Viuda de autor de Millennium revela libro desconocido de la saga

Eva Gabrielsson publica Millennium, Stieg y yo, un ajuste de cuentas con los mitos sobre Larsson.

En medio de la ola de leyendas que han rondado al fallecido escritor Stieg Larsson, un rumor llegó a cifrar en 10 la serie de libros de Millenniun. Se habló de un grueso manojo de notas para desarrollar otros siete volúmenes con las aventuras de Lisbeth Salander. Aunque Larsson no era tan ambicioso, sí estaba planeando un cuarto tomo para la saga. Llegó a escribir cerca de 200 páginas y lo tituló La venganza divina. Por supuesto, es Lisbeth quien se venga.

Así lo revela Eva Gabrielsson, pareja de toda la vida del escritor, en un libro de memorias que acaba de publicar en Francia y Suecia: Millennium, Stieg y yo. Fijado para ser lanzado en abril en español, el libro es un ajuste de cuentas: Gabrielsson adelanta la trama del tomo incompleto e inédito de Millennium; insiste en que ella fue coautora de la trilogía y se lanza contra la familia del escritor, quienes han tomado el control de la obra, despojándola a ella de todos los derechos.

Unidos de hecho por 30 años, Larsson y Gabrielsson desecharon el matrimonio en 1983. Activistas de izquierda, preferían, al menos en los papeles, ser personas sin ataduras. La opción le jugó una mala pasada a Eva: tras la muerte del escritor, ella no ha recibido ni un céntimo de las ganancias de la saga. No son pocas: se han vendido al menos 40 millones de copias de Millennium. Todo ha ido al padre y el hermano del escritor, quienes el año pasado le ofrecieron cerca de dos millones de euros a Gabrielsson por concepto de herencia. Eva los rechazó: quiere el control total del destino literario de su pareja.

“Siento ira, indignación, desesperación y pánico”, escribe Gabrielsson en sus memorias, al hablar sobre la familia de Stieg. El lío entre la viuda y la familia tiene como efecto colateral que el tomo IV de Millennium no tenga para cuándo ver la luz pública. Ella, dueña del manuscrito, lo publicaría solo después de intervenirlo. Pero no tiene autorización de los albaceas.

Según Gabrielsson, en La venganza divina Lisbeth Salander persigue a todos quienes le ha hecho daño física y sicológicamente a lo largo de su vida. Por cada “fantasma o enemigo del que se libera”, Salander borra de su cuerpo el tatuaje que representa a aquella persona.

Lo que hay que son 200 páginas. Lo suficiente, según Gabrielsson, para que ella lo termine. Nada que no habría hecho antes: “Puedo decir que a menudo escribimos juntos. (Esta trilogía) es fruto de la experiencia de Stieg, pero también de la mía. De su infancia, pero también de la mía. De nuestras luchas, nuestros compromisos, nuestros viajes y nuestros miedos. Estos libros son un puzzle de nuestras vidas”, escribe la viuda.

Fuente: La Tercera


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