Un testigo del parricidio de Zapala denunció a la jueza de Familia

Los involucrados en dos causas judiciales quedaron en medio de un guión en el que también se mueven el Colegio de Abogados de Zapala y la Asociación de Magistrados, con la pandemia como fondo de pantalla.

Las historias se entrelazan sin pedir permiso. Un hombre imputado en un crimen que impactó a la provincia, un testigo que recibió la foto menos deseada, un divorcio, una jueza de Familia, una fiscal jefa penal y un grupo de abogados quedaron, a su pesar, conectados por causas judiciales distintas aunque atravesadas por hilos en común.

La jueza de Familia es Gloria Martina, y los abogados son los de la conducción del Colegio de Zapala. Según se supo, le enviaron una nota al Tribunal Superior de Justicia y a la Cámara Civil de Cutral Co, con competencia en todo el interior, para quejarse porque un día en particular, el 4 de noviembre, «el juzgado estuvo acéfalo».

Se dio una coincidencia de funcionarios con licencia y otras con teletrabajo, por lo que en la sede del juzgado no había nadie físicamente, expresa la nota.

La conducción del Colegio admite que la pandemia genera estas consecuencias (la medida de fuerza de los trabajadores judiciales también, podría agregarse), pero denuncia que otros juzgados de la ciudad «trabajan el triple» en las mismas condiciones.

No es la primera vez que el Colegio de Abogados y la jueza tienen diferencias. Esta vez el motivo es el atraso en el dictado de sentencias.


Ponerse al día


Aquí entra en escena la fiscal jefa. Porque esa queja motivó una intervención de la Asociación de Magistrados, que preside Sandra González Taboada, con un pedido a Martina para que informe sobre la situación en su juzgado.

Le pidieron que se ponga al día con las sentencias, y según fuentes de la Asociación, «el atraso se está solucionando». El Tribunal no respondió la nota, hasta donde pudo saber este diario.

Pero hay más conexiones inesperadas.


«Por entonces era mi amigo»


En fecha reciente un vecino de Zapala, divorciado, presentó un pedido de Jurado de Enjuiciamiento contra Martina por presunto mal desempeño en sus funciones.

El motivo de su queja es que desde febrero, por una resolución de la magistrada, tiene impedido el contacto con su hija. Los nombres se mantendrán en reserva.

El hombre perdió las posibilidades de verla porque en una de las visitas a su casa, el 23 de enero pasado, la niña fue víctima de abuso sexual simple por parte de «alguien que por entonces era mi amigo», según lo describió.


La selfie


Ese ex amigo es Fernando Jara, quien irá a juicio en febrero del año que viene acusado de asesinar y decapitar a su padre Orlando. El parricidio ocurrió el 26 de enero, tres días después del abuso.

Después de matar a su padre, Fernando le cortó la cabeza con un cuchillo y se tomó una selfie que le envió a un amigo. Quien recibió esa foto es el padre de la niña abusada.

Hay quienes interpretan que fue una amenaza para que no siga adelante con su denuncia de abuso sexual en perjuicio de la niña, pero existen otras hipótesis sobre la razón por la cual le envió esa selfie. Quizá se verán en el juicio.

A Fernando Jara ya le formularon cargos por abuso sexual simple, y también podría ir a juicio por este delito el año que viene.


Reclamo legal


Respecto del padre de la víctima, lleva adelante un trámite legal para recuperar el régimen de visitas que tenía con su niña antes del abuso.

Considera que la jueza Martina tuvo un mal desempeño de sus funciones al manejar el caso, por lo que con patrocinio de un abogado presentó un pedido de Jurado de Enjuiciamiento.

Trascendió que en los próximos días lo citarán para que ratifique la denuncia, y luego será girada a la Comisión Especial del jury para que resuelva si es admisible.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios