Un zarpazo para entrar en la historia

Esta historia comenzó allá por 2005. El seleccionado sub 21 de Argentina se consagraba campeón del mundo en hockey masculino, y se auguraba un futuro brillante para la Albiceleste. Sin embargo, la realidad de la disciplina en las divisiones mayores parecía distar mucho de la gloria. Un octavo puesto había sido el mejor desempeño en Juegos Olímpicos, y en los Mundiales, el sexto lugar era el tope, al igual que en los Champions Trophy.

Pero aquellos pibes que en 2005 comenzaron a torcer el destino decidieron que lo mejor para el hockey masculino sería construir desde la victoria. Y empezaron a llegar las buenas noticias.

Primero sería el bronce en el Champions Trophy de 2008. Luego, en 2014, el tercer lugar en el Mundial. Y faltaba la frutilla del postre, claro.

Ayer por la tarde, Los Leones terminaron de entrar en las páginas doradas del deporte argentino. Tras superar 4-2 a Bélgica, se consagraron campeones de los Juegos Olímpicos y, por primera vez, se colgaron la medalla dorada, esa que tantas veces habían soñado.

Para colmo, la victoria fue con épica. Porque apenas iban dos minutos cuando Bélgica anotaba el primer gol y parecía complicar de sobremanera a Los Leones.

Sin embargo, la fiereza que los llevó a consagrarse por primera vez apareció en el momento justo, y a falta de cuatro minutos, el equipo de Retegui ponía el 1-1 con gol de Ibarra tras una buena jugada preparada de córner corto.

Ortíz, en una de las últimas del primer cuarto, estampó el 2-1 para comenzar a ilusionarse.

Peillat, goleador del conjunto nacional, anotó el 3-1 en el segundo cuarto, y de allí en más el partido se tornó de ida y vuelta.

Bélgica volvió a descontar para asomarse a un tanto, pero el hambre de gloria pudo más que los nervios.

A falta de 17 segundos, Mazzilli robó una pelota clave y definió con el arco vacío para el 4-2 final.

Tenía razón Retegui. No había que conformarse. Este equipo tenía con que soñar. Y ahora, además, tendrá con que despertarse: una medalla dorada en el cuello.

“Hoy tocamos el cielo con el corazón. Me siento orgulloso de ser argentino. Se lo dedicamos a los que se rompen el lomo laburando”,

afirmó el Chapa Retegui, con mucha emoción, tras la histórica victoria.

“En un país tan futbolero, ojalá que esto sirva para que más chicos jueguen nuestro deporte y podamos seguir creciendo”,

expresó Gonzalo Peillat, el goleador de Los Leones, apenas finalizado el duelo.

Una selección

con alma ganadora