Fitback Club, una app para que todos entrenen en mejores condiciones

Creada por Andrés Montalti y su socio, la plataforma digital acerca espacios disponibles en establecimientos a entrenadores personales, para mejorar el trabajo y su impacto en los clientes.

En los últimos años, se hizo cada vez más frecuente circular por espacios verdes y ver grupos de gente entrenando y realizando actividad física acompañados de un profesor. Y si bien disfrutar el aire libre tiene su encanto, la realidad es que en muchos casos la actividad requiere el acompañamiento de un marco adecuado, con herramientas de trabajo y un respaldo que muchas veces no se consigue en espacios públicos.


En contrapartida, muchas de esas prestaciones son caras de adquirir, y los entrenadores no siempre cuentan con el monto requerido para hacer esa inversión. Es por eso que convocan a sus grupos en plazas, por ejemplo, o en salones improvisados en sus propias casas.

Para toda esta situación, hay una solución con sello regional. Es Fitback Club, una plataforma digital que rentabiliza espacios para que los entrenadores puedan trabajar con comodidad.

Andrés Montalti es conocido en Roca por su trabajo, siempre vinculado a la actividad física. Dueño de un espacio propio con una fiel clientela, se embarcó en esta aventura tiempo atrás y hoy disfruta del avance a pasos agigantados de su proyecto.

“A finales del 2019 con un amigo empezamos con un ida y vuelta de ideas para aplicar tecnología a mi industria. Soy especialista en actividad física y deporte, por profesión y por carrera universitaria, y soy bastante inquieto. Después de esos idas y vueltas nos encontramos pensando en un proyecto, que tuvo un inicio con ideas un poco más vagas, o que llevaban demasiada logística. Hasta que profundizamos la investigación de qué vinculaciones tecnológicas existían dentro de la actividad física, y todas están relacionadas con los gimnasios o clubes y atletas o clientes; los entrenadores personales y clientes; o los clientes en si mismos (esas apps que te dicen lo que tenés que hacer, por ejemplo). Y ahí descubrimos que lo que no existe en el mundo -y nos para en una posición donde hoy varias compañías nos han contactado para saber más de nosotros y valorar posibles integraciones internacionales-, que es la vinculación entre los entrenadores y los espacios ociosos que hay en clubes, canchas, gimnasios”, explica Montalti.

Fitback se plantea como una posibilidad de potenciar entrenadores y rentabilizar espacios ociosos.


¿Qué significa esto? “Que un entrenador se puede descargar nuestra app, y en lugar de montar un gimnasio en un garage gastando plata en materiales que no va a recuperar nunca, alquila espacios absolutamente equipados para llevar a sus clientes. Esa es nuestra solución”, agrega.

La idea, hay que decirlo, fue brillante. Y si está bien ejecutada es, en gran parte, porque no fue presa del apuro.

“Arrancamos con un desarrollo de casi dos años, hasta hacer las primeras pruebas a nivel regional en Roca y alrededores. Hubo tracción, tuvimos alquileres de algunos meses, aunque con mucha duda. Entendíamos que a veces es algo nuevo, disruptivo, pero tuvimos alquileres continuos por más de 3 meses. Y eso validó la hipótesis. Hemos aprendido y seguimos aprendiendo mucho del público, esto nos llevó a generar varias mejoras. Hoy estamos en un estadío MVP, en el cual estamos pretendiendo encontrar inversiones para crecer nuestro producto tecnológicamente y expandirlo mucho más”, relata Montalti.

El reconocido profesional cuenta también que “en la actualidad, Fitback llegó a Buenos Aires y cerró contrato con la cadena más grande del país de gimnasios low cost. Y a eso hay que sumarle que cadenas más chicas como Nap o franquicias de Sport Club ya la adoptaron. Tenemos alquileres y hay varios entrenadores. De hecho, hoy mismo por ejemplo tenemos el caso de Ignacio Villegas, un entrenador que tiene entrenadores a su cargo, y que lanza un servicio exclusivo gracias a Fitback. Él entrenaba en plazas, y a partir de ahora trabajará en espacios cerrados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires gracias a la app”.


Hoy, Fitback está conformado por los dos socios y cuentan también con un equipo de desarrollo y un equipo de marketing y comunicación, en este caso terciarizados. Y todo marca que seguirán creciendo…

Esta historia es, además, ejemplo de resiliencia. Es que mientras Andrés y su socio pensaban en la app y desarrollaban las etapas iniciales, tuvieron que lidiar con la llegada de la pandemia, que puso en jaque a numerosas actividades y que enterró varios planes e ilusiones. Pero en el caso de Fitback, la situación fue distinta.

“La pandemia nos dio más tiempo para generar investigaciones más profundas y a nivel internacional. Respecto a si nos generó inquietudes… yo soy dueño de un centro que funciona muy bien y la pandemia me pegó una paliza bárbara. Pero de la mano de estar dentro de este mundo, con más de 15 años en la industria y más de 8 años con el espacio abierto en Roca, pensamos estas variables de situaciones límite. Y la realidad es que la pandemia, si hay algo que debilitó en nuestra industria, fue a los lugares físicos; pero si alguien se vio potenciado es el entrenador. Y Fitback le da una propuesta de valor al entrenador”, comenta.

En este sentido profundiza que “hoy los usuarios del deporte y la actividad física son grandes seguidores de personalidades, influencers, entrenadores y demás. Nosotros los potenciamos, y a la misma vez potenciamos a los espacios que perdieron tanto y que tienen ociosidad y pueden rentabilizar mediante nosotros”.


Con toda esta historia por detrás, una idea original y un crecimiento a pasos agigantados, es de suponer que Fitback ya haya superado las expectativas de sus creadores o, al menos, los haya sorprendido.

“Cuando iniciamos fuimos muy cautos. Pero ahora que me lo preguntás se me pone la piel de gallina, porque nos empezó a pasar eso. Nos empezamos a reunir con empresas muy grandes a nivel latinoamericano como es Mercado Fitness, a quienes felicito porque nadie pensó eso: es una empresa que engloba la información del fitness de México para abajo y España. Y cada vez que presentamos Fitback, que nos encontramos con actores de la industria, empresarios y demás, se sorprenden. Cerramos contrato con una low cost muy grande, estamos hablando de gente con más de 10 o 12 sedes, gente de negocios que ve en nosotros un potencial de crecimiento”, explica con la ilusión de seguir escalando.

“¿Cuál es el gran desafío que tenemos ahora? Darle masividad a esta información, dar la confianza de que el profesional puede tener su gimnasio sin montarlo -porque es lo que permitimos con el alquiler-, y que bajo la cultura japonesa de que si hay un espacio vacío hay que buscar la forma de aprovecharlo, brindamos una herramienta eficaz, innovadora y flexible para llevarlo a cabo. Nos emociona, nos entusiasma mucho lo que hacemos, la respuesta que estamos teniendo: hoy hay más de 200 entrenadores con la app descargada, casi 70 establecimientos en plataforma, y ahora estamos en un proceso de educación, de establecimiento. Como dijimos alguna vez vagamente, es el AirBNB de los entrenadores, solo que no vienen a dormir al gimnasio sino que les damos una oportunidad de emprender”, describe el profesional.

Fitback llegó para quedarse, eso está claro. Y con todo el potencial que muestra, algo hace pensar que lo veremos a lo largo y ancho de todo el mundo en breve.


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