Una mujer argentina logró controlar la infección por VIH sin tratamiento con retrovirales
Es el segundo caso documentado en todo el mundo. Tiene 30 años y es de la ciudad de Esperanza. A ocho años del primer diagnóstico y sin haber recibido tratamiento regular no muestra signos de infección activa ni de virus intacto en su cuerpo.
La doctora Natalia Laufer, es una de las autoras del artículo publicado en una revista científica.
Identificada como E., una joven mujer argentina se convirtió en el segunda persona en el mundo que ha logrado controlar naturalmente la infección por VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) sin haber recibido tratamiento con retrovirales. El caso se conoció a partir su publicación en la revista científica «Annals of Internal Medicine». Tiene 30 años, es originaria de la ciudad de Esperanza y en 2020 tuvo una beba.
E. tenía 20 años cuando a través de una prueba serológica (presencia de anticuerpos) recibió un diagnóstico de VIH positivo. Luego vinieron años de estudios posteriores, durante los cuales no recibió tratamiento, que siempre daban como resultado carga viral “indetectable”.
Esto significa que no encontraban en sus células virus en condiciones de replicarse. Luego de una década de estudios, los médicos concluyeron que la paciente «logró ‘esterilizar’ naturalmente el VIH, sin más ayuda que la de su propio sistema inmunológico», publicó la periodista especializada Nora Bar en El Destape.
E. es la segunda paciente descripta en la literatura científica. En 2020 se identificó a otra persona con diagnóstico de infección por VIH que, a pesar de nunca haber recibido tratamiento, no presentaba genomas del VIH luego de estudiar más de 1.500 millones de células sanguíneas.
Todo ello sugiere que el virus se habría eliminado de su cuerpo. A esta persona se la conoce como “la paciente de San Francisco”. Este hallazgo fue el primer posible caso de una cura esterilizante sin un trasplante de células madre.
Las autoras del trabajo científico son Natalia Laufer, investigadora del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS) junto a Gabriela Turk de la misma institución y el doctor Xu Yu (del Instituto Ragon, de Harvard y el MIT).
“Disfruto estar saludable”, dijo a NBC News en español por correo electrónico la paciente de Esperanza, quien habló bajo condición de anonimato debido al estigma asociado con el virus. “Tengo una familia sana. No tengo que medicarme y vivo como si nada hubiera pasado. Esto ya es un privilegio “, publicó Infobae.
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