Venganza mortal por un robo: el terrible caso que se investiga en Neuquén

Confirmaron la prisión preventiva por seis meses de uno de los presuntos autores. Según la acusación, fueron entre siete y ocho.

El robo ocurrió pasadas las 4 de la madrugada, y el botín fue variado: una moto, una bicicleta, un secarropas, una amoladora y un alargue. La pareja damnificada hizo la denuncia, pero no esperó el resultado de la investigación: reunió a un grupo de familiares y amigos, fueron hasta la casa de unos vecinos donde estaban la mayoría de los bienes y lograron que se los devuelvan casi de inmediato. Después, prendieron fuego la vivienda con tres personas adentro, y a balazos les impidieron que salieran. Uno de los ocupantes falleció, otro tiene muerte cerebral, el tercero sobrevivió con quemaduras.

Esa es la hipotesis de la fiscal Sandra Ruixo para explicar un caso de venganza por un robo que tuvo lugar en la Toma 7 de Mayo. Hay un solo detenido, Paolo Castillo, cuya prisión preventiva por seis meses fue confirmada el viernes por el Tribunal de Impugnación. Según los testigos, los autores fueron entre siete y ocho pero sus identidades se ignoran.

La víctima fatal fue José Luis Muñoz, quien murió el 8 de junio; su hermano Damián Agustín Muñoz recibió el alta aunque sufrió quemaduras en el 12% del cuerpo, y Gastón Calfín Urrutia se encuentra en estado vegetativo irreversible por daño encefálico grave producto de la inhalación de monóxido de carbono.

En la audiencia de formulación de cargos realizada el 24 de junio, la fiscal Ruixo y la funcionaria Lucrecia Solá informaron que el hecho se produjo el 23 de mayo.

Comenzó pasadas las 4.30 con el robo de los elementos mencionados en una vivienda. Después de esa hora, los vecinos del barrio escucharon una voz de mujer que gritaba: «acá está mi moto».

La siguiente escena se produjo alrededor de las 7, cuando aún estaba oscuro. Un grupo de siete u ocho personas, encapuchadas, se reunió frente al domicilio de Racedo y Pudú. En el interior estaban los hermanos Muñoz y Calfín Urrutia, quienes entregaron los bienes robados. ¿Habían sido los autores de la sustracción? No se sabe.

Después, los que estaban en el exterior de la vivienda arrojaron a través de una ventana una botella con un líquido inflamable. Así lo vieron los testigos y lo corroboró la pericia de los Bomberos.

La casa comenzó a arder. Desde adentro se escuchaban gritos desesperados, los que estaban encerrados querían salir, pero el grupo de afuera los mantuvo encerrados disparando armas de fuego y tirando piedras. El saldo en vidas es el reseñado.

En su acusación, la fiscal dijo que el imputado, hermano de la dueña de la moto, «reaccionó de manera desproporcionada para vengar un hecho de simplemente un robo de efectos materiales».

En rigor, no se sabe si las víctimas del incendio fueron autores del robo. Tampoco está demostrado que Castillo, detenido con prisión preventiva confirmada, fue uno de los que prendió fuego la casa. Todo debe investigarse, sostenerse con pruebas, llevarse a juicio y terminar en una sentencia firme.


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