Trabajadoras de la línea 102 le exigen al Gobierno de Neuquén más profesionales

Enviaron un reclamo para que se garantice la continuidad del teléfono para denuncias por maltrato infantil y abuso.

Trabajadoras de la línea 102 elevaron un reclamo al gobierno provincial para que ingresen más profesionales y así garantizarla continuidad del servicio de atención telefónico gratuito y confidencial para casos de maltrato y abuso sexual infanto juvenil. «Nos encontramos en una situación alarmante ante la falta de respuestas» aseguraron en el comunicado.

Desde la línea aseguraron que las respuestas que recibieron hasta ahora «han sido variadas con maniobras discursivas» y que la ausencia de las mismas puede implicar en un mediano plazo el cierre del servicio: «las profesionales con más experiencia se jubilan y no hay tiempo de formar en esta difícil especialidad a nuevas personas».

Actualmente el equipo está conformado por seis integrantes: una operadora de la línea, una pediatra a medio tiempo, dos trabajadoras sociales, una técnica en relaciones comunitarias y una psicóloga. Al respecto las trabajadoras señalaron que necesitan «con urgencia más personal: una operadora más para extender las horas de atención de la línea 102 y por lo menos dos duplas profesionales de trabajadora social y psicóloga para el abordaje integral de cada paciente y su familia».

El protocolo de acción de la línea implica un turno para la evaluación del riesgo, pero señalaron que se encuentran limitadas a responder en tiempo a la demanda porque «también recibimos ingresos de niños y niñas a través de la vía hospitalaria de la Guardia pediátrica, de Internación y Terapias, de Consultorios externos y de los demás servicios del hospital como así también desde el ámbito judicial, que derivan las situaciones de violencias hacia niñxs y adolescentes».

Las trabajadoras expresaron que desde el Hospital Castro Rendón les plantearon que «es muy difícil incorporar personal ya que las plantas funcionales están congeladas por decisión del gobernador». Sin embargo, van a solicitar una reunión con el Subsecretario de Salud, Alejandro Ramella: «Tenemos en cuenta que ya está al tanto del pedido que hemos realizado por que ya fue elevado desde el Hospital».

La pandemia limitó los reclamos de violencia porque en muchos casos son docentes quienes realizan las denuncias tras detectarlas en el intercambio áulico. Foto: Archivo

Durante la pandemia por Covid- 19 la línea se encontró en funcionamiento, abarcando reclamos diferentes: «ingresaron muchas llamadas de familias solicitando asistencia alimentaria o social de algún tipo durante el primer año» informaron las trabajadoras. Sin embargo, plantearon que «las infancias y sus sufrimientos quedaron invisibilizados, ya que no asistir a la escuela, ni a los espacios donde socializan hizo más difícil poder recibir esos pedidos de ayuda por parte de maestros, vecinos, etcétera».

En la actualidad, la línea se encuentra atendiendo desde las 8 a las 15hs. Después queda un contestador automático que brinda información de contacto de la policía o Defensoría, y los hospitales o centros de salud más cercanos.


Antecedentes del reclamo


Los pedidos comenzaron a ser enviados desde 2017: «Desde ese año venimos pidiendo la incorporación de pediatra full time, trabajadoras sociales, psicologxs, y una operadora más para atención de la línea» aseguró la coordinadora de la línea, Mónica Gatti.

A fines de 2019 desde el gobierno provincial enviaron a la Legislatura un proyecto de ley para crear un observatorio sobre abuso sexual infantil y adolescente. Al debate fue invitada Gatti, que resaltó la sorpresa ante un proyecto «que implica una puesta de recursos para una tarea que bajo otros objetivos y parámetros» debido a las «enormes dificultades que nos encontramos a diario para dar una respuesta integral por la falta de profesionales en todas las áreas y de recursos».

El mismo también fue criticado por distintas organizaciones, entre ellos el Foro en Defensa de los Derechos de Niños y Niñas, que entre otras observaciones, planteó la falta de equipos psico-sociales suficientes en el sector salud que “se traduce en largas listas de espera para que las infancias y adolescencias tengan un espacio de contención y tratamiento psicológico que permita la elaboración del trauma sufrido”.

Ya en 2020, trabajadores sociales de salud pública de la provincia enviaron un informe a las autoridades que reveló que faltaban cubrir más de 80 puestos de trabajo en el área psicosocial, entre cargos nuevos y vacantes, en 24 zonas de la provincia.


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