Volvió a Chos Malal para mejorar su vida, pero la quieren hacer regresar a Neuquén

Desde Chos Malal, un grupo de personas disidentes, de la diversidad y feministas piden ayuda para Suyai. Ella es una mujer trans de 47 años cuyo nivel de desamparo llaga al punto de nunca haber tenido un DNI. Regresó a Chos Malal porque nació en un paraje cercano y «está cansada de dar vueltas», pero quienes la acompañan denuncian que el Estado, en lugar de ayudarla a establecerse, pretendió que vuelva a Neuquén capital.

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Ro Vázquez es una de las personas que acompaña y quien explicó parte de la situación. Contó que conocieron a Suyai en una actividad por el Día del Orgullo, el 28 de junio. Ella estaba durmiendo en la terminal y había conseguido asistencia desde el hospital y Desarrollo Social. También se le empezó a tramitar el DNI.

Con ese primer impulso, el grupo informó que contactó al área de Diversidad municipal, pero les respondieron que no tenían herramientas y que solo podían acompañar. Sobre este punto cuestionaron que no se aproveche el cupo laboral trans, que se aprobó en septiembre del año pasado, para darle seguridad laboral a la mujer.

Vázquez detalló que Suyai ha sufrido constantes situaciones de violencia durante su vida y ninguno de los organismos estatales que intervinieron por los mismos le brindaron la contención necesaria. A pesar de todo lo sufrido, logró cumplir 47 años. Según el primer relevamiento a la población que se realizó en la región en 2017, la población trans ronda entre los 26 y los 40 años.

Para mejorar su vida, Suyai decidió volver a Chos Malal y «dejar de dar vueltas». Según el grupo que la acompaña, el Ministerio de Desarrollo Social ofreció un pasaje a Neuquén capital para que ella se dirija a la Dirección Provincial de Diversidad. Aseguran que le dieron mal la ubicación y que desde este organismo respondieron que no estaban al tanto de la situación.

Gracias al grupo de contención, Suyai logró permanecer en Chos Malal. Desarrollo Social le dio una ayuda de emergencia, con un pago por única vez de $15.000. Con ese dinero y el aporte solidario de los vecinos lograron que Suyai tenga un techo, aunque saben que aún queda mucho por hacer y que esta mujer trans tenga la reparación que se merece.