Tips para cuidar la alimentación de los chicos en vacaciones de invierno

El consumo de frutas y verduras aporta vitaminas y minerales que nos ayuda a mantener las defensas altas.

Por Melany Carlovich (*)

Empiezan las vacaciones de invierno, muy esperadas por los chicos para tener días libres, descansar, jugar y compartir tiempo con amigos. Las vacaciones son el momento para salir de la rutina. No hay que levantarse temprano, ni pensar en tener listo el uniforme o el guardapolvo, ni en la comida para las viandas; aunque muchas veces somos los padres los que nos volvemos locos por querer ocupar ese tiempo con las mil y unas actividades para que los chicos no se aburran, olvidándonos que el descanso y el ocio también son importantes y saludables, para ellos y nosotros

Otra realidad en las vacaciones es que aumenta la exposición a alimentos ricos en grasas y azúcares, además de las horas sentados en el sillón frente a las pantallas y en muchos casos disminuye la actividad física. El tiempo libre y las bajas temperaturas invitan a generar esta situación y muchas veces es difícil resistirse.

Además, solemos relacionar el momento de descanso a los placeres culinarios, y esos suelen venir de la mano del consumo de aquellos alimentos que deberían ser de consumo opcional, pero en las vacaciones se vuelven de consumo diario.

Relacionamos las frutas y verduras con el verano; por lo tanto, pensando así en invierno las consumimos en menor medida.

Melany Carlov, nutricionista

En las meriendas y colaciones solemos observar grandes cantidades de galletitas, snacks salados, golosinas, chocolates, alfajores, aumentando así el consumo de grasas, azúcar, sodio y conservantes. 

Por otro lado, en almuerzos y cenas abundan los guisos, pastas, comidas calientes con mucho contenido de carnes y cereales y poco contenido de verduras. Solemos relacionar las frutas y verduras con el verano, lo que hace que en invierno disminuyamos su consumo.

Entonces, ¿cómo podemos hacer para cuidar la salud de los chicos durante las vacaciones de invierno? 

* Usar el tiempo necesario para descansar. El descanso y el ocio hacen una vida saludable. No debemos confundir el ocio con el sedentarismo, y debemos intentar sumarle horas de movimiento a estos minutos de distensión.

* Aprovechar el tiempo en familia para hacer actividades que durante el año no podemos hacer por falta de tiempo: paseos a lugares turísticos, recorridas en bicicletas. También se pueden organizar juegos en casa.

* Elegir recetas para cocinar en familia. Llenar la heladera, alacena y la casa de alimentos saludables, caseros y hechos con los chicos. Preparar budines de frutas y verduras de estación, dips de diferentes alimentos para comer como snacks con verduras (hummus, palta, dip de zanahoria, de calabaza). La planificación, las compras organizadas y en familia nos ayudan a tener una casa segura, con alimentos saludables a disposición para los momentos de ingestas.

* Si vamos al cine o al teatro y compramos algo para comer, no optar por las porciones extra grandes sino moderadas. Llevar bolsitas y dividir el balde de pochoclos entre todos o comprar la porción individual, es de gran ayuda. Preferentemente elegir bebidas sin azúcar y pequeñas.

* Limitar el uso de pantallas reducirá las horas de sedentarismo y la exposición a alimentos ricos en azúcares y grasas. Usar las horas sin pantalla y en las que los chicos no puedan estar al aire libre o en movimiento para los juegos de mesa, de ingenio, de pensar que aunque tienen a los chicos sentados, los mantiene activos, con el pensamiento y la cabeza en acción.

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Al pensar un programa para hacer en familia, que la comida no sea el eje central, sino que acompañe. Por ejemplo: que la salida no sea ir a merendar o tomar un helado, sino ir a la plaza o andar en bici y luego se puede merendar en casa o afuera. Pero si centramos el programa en la comida vamos a encontrar el placer en eso y no en disfrutar de lo que estamos haciendo y la compañía del otro.

Además, el invierno y el frío vienen acompañados de resfríos, alergias, gripes y enfermedades que afectan nuestro estado de ánimo. El consumo de frutas y verduras nos aporta vitaminas y minerales que nos ayuda a mantener las defensas altas y disminuir la probabilidad de enfermarnos. 

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Por eso, aprovechar las vacaciones para conocer los distintos tipos de frutas y verduras, hacer una visita a la verdulería y preparar comidas calientes que incluyan verduras para almuerzos y cena, como lasagnas de vegetales, guisos con verduras y legumbres, pastas con verduras, revueltos y salteados. También se pueden usar las verduras en desayuno y merienda, preparando budines, galletas, tortas. Usar las frutas frescas en todas las comidas, en una ensalada, como colación, para acompañar tu desayuno. Tenerlas a disposición en los paseos para comer si tienen hambre.

Recurrimos a las comidas y las pantallas para evitar el aburrimiento de los chicos y no pasar frío. Grave error.

Melani Carlov, nutricionista

Pensar en las vacaciones de invierno, en general nos estresa. Los chicos no van a la escuela, y si no podemos viajar y nos tenemos que quedar en casa, pensamos en cómo podemos rellenar esas horas. Generalmente lo hacemos con comida y pantallas para evitar el aburrimiento y no pasar frío, sin pensar en que, muchas veces, una tarde de sillón y computadora es peor que una salida y paseos al aire libre con el suficiente abrigo y cuidados. Seamos conscientes y creemos ambientes y casas seguros para que los chicos puedan disfrutar de sus vacaciones sin poner en riesgo su salud.

(*) Nutricionista del equipo de Crenyf.


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