Una hamaca al cielo en el cerro Otto

Es el nuevo atractivo turístico de Bariloche, ideal para los que quieren un poco de adrenalina. El vaivén sobre la tabla llega a los 9 metros sobre el precipicio, desde la estructura al borde de la roca.

La sensación de hamacarse a a unos 1.250 metros de altura es escalofriante.

El balanceo que genera una hamaca es una sensación innata, una aventura que se aprende desde pequeño y desde hace pocos días en Bariloche es una experiencia única que te permite volar al borde de un precipicio con el lago Nahuel Huapi a los pies.

El cosquilleo interno es inevitable cuando el vaivén sobre la tabla llega a los 9 metros desde la estructura montada al borde de una formación rocosa en la ladera del cerro Otto, a unos 1.250 metros de altura.

La hamaca gigante es el nuevo atractivo turístico de Bariloche, ideal para los que quieren un poco de adrenalina. El balanceo permite disfrutar de la experiencia por el tiempo que se desee pero está comprobado que nadie lo utiliza más de un minuto. Con solo unos segundos la aventura es más que valiosa y la foto, por la que muchos se atreven, es impactante.

Diego Peré Vignau, Nicolás Rodríguez y Samuel Vázquez integran el emprendimiento Adventure Makers y son los ideólogos de la hamaca que es parte de un proyecto turístico mayor, bajo el nombre de Mirador K1.

Con solo unos segundos la aventura es más que valiosa.

La idea fue tomada de Ecuador donde existe la llamada hamaca del fin del mundo, en la localidad de Baños, en un precipicio frente al volcán Tunguragua. Diego y Nicolás la conocieron años atrás y creyeron que Bariloche tenía el escenario ideal para trasladar esa propuesta.

“La sensación era entrañable, la gente tiene incorporado el balanceo desde bebé cuando los hamacan para hacerlos dormir”, contó Diego Peré Vignau entusiasmado con el producto que desarrollaron en la ciudad.

Balancearse o volar

La hamaca de Bariloche está construida con las columnas del primer medio de elevación que existió en la región, que data de la década del ‘30, una silla que se encontraba en el complejo Piedras Blancas, del que forma parte el proyecto. A esta estructura se sumaron cuerdas, medidas extremas de seguridad, balancines y un sistema de péndulo. Tiene un proceso de frenado con ayuda de un coordinador que puede resolver parar de inmediato el balanceo.

La escalada será otro de los ejes del proyecto que está en desarrollo.

Por estos días la hamaca gigante funciona de 11 a 19 pero cuando se instalen otras estructuras del proyecto, como un foodtruck, la propuesta se extenderá hasta la noche y se podrá disfrutar del paisaje al atardecer y en la oscuridad.

“El plan es que la gente se puede quedar un día completo en Piedras Blancas para disfrutar de una aventura de todo tipo con trineos, zipline, hamaca, escalada y un mirador único”.

Diego Peré Vignau referente de Adventure Makers.

Un dato no menor para el visitante es que a este punto del cerro Otto se puede llegar solo, en automóvil propio a través del camino que comienza en la Avenida De los Pioneros a la altura del kilómetro 1 o caminando, en un trekking de dificultad menor que demanda un promedio de una hora. La distancia desde la avenida es de 5 kilómetros.

¡La mejor vista!

La hamaca está preparada para que balanceen dos personas al mismo tiempo, una experiencia para compartir y se ofrece como franquicia para eventos particulares. Los días de viento, el plan B es un simulador de salto base que ofrece la sensación de volar. Para esto se utiliza la misma estructura y se fusiona con equipamiento del Zipline (vuelo rasante), que la misma empresa explota enfrente, en el complejo Piedras Blancas.

Una propuesta integral

Como parte del proyecto, próximamente se montará la estructura de un mirador que estará situado a pocos metros de la hamaca con una rampa metálica que permitirá el acceso a personas con movilidad reducida. La rampa tendrá 24 metros hasta la piedra.

La idea fue tomada de Ecuador donde existe la llamada hamaca del fin del mundo.

También se instalará un foodtruck y domo para tener un espacio para disfrutar de bebidas y delicias, y a futuro se terminará de acondicionar una antigua vivienda que se encuentra en el lugar donde funcionará la primera Escuela de Turismo Activo, donde se ofrecerán cursos vinculados a la actividad.

$500
cuesta la experiencia de balancearse en la hamaca gigante, con fotografía incluida.
5 km
es la distancia desde la Avenida de los Pioneros hasta la hamaca. Se puede llegar el auto particular o caminando.

La escalada será otro de los ejes del proyecto. Para eso ya se realizó un estudio geológico del macizo rocoso que se encuentra en el predio.

Todas las actividades del Mirador K1 se complementan con el complejo Piedras Blancas ubicado cruzando la calle, donde se puede realizar zipline, trineos en la nieve, donas y un recorrido por el parque aéreo Euka. En la temporada invernal, se podrá acceder a pases en conjunto para disfrutar todo el día de una experiencia diversa en el cerro Otto.


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