Así se encara el cambio cultural dentro del rugby en Argentina

Las sanciones a Matera, Petti y Socino, expuso nuevamente el trabajo a futuro que precisa la disciplina.

Por Redacción

El rugby argentino atraviesa momentos delicados. La sanción provisoria a tres jugadores, entre ellos el capitán de Los Pumas, por afirmaciones xenófobas y discriminatorias hace algunos años en redes sociales, volvió a poner a este deporte y su cultura en el ojo de la tormenta.

A comienzos de octubre, Río Negro entrevistó a Raúl Calvo Soler, director de un programa que la Unión Argentina de Rugby (UAR) impulsó a la vista de las problemáticas que la disciplina estaba exponiendo en jóvenes que surgían de sus entrañas. El asesinato de Fernando Báez Sosa fue quizás uno de los hechos aberrantes que expuso la necesidad de cambios.

Desde lo institucional, hace varios meses que las actividades de la UAR apuntan a combatir las conductas verbales y físicas que en el rugby han sido habituales por mucho tiempo.

Este medio volvió a consultar sobre el tema a Calvo Soler, quien expresó que ‘‘el camino es insistir en el trabajo que venimos haciendo hace 6 meses con ‘Rugby 2030’. Está ahí la clave».

Según explicó el español, estaba previsto para las próximas semanas el curso de entrenadores infantiles, que comprende chicos de 6 a 9 años. »Vamos a trabajar el ‘ser’ de jugador», sostuvo.

La entidad que nuclea al rugby nacional ya tenía pautadas para el 10 de diciembre una reunión sobre conductas éticas y códigos disciplinarios y para el 20-21 de diciembre un trabajo con chicos de 10 a 12 años sobre »los estereotipos discriminadores y los prejuicios».

»La respuesta de UAR para esta problemática es Rugby 2030. En los clubes, las uniones y en la UAR estamos trabajando en esto. Las cosas no cambian de un día para el otro’‘, finalizó Calvo Soler. La frase elegida para el mencionado programa es »hacía una nueva cultura», y eso es lo que se pretende desde lo dirigencial. 

A partir de esto se explica también la sanción provisoria para con Matera y sus compañeros. Es la misma Unión la que reconoce la problemática. Queda claro que UAR tiene un camino largo por recorrer para erradicar estas conductas que van en contra de lo que siempre se predicó desde el rugby y pocas veces se cumplió. 


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