Ballarini durante el Yo Pienso 2022. Foto: Matías Subat

RÍO NEGRO habló con Fabricio Ballarini acerca de la posibilidad de enseñar ciencia a través de las redes sociales en las escuelas. Al respecto reflexionó que los influencers más importantes de nuestra vida y de los jóvenes, son los y las maestras que pertenecen al sistema educativo.  

“En esa etapa lo que pueden hacer los y las docentes es sumamente importante, la identificación con determinadas temáticas, acercar determinados temas, generar ciertos contenidos de distintas maneras, utilizando distintas estrategias, me parece que esos son los influencers” 

Considera que quienes están en las redes sociales son generadores de contenido “Son sumamente importante en la actualidad, pero pueden servir como disparadores de determinados temas, como parte lúdica, o para ir a ver otras temáticas, pero no creo que sea una buena idea o algo viable tratar de educar con redes sociales” indicó Ballarini.  

Al respecto, explicó que los contenidos en redes sociales son superfluos y que a veces la profundidad no es la adecuada. “Puede ser un gancho lindo e importante utilizar determinados contenidos. Hay gente y cosas que son muy buenas y se pueden usar sus contenidos para generar algún disparador o aumentar la curiosidad, pero no creo que esos contenidos tengan que ser parte troncal del sistema educativo” señaló. 

También reflexionó acerca de mejorar y modernizar la pedagogía en las aulas. “Tenemos que profundizar, repensar y ver la manera en que los alumnos y alumnas se sientan contenidos y tengan curiosidad pese a que la brecha entre el aula y las pantallas es enorme”  

Explicó que en las pantallas suelen suceder cosas divertidas, lúdicas, editadas y pensadas en tiempos específicos para que tengan un determinado impacto. “Por eso el desafío educativo hoy es muy grande y tenemos que generar innovaciones en todos los ámbitos porque pasamos una cantidad enorme de nuestras vidas aprendiendo, entonces el rol de la escuela es fundamental” 

Por ello, agregó que hay que focalizarse en mejorar la calidad de los contenidos a los verdaderos influencers “que son los maestros y maestras, las personas que se dedican a enseñar. El foco tiene que estar ahí” 


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