Tras la incertidumbre y con nieve escasa, turistas llegaron a Bariloche

Durante la primera quincena de julio, la ciudad cordillerana alcanzó un nivel de ocupación del 39%. Se proyecta un 60% para la segunda parte del mes.

El Centro Cívico volvió a llenarse de turistas posando junto a los perros San Bernardo y con el lago de fondo. Parejas y familias pasean por la calle Mitre, toman mate en la costanera, ocupan las mesas de las chocolaterías y consultan por alguna excursión. La diferencia con una temporada “normal” previa a la pandemia es el uso de tapabocas.

El ánimo de comerciantes y empresarios turísticos cambió con la llegada de gran cantidad de visitantes, especialmente de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza.

Durante la primera quincena de julio, el nivel de ocupación alcanzó el 39% pero ese porcentaje se incrementó al 60% con el inicio de las vacaciones de invierno en Buenos Aires. Las cabañas son el segmento preferido por los turistas y, en especial, las zonas más cercanas al cerro Catedral.

El tema de conversación recurrente es la falta de nieve en la ciudad y las temperaturas máximas que alcanzan los 12 grados.

Augusto Rodríguez y Tiziana Razetto, de Gualeguay, Entre Ríos. Foto: Chino Leiva

Betiana, oriunda de La Reja, provincia de Buenos Aires, se ubicó en una cola larguísima, con sus dos hijas de 6 y 10 años, a fin de sacar un boleto para el teleférico Cerro Otto.

“Vinimos por la nieve y no hay. Es inédito, increíble la temperatura. Me traje ropa de nieve y acá estamos, buscando excursiones alternativas. Por suerte, Bariloche tiene muchísimas opciones”, dijo la mujer que aprovechó para sacar los pasajes aéreos en promoción en plena cuarentena “cuando nadie viajaba”.

Betiana se mostró sorprendida por “los buenos precios”. “Encontré caras algunas cosas, como los chocolates, pero la comida está igual que en Buenos Aires. Lo bueno es que hay muchas opciones”, señaló.

Vinimos de viaje de egresados y hace rato, que teníamos ganas de venir al sur. Organizamos este viaje un mes antes pero no nos imaginábamos que no habría nieve”,

Augusto Rodríguez y Tiziana Razetto, de Gualeguay, Entre Ríos.

Virginia Tojeiro, dueña de un local de indumentaria de montaña en Mitre y Quaglia, admitió que “hay mucha gente en la ciudad” pero consideró que “a nivel comercial, está tranquilo. Trabajan mucho los restaurantes, los alojamientos. Lo importante es que la gente vino”.

“El clima -continuó- nos desfavoreció totalmente. No hay una persona que no pregunte cuándo nieva o que no se queje del clima. Pero les digo que hay mil cosas para hacer en Bariloche. Debería haber sido guía de turismo”.

Nidia Valiente, de Moreno, provincia de Buenos Aires, junto a sus cuatro hijos. Foto: Chino Leiva

Damián Peralta y Natalia Aquino, de Zárate, tomaban mate en uno de los bancos del Centro Cívico mientras esperaban la hora para viajar al aeropuerto.

Su viaje estaba previsto en el momento más estricto de la cuarentena, de modo que debieron reprogramarlo.

“Vinimos una semana para conocer Bariloche y es espectacular. Nos habían dicho que el sur era caro y vinimos con miedo. Pero las excursiones, por ejemplo, tienen hasta opciones de pago. Es accesible para los turistas”, acotó Natalia.

Definimos venir una semana antes y acá estamos. Vinimos en auto porque somos seis y el avión nos resulta caro. Queríamos aprovechar las vacaciones de invierno y el cumple de los nenes”,

Nidia Valiente, Moreno.

La hora pico en el centro, coincidieron varios comerciantes, a las 18 cuando las confiterías se llenan. “Veníamos muy temerosos pero vino mucha gente del Valle la primera semana de vacaciones y ahora, de Buenos Aires. Estoy haciendo la misma cantidad de chocolate que hacía en una temporada normal. En verano también trabajamos así”, reconoció optimista Carlos Zapata, de la chocolatería El Turista.

Coincidió en que abundan los comentarios por la falta de nieve. “Les cuento que el año pasado se nevó todo y nunca se sabe. El calentamiento global no ayuda. Pero la gente siempre encuentra algo lindo para hacer”, dijo el maestro chocolatero.

No solo no nevó sino que hace calor. Tendremos que volver para conocer la nieve”,

Damián Peralta y Natalia Aquino, de Zárate.

“Vinimos casi de casualidad”, reconocieron cuatro amigas riojanas que programaron su viaje a la ciudad con un día de anticipación.

Cecilia Agüero tenía previsto conocer Bariloche con su pareja que, un día antes, dio Covid positivo. Entonces, invitó a su hija como acompañante. Y luego, se sumaron sus tres amigas del secundario. “Nos juntamos a almorzar para festejar el día del amigo porque yo viajaba al día siguiente y de pronto, empezaron a decir: ‘Yo voy´, ‘Y yo’, ‘Y yo´. Acá estamos todas”, contó Cecilia divertida.

La visita obligada fue al cerro Catedral y al cerro Bayo, en La Angostura, donde a pesar de la escasa nieve, pudieron practicar culipatín. Dijeron no tener miedo al contagio porque se cuidan mucho y están vacunadas. “Nos llamó la atención la cantidad de gente que había en el avión”, señalaron.

La cola para sacar un boleto para el Teleférico Cerro Otto. Foto: Chino Leiva

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