Un recorrido por la historia del esquí

La sala Frey abre sus puertas hasta el viernes con un nutrido material fotográfico, equipos e indumentaria y charlas relacionadas al esquí. La Carrera de la Historia será el sábado en el cerro Catedral.

EXPOSICIÓN

Trasponer la puerta de ingreso a la sala Frey (ala oeste del Centro Cívico) ofrece la posibilidad de transitar un viaje retroactivo a los inicios del esquí en la región y acompañar su evolución. Hasta el viernes en horario de 9 a 21, el público podrá acceder a la primera Exposición del Museo de la Historia del Esquí.

Coordinada por la Comisión Organizadora de la Carrera de la Historia, alimenta expectativa para el tradicional encuentro a realizarse el sábado en el cerro Catedral. El visitante encontrará fotografías que remiten a indestructibles lazos de compañerismo y amistad; implementos utilizados por cultores del deporte que inducen a reparar en la fortaleza física de sus portadores, y testimonios de sus protagonistas relatados con la singular pasión de los montañeses.

En este marco, el martes Goldie Baratta ofreció una amena charla sobre “La industria del esquí en Bariloche”, basada en la experiencia familiar de la fábrica Albor, que fue celebrada por el nutrido público que colmó la sala. Los relatos sobre el ingenio y dedicación con que su padre produjo y reprodujo tablas, fijaciones, cintos para el ski-lift (antiguo medio de arrastre) y todo tipo de accesorios, durante los años en que el cierre de importaciones impedía a los vecinos del pueblo acceder a equipamiento, fueron enriquecidos con aportes espontáneos de Hugo Jung y otros memoriosos participantes.

Este miércoles a las 19 Julio Fernández hará referencia a “La evolución de los materiales en el esquí” y Henry David compartirá anécdotas sobre la relación entre comunidad y montaña.

Marta Schatzi Bachmann cerrará el ciclo el jueves, desde el mismo horario, con un análisis sobre la faceta social del deporte blanco, la conformación de clubes y lazos creados en torno a la actividad.

El brindis inaugural permitió asistir al encuentro de algunos de sus referentes, las infaltables anécdotas y algunas reflexiones.

Vicente Ojeda, quien presidiera el Club Andino Bariloche durante diecinueve años, fue quien planteó la necesidad de crear un puente entre generaciones. Ante el crecimiento de la ciudad “es bueno rescatar la historia. Aquel pueblito de montaña hoy es una ciudad en la montaña habitada por gente de llanura”, expresó.

Nos toca recordar y enseñar pero lamentablemente somos medio flojos para escribir. Naturalmente a los que pertenecemos a una generación que se va yendo nos encanta encontrarnos con amigos pero hay una generación que debería estar más presente”, consideró.

Apreciando como una necesidad “incentivar a esa gente para seguir alimentando valores, hoy deformados, mejorados generalmente… (risas)”, aludió a expresiones de pescadores para una comparación: “podemos decir que utilizábamos esquíes de dos metros cincuenta, total ¿quién sabe cuánto medían?”.

Es “una maravilla tener al Negro (por Roberto Asenjo) o un olímpico como Cartón (por Aristeo Benavídez, integrante del Equipo Olímpico Argentino de 1948 y de los Juegos Olímpicos de Oslo en 1952). Tendríamos que sacarle más jugo a sus realizaciones”, apreció.

Quizá “nos falte difusión, comunicación con la comunidad para acercar otras generaciones y unir los distintos eslabones. Salvo excepciones, no hay periodismo especializado y creo que en la carrera (de la historia) nos falta la generación intermedia”, sostuvo quien fuera múltiple campeón argentino y sudamericano, participante del Campeonato Mundial de Esquí Alpino en Austria en 1958 y dirigente de la Federación Argentina de Esquí.

Impulsor de la Carrera de la Historia, el ex corredor y actual profesor de esquí Alejandro Delgado manifestó que la muestra representa “un paso más hacia la concreción de un Museo del Esquí”. Las dudas en cuanto a montar la exposición en el cerro o en la ciudad quedaron sorteadas al considerar que ubicarla en una sala céntrica facilitaría “la comunicación entre la ciudad y la montaña, entre las que no siempre existe una relación ideal. Como una forma de acercar, mostrando un museo viviente”, apreció.

La potente voz de Asenjo abrió luego una puerta a sus recuerdos de aquellos “gringos que contagiaron entusiasmo a los niños del pueblo”, el incipiente desarrollo de un centro de esquí en Catedral “cuando trabajaba de cadete en la construcción del Centro Cívico”. Del “Bariloche que no es más el de antes”.

Invitadas a compartir su experiencia como diseñadoras de la muestra, Marcela Berdún y Schatzi Bachmann coincidieron en destacar el entusiasmo manifestado por colaboradores que aportaron elementos y conocimientos. Un museo demandaría “el trabajo fino, de organizar por épocas según la evolución de la actividad, permitiendo que los materiales cuenten por sí solos”, consideró Berdún.

Mirando las botas y los pesados equipos que utilizaban los esquiadores “pienso que caminábamos, subíamos el cerro caminando; hoy no hay energía eléctrica y nadie sube. Durante un Campeonato Latinoamericano (en 1967, según aportaran algunos de los presentes) soldados del Ejército pisaron las pistas y nosotros íbamos atrás con los esquíes”, recordó Bachmann.

Imágenes

Apenas traspasada la puerta de madera, el recinto recibe al visitante con imágenes de Klaus Hardt, reconocido esquiador y profesional de los deportes de montaña, y Raúl Saliva, creador del programa deportivo de esquí Informe Blanco. Ambos homenajeados este año.

Afiches de la Carrera de la Historia según pasaron los años dan paso a alumnos del Ski Club y la Escuela Catalina Reynal en 1968, una imagen fechada en 1966 muestra a Laura Salencon, María Teresa Mallmann, Thomas Kleindieck, Ronaldo Kuhlmann, Roberto List, Ricardo Perner, Carlos Balseiro, Mario van Nuffel, Roberto Taddeo y Cristina Garagnani.

El desfile de la Fiesta de la Nieve de 1966, integrantes del equipo del Ski Club en 1975 y otras fotografías anticipan la observación de aquella previa a la carrera de la historia de 2010 en la que quedaron congeladas en el tiempo las imágenes de Julio Aguirre, Carlos Gaucho Fernández, Carlos Viaene, Roberto Thostrup, Víctor Salazar y Leopoldo Goldi Baratta, o la que muestra al equipo argentino en el Campeonato Mundial de Bad Gastein (Austria) en 1958 con su abanderado y capitán Vicente Ojeda junto a Pedro Antonio Cáneva, Diego Schweitzer y Osvaldo Ancinas.

La instalación de los primeros medios de elevación en la década del 40, los amigos y deportistas Alfredo Caspani, Gino de Pellegrin y Otto Jung; los destacados exponentes del esquí argentino en los años 50 Astrid de Ridder, Luis de Ridder Carlos Sonntag, Aristeo Cartón Benavídez y Dinko Bertoncelj; Armando Ojeda, Jorge von Lucken, Roberto Thostrup y Gregorio Ezquerra partiendo hacia Mendoza en 1960. Primeros tiempos: el esquí en el actual barrio Belgrano o en Gallardo y Morales en la década del 30 y Guillermo Garten esquiando en la calle Elordi durante la temporada invernal de 1922.

Sólo unos pocos protagonistas de capítulos de la historia del esquí que invitan a indagar en los recuerdos. En los inicios de una actividad que comenzó en la simpleza del deslizamiento por una calle cubierta de nieve.

Por Teresita Méndez

DeBariloche


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