Violencia de género: hostiga a su expareja pero la fiscalía no puede encontrarlo

Se trata de un reconocido empresario de Cipolletti. La primera causa penal que se inició en 2019 se archivó porque no pudieron notificarlo. En marzo, antes del inicio de la pandemia, se abrió otra investigación por los reiterados incumplimientos a la prohibición de acercamiento que pesan sobre el acusado.

Hace más de un año y medio que la fiscalía no puede notificar a un conocido empresario cipoleño que está acusado de ejercer violencia de género en contra de su expareja. Oficialmente se informó que la causa penal está “archivada” por la imposibilidad de dar con el paradero del hombre que administra bares, confiterías y restaurantes en la ciudad.

El caso se inició el Juzgado de Familia que está a cargo de Jorge Benatti y tomó estado público esta semana por la difusión de un video que muestra un episodio de violencia en el barrio El Manzanar de Cipolletti.  En la imagen se ve como un hombre intenta incendiar un auto. Su plan se frustra por la persistente lluvia de esa madrugada.

Desde el entorno de la víctima indicaron que que siente muchísimo temor y reclama una respuesta por parte del Poder Judicial. La causa por violencia familiar lleva acumuladas varias decisiones a lo largo de estos últimos cuatro años.

Se sabe que sobre el empresario rige una “prohibición de acercamiento” como medida de protección de la mujer. Sin embargo las incumple sistemáticamente y protagoniza episodios violentos  cada vez que se acerca a la casa de la víctima.

La prohibición de acercamiento es una orden judicial e incumplirla constituye un delito. Por eso cada vez que se infringe una orden de esta naturaleza la fiscalía tiene la obligación de investigar el delito de “desobediencia a una orden judicial”.

Sin embargo en este caso, la investigación parecería transitar un momento bastante relajado. En más de una oportunidad la Justicia de Familia informó a la Fiscalía sobre los incumplimientos. Pero los funcionarios que deciden la persecución penal desde el edificio de Yrigoyen y Villegas no pueden ubicar al violento.

El hombre es conocido en el ámbito cipoleño. No sólo tiene y ha tenido boliches, bares, confiterías y restaurantes sino que también se caracteriza por un perfil con alta exposición. Participa de actividades solidarias y durante la intendencia de Aníbal Tortoriello salió a cruzar públicamente al mandatario por los “excesivos” controles nocturnos de los inspectores municipales.

El hecho de ser titular de negocios y bares le serviría a la fiscalía para pedir un informe a la Dirección de Comercio Municipal que lleva un registro de las habilitaciones y con ello podrían conseguir un teléfono o dirección de contacto para notificarlo. Sobre todo en este contexto de pandemia en el que las notificaciones se han flexibilizado mucho más. La municipalidad está a 20 metros de la fiscalía, en la misma vereda.

«Para poder avanzar en el fuero penal se requiere si o si que la persona sobre la que pesa la medida cautelar (prohibición de acercamiento) este notificada de forma personal», fue la respuesta oficial.

Por eso es que la primera causa fue archivada. En marzo volvió a llegar una notificación de Familia a fiscalía por  una nueva desobediencia. Hay una investigación abierta pero el MPF asegura que es complejo acreditar los hechos. Esta causa ingresó antes del comienzo de la pandemia por el daño al vehículo de la víctima. La fiscalía sostiene que » complejo»  acreditar que los daños los produjo el sospechoso.

En el expediente figuran reiterados incumplimientos a las órdenes judiciales impuestas. Sin embargo no hubo actuaciones por parte de la fiscalía. Desde el entorno de la víctima aseguran que tiene mucho miedo y pide que la justicia tome acciones. Además, sostiene que el hombre amenaza constantemente a la mujer.


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