Temperley, un techo para los que no tienen

El club bonaerense cedió sus instalaciones y la ONG “No seas pavote” aloja y alimenta a 30 personas en situación de calle. El rionegrino, Santiago Araya, es el cocinero y cuenta los detalles de la iniciativa.

La reconversión de las instalaciones de clubes deportivos en sedes para iniciativas sanitarias o solidarias, es moneda corriente desde que empezó la pandemia de coronavirus en el país.


El caso de Temperley, en Buenos Aires, es uno de los más emblemáticos. El club puso a disposición su infraestructura para que la ONG “No seas pavote” desarrolle un centro que ayuda a personas en situación de calle.

Además de las 30 que tienen alojamiento y comida, también se les brinda una vianda y desayuno a unos 80 más que no pueden quedarse por falta de lugar.

Santiago Araya es nacido en Allen y, de manera voluntaria, es el cocinero del lugar. “Vivo en Buenos Aires desde diciembre, a seis cuadras del club. Me hicieron el contacto con la gente de la ONG.

“Primero iba y venía con un permiso, después me empecé a quedar y desde hace dos meses vivo acá. Tenemos los cuidados para salir, después no entra ni sale nadie, el que se va es porque vuelve. Cada cual cumple su función y se limpian los baños cada 3 horas. Cada día nos dan el parte, pero no vemos muchos medios para no estar paranoicos”, señaló Araya.

El allense Araya es el principal cocinero del centro. Vive en el club y trabaja como voluntario. (Foto: Facebook «No seas pavote ONG»)


La ONG tiene dos centros más, uno exclusivo para mujeres víctimas de violencia de género y otro que solo es para pasar la noche.

Temperley no solo presta las instalaciones sino que también socios y dirigentes aportan donaciones para comprar insumos, al igual que el Municipio de Turdera, donde se ubica el club, perteneciente al partido de Lomas de Zamora.

“Nunca vi un laburo así. Es algo muy de fondo, muy comprometido y sacrificado. Lo difícil no es empezarlo sino mantenerlo, sostenerlo en el tiempo. Los que forman parte se dedican 100% a esto. Todo a pulmón, no reciben plata de casi ningún lado”, agregó el cocinero.

En estos 12 años especificamos en las personas en situación de calle y fuimos ampliando la mirada hacia una visión más integral”.

Ferrero, unos de los fundadores de la ONG, contó cómo trabajan.


Además de la comida y la cama, también se les provee atención médica, psicológica y psiquiátrica.

Así como en Buenos Aires hay más personas en situación de calle también existen más lugares que trabajan en inclusión. En ese sentido, Araya reflexiona y manifiesta su deseo de replicar estas iniciativas en la región.

“En Allen se puede hacer algo así, me gustaría replicar allá lo que aprendí acá, tengo muchas ideas fáciles de llevar a cabo”, expresó.

La realidad es muy cruda, te cambia la forma de pensar. El corazón y la entrega que encontré acá es gigante, entendés la situación de todos”.

Araya, cocinero, reveló cómo lo afectan las historias de cada persona.


Al igual que Temperley, muchos clubes de todo el país se pusieron a disposición del gobierno y del sistema de salud. Ante una necesidad más palpable que nunca, el rol de organizaciones como “No seas pavote” es fundamental. No solo visibilizan a personas que el sistema excluyó sino que les permiten sobrevivir y les dan una chance de salir adelante.


“Hay que comprender que el otro es un todo”



Sebastián Ferrero es uno de los que fundó la ONG “No seas pavote” hace 12 años. Desde 2009 que asisten a las personas en la estación de Lomas de Zamora y las necesidades propias de la pandemia llevaron a buscar un espacio que el club proveyó.

“Sabíamos que Temperley había puesto sus instalaciones a disposición, nos contactamos con el municipio. Nos reunimos y nosotros optamos por seguir adelante con la propuesta. La institución presta la infraestructura y el municipio los insumos”, señaló Ferrero.

Los datos a saber

110
Personas reciben asistencia en Temperley. Unos 80 pasan a retirar su desayuno y cena. Los otros 30, además, duermen ahí.
12
Años hace que se formó la ONG “No seas pavote”. Cuenta con tres centros de asistencia.


“Es muy importante para la vida de estas personas, no hay muchos más espacios que los alojen. No suelen ser mirados, atendidos, ni reconocidos. No hay posibilidad de hacer changas, en el conurbano y en Lomas mucha gente vive del día a día. La asistencia del estado existe pero es un algo, no completa la necesidad de una familia, y más aún para los de la calle”, reflexionó.

Respecto al rol estatal, Sebastián reconoció que no alcanza con pedirle a la gente que se aisle. “Pedirle a la gente que se quede en sus hogares es un poco una falta de respeto, no contempla la complejidad de la diversidad de las personas que habitan el país”.


Ferrero era integrante de la congregación religiosa “Hermanos del Sagrado Corazón” y apoya desde hace mucho tiempo este tipo de iniciativas. “Siempre respondí a un llamado concreto a acompañar a los pobres y dejarte atravesar por el dolor del otro”. Aunque ya no forma parte, desde su trabajo en la ONG se mantiene cerca de los que más lo necesitan.


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