Un torneo de poesía oral nada formal en Bariloche

“Otra forma de acercar la poesía a un público que normalmente no la consume. Un juego absurdo y maravilloso en el que los participantes leen o recitan sus propios textos y son puntuados por un jurado elegido entre voluntarios del público”. Así definen el Slam de Poesía Oral que tendrá lugar por segunda vez en la ciudad este viernes a partir de las 21.30. La cita es en Culturica, en Moreno 46 y la entrada es libre y gratuita (aunque se sugiere una contribución a voluntad).

El ambiente es amistoso y lúdico pero también conmovedor y emocionante a través de la poesía que se percibe arriba y abajo del escenario.

Habrá 16 participantes poniendo el cuerpo a la palabra y, cada uno tendrá 3 minutos para actuar. “Se cree que la poesía es solemne, aburrida, solitaria, como en una tonalidad de tango o de bolero; el slam rompe con eso, es cumbia y rock and roll”, arriesgan los organizadores.

La puesta en marcha de este formato se le atribuye a Marc Smith, un poeta y albañil, allá por 1984 en Chicago, Estados Unidos. “Aburrido de la actitud solemne y el tono monocorde de los recitales de poesía e influenciado por el postpunk y el box, Smith, junto a otros poetas ajenos al circuito académico, propuso agregar un condimento a los eventos de micrófono abierto. Convirtió toda exposición poética en un juego para incluir todos los géneros de poesía y en el que todos tuvieran la posibilidad de expresarse en igualdad de condiciones”, detallan.

Varios años después, el formato desembarcó en Bariloche. “Fue una necesidad porque fuimos conociendo la movida y haciéndonos fans. Nos gustaba la dinámica y lo que se generaba en esos encuentros. El año pasado Lola Halfon (poeta y productora de Slam Bariloche), se topó con el slam en un viaje por la noche porteña y volvió maravillada”, reconoce el artista y productor Fran De Médicis.

En ese momento, afloró la intención de replicarlo en Bariloche y a mediados del 2018, empezó a producirse en la ciudad. La Fiesta de la Palabra fue la excusa perfecta.

El equipo poco a poco fue creciendo y fortaleciéndose. “Necesitamos compartirlo para encontrarnos y que la vida sea menos dura. La mayoría de los que escribimos lo hacemos, al menos, un poco por eso. El arte te sana, te salva. Siempre crece desde abajo en momentos como este. Y la cultura emergente es el caldo de cultivo de las pequeñas revoluciones. La gente que va a actuar en un slam muchas veces está en esa búsqueda”, admiten.

De Médicis advierte que “por lo general, a la gente que está en el mundillo poético o literario, le hace ruido eso de competir pero en realidad es todo un juego. Lo entendés cuando estás ahí. Pasó eso con la gente que se acercó a la Fiesta de la Palabra y que ahora está en la organización. Vinieron con cierto recelo y se fueron enfiestados”.

Sus impulsores insisten en que “el formato Slam abre bastante el nicho y deja de ser tan sectario porque una de las premisas básicas es que cualquiera puede participar. No hace falta reconocerse como poeta. Va incluso más allá de preguntarse qué es poesía y qué no”.

La propuesta continuará durante todo el año como un ciclo mensual de 10 “torneos” abiertos de febrero a noviembre. Habrá un “torneo cerrado” en diciembre donde se presentarán todos los ganadores del año.