Unas 70 personas cabalgaron por tierras donde habitaron los “dinos”

CIPOLLETTI (AC).- Llegaron un poco desperdigados, con el rostro ardido por el sol, algo trasnochados después del “bailongo” del sábado por la noche, pero orgullosos de haber cumplido los tres días de campo y las 12 horas montando por la tierra donde habitaron los dinosaurios.

Unos 70 jinetes culminaron ayer al mediodía la cabalgata organizada por el Ente para el Desarrollo de la Margen Sur (Endemás), una experiencia inédita del otro lado del río. Muchos de los participantes eran integrantes de grupos tradicionalistas, pero también había comerciantes, mujeres, chicos, concejales y hasta el vicegobernador Bautista Mendioroz, quien se unió desde el sábado a la noche.

“Creo que es significativo el contacto con la gente, con un sector importante de la comunidad y además, por supuesto, vender más a la margen sur, promocionarla y que los rionegrinos de a poco la vayamos conociendo”, explicó Mendioroz apenas bajó de su caballo en el cámping “El Parque”, en Las Perlas.

Las actividades se iniciaron el viernes, con todas las tareas “logísticas” para el recorrido. Desde muy temprano la gente de la “Federación Gaucha del Río Negro” y del Endemás empezaron a recibir a los jinetes que provenían desde distintos lugares.

Los que venían desde Roca, Huergo y Regina, pasaban a la margen sur por Paso Córdoba. Los que provenían desde Allen y Fernández Oro, cruzaban por la Isla Jordán. El último camión que ingresó llegó a las dos de la madrugada del sábado, el día más esperado porque se iniciaba realmente la cabalgata.

Esa mañana después de un desayuno con mate, té, café y tortas fritas, los 60 jinetes que había por entonces empezaron a cabalgar. A los pocos metros de la partida, se encontraron con el primer lugar de visita: el anfiteatro. La gente quedó extasiada al ver esta maravilla de la naturaleza.

Desde allí descendieron por la barda norte a través de imponentes cañadones con paredes que superan los 40 metros de altura y que muestran arenas y arcillas “que son una fotografía de lo que sucedió hace millones de años”, como explicó la gente del Endemás.

El recorrido siguió por el gran valle hasta arribar al puesto El Molino, propiedad de Brockerhof. Almorzaron, durmieron una siesta y siguieron hasta el puesto Tres Estrellas para armar nuevamente las carpas, al atardecer.

En ese momento llegó Mendioroz, y empezaron a arribar muchas más personas que querían compartir la noche de “bailongo” bajo la luz de la luna. “Esto es algo increíble. Folclore y pachanga en medio de la nada”, dijo uno de los participantes.

Fiesta “popular”

Unas 200 personas se unieron a los jinetes y el baile se hizo grande. Primero compartieron una vaquillona a la escalera y siete costillares, y luego empezaron a mover las piernas, junto a algunos grupos de la región.

La fiesta “popular” se podría decir que terminó a las dos de la madrugada. Pero en muchos sectores los cuentos y las carcajadas siguieron hasta más tarde, sin siquiera alcanzar a armar las carpas. Eran estos grupos los que al mediodía de ayer buscaban cualquier sombrita para cerrar los ojos y contemplar un poco el paisaje “desde adentro”.

Es que ayer, cerca de las 8, tuvieron que volver a ensillar para viajar por la extensa planicie, pasar por el mirador del Valle (donde se observa el río Limay, la ciudad de Neuquén y Las Perlas) y llegar al cámping donde los esperaban con otros seis costillares, para coronar la última etapa.

Nada faltó en esta experiencia de turismo de aventura

42 costillares, 300 chorizos, una vaquillona, cerveza, gaseosas, agua mineral, vino, café, té, mate, y tortas fritas, fueron algunas de las provisiones que compartieron los que se sumaron a los tres días de turismo de aventura. No faltó nada para hidratarse y reponer las calorías. Y tampoco para la seguridad.

