Volver a las aulas para hacer frente a nuevos desafíos
En todos los niveles de educación se pide planificación a largo plazo. Río Negro habló con padres, docentes y directivos que sostienen que el aula es irremplazable. Después de un año y medio atravesados por la pandemia, hay preocupación por los contenidos.
“La educación es un arma poderosa para cambiar el mundo”, dice una frase en el telón del hall central de la Escuela primaria 32 de General Roca. Hace dos semanas volvieron al establecimiento tras las vacaciones, con protocolos y la alegría de los chicos. Pero en esa escuela, como en otras de otros niveles, es grande la incertidumbre sobre cómo dar a los chicos las herramientas para cambiar al mundo.
Directivos, docentes y padres acuerdan que es imprescindible estar en las escuelas. Atravesaron un 2020 conflictivo, lleno de desafíos que debieron conquistar con pocas herramientas. En lo que va del 2021, volvieron a una presencialidad interrumpida, con la premisa de que al aula nada lo reemplaza.
En el ingreso de la escuela a las 8:15, María Laura dejaba a su hijo de tercer grado, madre e hijo estaban contentos por poder asistir al establecimiento. “El año pasado fue terrible, es importante que ellos vengan aunque sea semana por medio, si no, no se cómo van a recuperar todo este tiempo”, dijo.
Para el director Ricardo Salto de la Escuela 32 el inicio tuvo buena asistencia de los chicos. “Hay alguna dificultad en alguna familia, pero en líneas generales tenemos una vuelta a clases con normalidad”, dijo y aseguró que lo que los preocupa es cómo conseguir una mayor continuidad y sumar tiempo en la escuela.
Los chicos van una semana y la otra no y todos se adaptan al momento que se vive. “Hacemos lo mejor que podemos. La predisposición de la familia es grande y los docentes trabajamos toda la semana, pero la división de la escuela es importante”, destacó Salto.
Transitan un tiempo inestable. Pasaron de la presencialidad, volvieron a la virtualidad y luego a la bimodalidad. Creen que costará emparejar los contenidos. “Estamos en una continuidad pedagógica desde el año pasado. Hay aprendizajes que no se lograron y debemos retomarlos. Y el año próximo será igual, deberemos retomar varias cuestiones”.
El informe “Impacto de la pandemia en la educación de niños, niñas y adolescentes” presentado por UNICEF, reveló que el 91% de los hogares reportó que los chicos y las chicas tuvieron clases presenciales, y un 9% aún no retomó. Las percepciones de los hogares encuestados evidenciaron que hubo un fuerte trabajo de las escuelas, sus equipos directivos y docentes para que la vuelta a las aulas se produjera en entornos seguros y cuidados.
El acceso a la tecnología es uno de los desafíos más relevantes. Si bien se identifica una leve mejora respecto del 2020, la situación es compleja: 1 de cada 2 hogares no cuenta con computadora.
sostiene una encuesta de UNICEF sobre educación.
El protocolo da autonomía para organizar de acuerdo con la realidad de cada escuela. Salto dijo que el año pasado la demanda de los padres era con preocupación, gran ansiedad y este año hay un poco más de tranquilidad, aunque no dejan de estar atentos al proceso de sus hijos.
En la escuela, Patricia Villablanca, maestra de cuarto grado y Claudia Fische, de quinto, conversaban fuera del aula. “Los chicos vuelven con muchísima alegría. Necesitan reencontrarse. Están atentos a los protocolos, a no prestarse las cosas, no bajarse el barbijo, son muy respetuosos. Y para nosotras, no hay como estar en el aula”, confió Claudia.
El año pasado, estuvieron en el centro de la tormenta, y comparado con ese momento, es un tiempo mejor. “Se nota el cambio. Los chicos no quieren faltar, necesitan el contacto y lo manifiestan. Las familias acompañan mucho”, sumó Patricia.
No saben si volverán de forma completa, y el no saber es algo que se repite en todos los niveles y se sostiene. Las disposiciones sobre los modos de trabajo aparecen sobre la marcha.
Tamara Ramírez, es profesora de ciencias de la educación en el Instituto docente de Villa Regina. “No fue un año perdido”, sostuvo categórica y argumentó que hay cosas que tienen que ver con el lazo, lo vincular, con la transmisión de cultura, que se lograron. “No se puede desconocer el esfuerzo que se hizo para ofrecer cuestiones significativas, vinculadas a la enseñanza y al educar que es más amplio que enseñar contenidos”, dijo.
En cuanto a los desafíos, destaca que deberán plantear cuestiones claves sobre la enseñanza. Se deberán hacer ajustes y un trabajo sobre lo curricular para saber cuáles son los contenidos que en estas trayectorias escolares, atravesadas por una pandemia, no pueden quedar afuera.
“Debe ser un trabajo extensivo, y si bien hay que atender cuestiones de la urgencia, debe existir el acuerdo de que hay contenidos básicos que no se pueden abandonar. Es una conversación que se debe dar en todas las escuelas, pero debe estar orientada desde los ministerios”, dijo Ramírez.
En la educación, la proyección es importante. Muchos docentes ponen el foco en que vienen de un año y medio en el que les dicen sobre la marcha como continuar, les avisan un día antes que se vuelve al aula y relatan que es necesario pensar políticas a largo plazo.
“Tiene que ver con las condiciones de trabajo. Creo que hay como una mirada con desdén. En la residencia enseñamos a las docentes que deben planificar, y después las políticas educativas y las decisiones ministeriales establecen ‘volvés esta semana, o no volvés’, y todo ese trabajo de organización que hacen los docentes, no es valorado”, concluyó.
Escuela técnica, «es urgente volver«
En nivel secundario, cada colegio tiene su realidad. Fernando Erxilape y Elizabeth Ibarra director y vicedirectora del Centro de Educación Técnica N° 1 de Roca, sostuvieron que el regreso al establecimiento es necesario y muy importante porque «en la escuela técnica se aprende haciendo. Nuestra característica es, que el estudiante combina su actividad pedagógica con lo práctico”, relataron.
Lo más preocupante, para ellos, es que el estudiantado tendrá un contenido mínimo de saberes, y es un problema para los que están terminando la carrera.
“Estoy contento de volver, sentía que en la virtualidad no aprendía nada”, decía Enzo, un alumno que egresa este año de la escuela técnica
Los directivos destacaron que la pandemia les quitó un año y medio de enseñanzas teórico-práctica, y los obligó organizarse, sin un manual de instrucciones. Lo hicieron a pulmón, con imaginación para buscar estrategias y llevar adelante las trayectorias. Se buscaron los medios para llegar vía mail, Whashapp, fotocopiadoras.
Ven que las herramientas con que se manejan no son suficientes y que la pandemia desnudó la situación del establecimiento. Les faltan herramientas de informática, computadoras y hasta internet, que en su caso lo obtienen gracias a la cooperadora.
“Ese sentir que la escuela tiene, como ningún otro estamento del sistema educativo en el que está inserto, es porque tiene claro las competencias de sus estudiantes y lucha para que los conocimientos impartidos y habilidades especificas sean más efectivos, que se contextualice antes de insistir en abstracciones y en este sentido, la escuela, muchas veces esta sola”, aseguraron los directivos.
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