Tiene atrofia muscular y denuncian que el Ipross no les entrega la medicación a tiempo

Julián tiene 13 años. Desde hace cuatro meses, su madre y su abuela hicieron varios reclamos a la obra social que siguen sin respuesta.

La incansable lucha de Julián (13) y de su mamá, Ariadna Reyes, es conocida por la mayoría de los vecinos de nuestra ciudad y comenzó hace ya varios años cuando en una escuela primaria exigieron la construcción de un sanitario para niños con discapacidad. Pero la historia parece no tener fin, dice la mamá de “Juli” quien ahora le solicita a la obra social Ipross no sólo la regularización de los trámites para conseguir los medicamentos sino también una silla eléctrica nueva y el cambio del botón gástrico que tiene y que ya venció su vida útil.

Ariadna explicó que desde hace cuatro meses que viene haciendo distintos reclamos junto a su mamá (y abuela de Julián) a la obra social Ipross. Uno de ellos implica la entrega de la medicación en tiempo y forma a partir de la patología que presenta Juli quien padece una “atrofia muscular espinal” por lo cual debe tenerla periódicamente.

La última se la compró mi mamá“, reconoció Ariadna quien explicó que en los últimos meses recibieron uno que otro medicamento pero que se está haciendo cuesta arriba acceder a toda las recetas.

En una oportunidad había que cambiar el código, en otras no te aceptaban la receta. Antes cubrían el 100% y ahora no sabemos. Y así pasan los meses sin que podamos recibirlos“, dijo angustiada la mamá de Juli quien ya está terminando su primer año del secundario en el CET 3, y “con muy buena notas”.

En el último tiempo cambió toda la metodología de presentación para este tipo de suministros pero Ariadna reconoce que todos los días hay que presentar documentación nueva. Incluso, alguna que ya han presentado al Ipross. “Siempre tienen alguna excusa, lo cierto es que no la estamos recibiendo”, aseveró.

Un problema similar sufre con el cinturón gástrico que tiene “el flaco”. “Tiene una vida útil de un año y ya estamos vencidos en el plazo“, dijo la mamá quien aseguró que el recambio se tiene que producir en un plazo inmediato.

No menos problemático es el tema de la silla eléctrica que utiliza Julián y que le sirve no sólo para movilizarse en su casa sino también en el secundario al cual asiste.

El tema es que pasó el tiempo y Julián creció y la silla con la que se moviliza actualmente no tiene el espacio suficiente para contener su cuerpo que -como todo preadolescente- comenzó a crecer.

Ya le queda chica a mi flaco. Y por eso que también estamos reclamando un nuevo equipo para que se pueda movilizar mejor en la escuela y también en casa”, explicó.


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