Cinco integrantes de la brigada rural de la Policía de Río Negro, un veterinario y una ambulancia, siguieron el recorrido.

“Yo haría siempre esto. Me encanta”, decía ayer Bárbara, de 13 años, una de las integrantes femeninas que hizo los 25 kilómetros desde el puesto Tres Estrellas hasta Las Perlas.

El grupo apareció cerca de las 11,30 a la bajada de Las Perlas, donde los esperaban algunos efectivos policiales para atravesar el paraje.

Fue en ese lugar, donde los jinetes que venían desperdigados por las bardas, se alinearon, tomaron sus estandartes y comenzaron a avanzar hacia el cámping.

Algunos venían sin problemas, como Bárbara, pero otros con menos experiencia, traían más marcados los vestigios de la trasnochada.

En el grupo iban comerciantes conocidos de la región, el concejal cipoleño Elvis Cides (el edil de Cipolletti Leandro Gómez, también estuvo pero no cabalgó) el intendente de El Chocón, el vicegobernador y su secretario, integrantes de los grupos tradicionalistas y personas que se anotaron y alquilaron sus caballos al Endemás para no perder esta experiencia.

Cuando llegaron al cámping “El Parque”, donde finalizó la actividad, izaron las banderas argentina y la de la “Federación Gaucha del Río Negro” y cantaron todos juntos, sombrero en mano, el himno nacional. Después se entregaron diplomas a los participantes.

El Ente para el Desarrollo de la Margen Sur (Endemás) realizó varias actividades para recorrer los atractivos que hay del otro lado del río. Pero nunca había hecho una cabalgata como la que concluyó ayer. “Nosotros siempre habíamos hecho caravanas”, recordó Raúl Bolatti, uno de los integrantes del Endemás. (AC)

Mendioroz, un “gaucho” con anteojos ahumados

Bautista Mendioroz fue uno de los jinetes que se sumó ayer. Pero su aspecto lejos estaba de representar aquellos originales hombres de campo. Hasta superó al gaucho que describe en uno de sus cuentos Luis Landriscina, porque no sólo iba con zapatillas “Adidas”, sino que además llevaba puesta una camisa “Lacoste”, anteojos ahumados y una gorrita de “Chicago Bulls”. Bien criollo.

Así apareció cerca del mediodía en la bajada del paraje Las Perlas, luego de recorrer unos 25 kilómetros a caballo junto a unos 70 jinetes, la mayoría de ellos vestidos con bombacha, alpargatas y sombrero.

“Bueno, a mi me gusta andar a caballo y lo hago frecuentemente, pero no quiere decir que me tenga que mimetizar con el gaucho”, aclaró Mendioroz.

Su presencia en la cabalgata representó un fuerte respaldo al Endemás, en contraposición a la opinión del intendente cipoleño Julio Arriaga, quien recientemente consideró “delirante” el proyecto de desarrollo de la margen sur. “No comparto la declaración del intendente pero creo además que tampoco sirve demasiado la polémica. Me parece que no es bueno instalar antagonismo entre lo urbano y lo rural. Cada vez más los municipios modernos en la Argentina y en otros países del mundo son lo urbano más lo rural. Es el hospital, más el puente de la Isla Jordán. Porque ni siquiera es la misma fuente de financiamiento. No debe haber antagonismo”, dijo.

A su criterio este sector tiene “muchas perspectivas, desde muchos puntos de vista”. “Creo que el hecho de que sea un área protegida nos plantea a prima facie una gran importancia en todo lo que es la actividad turística. Sin duda ya la margen sur está atrayendo los fines de semana en función de su posición privilegiada, cerca de núcleos muy poblados. Si nosotros lo organizamos y además lo asociamos a El Chocón, al parque de los dinosaurios, a Bariloche, al corredor de los lagos, a Las Grutas, y al parque en Chimpay, seguramente el turista antes de ir a Bariloche o a San Martín de los Andes o Chile, va a pasar a conocer la margen sur y el parque Cretácico”, opinó. (AC)


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