Terapistas de Neuquén: «Si se inició un amparo es porque el recurso no da más»

Lo dijo el abogado, Hernán Kees, que patrocina a los profesionales del hospital Castro Rendón. Remarcó que llegaron a la judicialización porque "no han encontrado respuesta en los cuadros directivos."

«Si se inició un amparo es porque el recurso no da más, porque no han encontrado respuesta de los cuadros directivos, y porque las condiciones siguen siendo extenuantes y agotadoras», dijo el abogado Hernán Kees, patrocinante de los once terapistas del hospital Castro Rendón de Neuquén que pidieron al Poder Judicial que intervenga ante la saturación del servicio en el contexto de la pandemia.

En la acción de amparo que presentaron ayer los profesionales solicitan que se ordene al gobierno que establezca «un plantel mínimo» de intensivistas, también que se reestructure y reequipe el servicio para que respete las normas de seguridad e higiene, y que se acondicionen las salas de descanso y refrigerio.

Plantearon que cumplen una carga horaria «brutal y despiadada» y que actualmente hay un profesional cada 16 camas, cuando lo recomendable es cada 8.

La unidad de cuidados intensivos del Castro Rendón es la más importante del sistema público de salud de la provincia. Se montó una estructura especial dentro del establecimiento al comienzo de la emergencia sanitaria.

La respuesta del director del hospital, Adrián Lammel, fue que esta descripción de la situación en la que desarrollaban su trabajo era inexacta. Incluso dijo que sostenían una actitud «corporativista», como había pasado en una oportunidad con los anestesiólogos.

«Es cierto que recibieron asistencia y apoyo de otros profesionales, pero eso no cambia que siguen siendo un terapista cada 16 camas y eso es una realidad que tampoco la cuestionó el director», sostuvo Kees.

Y agregó: «Me causó asombro que los acuse de corporativistas atacando directamente a sus abogados, y eso yo entiendo que es una verdadera falacia, lo que está atacando es a las personas y no los argumentos».

El abogado indicó que se llegó a esta instancia «porque no hubo otra solución, no fue la primera opción, fue la última opción que tomaron de cara a una situación que hoy es insostenible. Han presentado reclamos administrativos y después se han presentado innumerables pedidos verbales y por nota».

Para Kees lo que relata el personal es que «llegó a un punto en el cual o tenemos soluciones de fondo o renunciamos en masa porque realmente se están jugando su propia vida, se está volviendo inhumano trabajar en esas condiciones para ellos.»

Mencionó que hay antecedentes de otros amparos similares en los que el Poder Judicial convocó a audiencias entre las partes a los fines de buscar una respuesta. «Si eso pasara sería algo bien visto, creemos que el diálogo es preferible a una sentencia. Lo que buscamos es que intervenga alguien que tenga facultad suficiente para obligar al Estado a proveer las soluciones necesarias que espontáneamente no se han otorgado», concluyó.


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