Descubrí la Ruta 68 en el norte neuquino, una nueva maravilla para explorar

Une Tricao Malal con el volcán Domuyo y sus 74 km de tierra permiten a los crianceros ahorrar días de arreo y a los pescadores llegar a la laguna Atreuco. El fotógrafo Martín Muñoz la recorrió y aquí comparte su relato y sus imágenes.

La ruta 68 de Neuquén une la localidad de Tricao Malal con el Área Natural Protegida Domuyo, el pueblo de Varvarco y las termas de Aguas calientes y es una gran nueva opción para explorar y maravillarse con el norte neuquino. Se puede transitar desde hace dos años, después de que terminaron los trabajos conjuntos de la provincia, Vialidad provincial y la municipalidad de Tricao Malal. Es de tierra, llega a los 2.900 metros en su tramo más alto y está recomendada para picks ups sin remolque. Con precaución, los autos también la están transitando en estos días y lo hicieron en el verano. Cuando cae la primera nevada intensa se corta hasta la primavera.

El volcán Domuyo visto desde la Cordillera del viento. Foto: Martín Muñoz.

Tiene varios objetivos: uno es el turístico, para unir una localidad alejada como es Tricao Malal a la zona del volcán Domuyo y el resto de los pueblos del norte. También facilita acceso a un lugar muy atractivo para los amantes de la pesca como la laguna Atreuco.

La huella de tres km que abrieron los pescadores para llegar desde la ruta 68 a la laguna Atreuco. Foto: Martín Muñoz

Los pescadores hicieron una huella de unos tres km para llegar hasta ahí desde la ruta 68 y después la máquina ayudó a consolidarla.

Laguna Atreuco. Foto: Martín Muñoz.

Han sacado truchas arco iris de entre tres y cuatro kilos allí este verano.

Un pescador y la trucha antes de la devolución en la laguna Atreuco. Gentileza.

Los arrieros pueden ser asistidos por vehículos


Otro aspecto muy valioso es que los crianceros trashumantes que tienen sus puestos de veranada y una huella de arreo por esta zona ahora pueden ser asistidos por vehículos y ahorran también varios días de travesía al cortar camino por la nueva traza que cruza una pampa que llega casi a los 3.000 metros.

Chivos al atardecer en el norte neuquino. Foto: Martín Muñoz.

Es una zona muy fría y cuando queda cubierta por la nieve los arrieros no la cruzan, esperan el momento oportuno en un refugio.

La historias transmitidas de generación en generación cuentan que a varios se le han muerto animales y que incluso un criancero perdió la vida allí y una cruz lo recuerda. Es un área de la Cordillera del Viento sin nada de reparo.

Un arriero baja con sus animales desde la zona alta del Domuyo rumbo a la 68. Foto: Martín Muñoz.

Por estos días, los crianceros ya están bajando de las tierras de veranada (donde las crías se hicieron fuertes con las pasturas de las zonas altas y el agua de deshielo) hacia las de invernada, para empezar otro ciclo con las pariciones de primavera.

La 68 y el imponente volcán Domuyo. Foto: Martín Muñoz

Para transitar la 68 siempre es recomendable chequear el pronóstico metereológico y recordar que se interrumpe la circulación con las primeras nevadas intensas y es aconsejable chequear el parte de Vialidad provincial.


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