Puente Cipolletti – Neuquén: Gendarmería intervino por primera vez y fue en la protesta por Fuentealba

Gritos, empujones y poco diálogo fueron las características de esta protesta docente, a 17 años del fusilamiento de Carlos Fuentealba.

«La historia se repite, otra vez docentes y las fuerzas armadas enfrentados»: estas fueron las palabras de una de las maestras que se encontraba movilizando en el puente carretero que une Cipolletti – Neuquén, durante la jornada lucha por el asesinato de Carlos Fuentealba, este jueves. El protocolo antipiquetes, parte de la gestión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se venía activando en cada protesta sin ser más que un simple despliegue de efectivos, pero esta vez la tensión, el poco diálogo y la interrupción de protestas estuvieron presentes.

Hoy, 4 de abril, los docentes se reunieron en las calles de Neuquén capital para recordar a Carlos Fuentealba, el docente asesinado en Arroyito hace 17 años, durante una protesta salarial. Previo a esto, el gremio Unter se movilizó en el puente carretero para realizar una «panfleteada sin interrupción de tránsito», pero lo que se pensaba como una actividad pacífica tuvo sus inconvenientes.

Desde las 8.30, en la zona del expeaje, Gendarmería y Policía Federal habían comenzando con la activación del protocolo antipiquetes, con varias camionetas y despliegue de uniformados. Según la propia normativa, «las cuatro fuerzas federales y el servicio penitenciario federal pueden aintervenir frente a cortes, piquetes y bloqueos, sean parciales o totales».

Más tarde, cerca de las 9, comenzaron a llegar los primeros docentes para empezar la concentración que tenía como fin una protesta sobre la Ruta 22. Entre titubeos y organización interna, los docentes finalmente subieron a la ruta para movilizar hacia la zona del expeaje, interrumpiendo por algunos minutos el tránsito.

«La historia se repite, otra vez docentes y las fuerzas armadas enfrentados», fueron las palabras de una de las docentes que marchaba al ver a los gendarmes formados frente a ellos.

Lo que empezó como una protesta igual a otras, con movilización, panfletos y corte de un carril, pronto cobró un tinte hostil. Mientras los docentes iniciaban la «planfleteada», los gendarmes formaban un cordón que impedía el acercamiento de maestros y conductores.

Esto ocurrió sin dialogo previo entre gendarmes y manifestantes, algo sorpresivo debido a que en cada corte o protesta que se realiza en este lugar, las partes suelen tener un instante de charla para definir las medidas de interrupción del tránsito.

No fue este el caso y los docentes se las ingeniaron para poder llevar adelante la protesta que pronto fue interrumpida por los efectivos de la Fuerza. Hubo quienes fueron corridos del lugar donde estaban panfleteando a los empujones o con gritos.

Esto generó tensión en la protesta docente, quienes recordaban lo ocurrido con Carlos Fuentealba algunos años atras. Tras varios instantes de tensión, el gremio docente Unter decidió partir a Neuquén para la marcha conjunta.

Al final de la actividad, durante el el acto de homenaje posterior a la marcha, el secretario general de ATEN, Marcelo Guagliardo, resaltó: «cada cuatro de abril es una fecha en la que nosotros hacemos una revisión de aquella situación que vivíamos los trabajadores de Neuquén, con un gobierno que aplicaba un gran ajuste y que tenía como principal herramienta el aparato represivo«.

Quién fue Carlos Fuentealba y qué pasó el 4 de abril en Neuquén


Este jueves 4 de abril se cumplen 17 años del asesinato del docente Carlos Fuentealba. El maestro de Neuquén recibió un disparo a corta distancia del cabo José Darío Poblete, durante la represión a una protesta, en 2007, en Arroyito. 

Carlos Fuentealba era maestro de química, física y matemática. Tenía 41 años y daba clases en el CPEM N°69 del barrio Cuenca XV, en Neuquén capital.  Antes, había trabajado en la construcción, en una juguera y en el correo.

El exgobernador del MPN, Jorge Sobisch, había ordenado un operativo policial de magnitud para impedir el corte de la Ruta 22, durante el feriado turístico de Semana Santa. El entonces jefe de Policía, Carlos Zalazar, se reunió con el mandatario el día anterior para planificar cómo sería el procedimiento, del que participarían grupos especiales de Cutral Co y Zapala.

La represión tuvo tres momentos, de avanzada y repliegue de las fuerzas de seguridad. En uno de ellos los docentes se refugiaron en una estación de servicio YPF que había en la zona, pero los gases también llegaron hasta allí por lo que tuvieron que correr a campo traviesa.

Luego de una tregua entre los jefes policiales y la conducción sindical, la manifestación se retiró por la ruta en dirección a Neuquén, algunos caminando y otros en vehículos. Entre ellos estaba el Fiat 147 que rozó con uno de los espejos a un agente. El subcomisario Aquiles González pidió que detuvieran el auto. Fue entonces que un integrante del grupo especial Zapala tomó su pistola federal y le disparó a la luneta, a menos de siete metros de distancia. El tirador era el cabo primero José Darío Poblete.

Recibió un disparo efectuado con una pistola lanzagases a corta distancia. Se encontraba en la parte trasera del Fiat 147 que se retiraba de la manifestación, organizada por el sindicato Aten que él integraba.

El proyectil atravesó la luneta y le produjo un traumatismo craneoencefálico grave. Fue trasladado a la capital donde ingresó ya sin esperanzas, y murió el 5 de abril en el hospital Castro Rendón.


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