La ruta 68, una nueva maravilla para conocer en el norte neuquino

Une Tricao Malal con el volcán Domuyo, se inauguró en marzo del 2020 y permite a los trashumantes ahorrarse varios días de arreo. Queda bajo la nieve en el invierno y sus 74 km son un espectáculo que vale la pena recorrer. Ricardo Kleine Samson lo hizo y aquí comparte su crónica y sus fotos.


Estamos saliendo de Tricao Malal, un pintoresco y casi desconocido pueblito del norte neuquino, pero con una historia más cargada de viejas historias, como la del viejo almacén, que muchos de sus pueblos vecinos, de hecho, la exagerada cantidad de loros barranqueros que lo habitan son los responsables de desparramarlas por toda esta hermosa región. De manera que todo lo que sabemos de Tricao se lo debemos a ellos.

Precaución… loros cruzando la ruta. Foto: Ricardo Kleine Samson.

Por otro lado, y como curiosidad, le comento que este es el único pueblo del mundo… ¡Del mundo! Mire lo que le digo, donde los vehículos detienen su marcha para que los loros crucen la calle sin peligro y a las pruebas me remito.

Bienvenidos al almacén. Foto: Ricardo Kleine Samson.

La gente, por otro lado, los cuida más por miedo que por respeto…saben que si los molestan los loros se largan a divulgar sus secretos…y bueno, ya sabe, pueblo chico, infierno grande.

A buscar provisiones. Foto: Ricardo Kleine Samson.

Ya sobre el final del pueblo aparece la nueva ruta provincial N° 68 que, con menos de un año de inaugurada, vincula a Tricao con el Domuyo con sus 74 km de recorrido que, para los trashumantes que van o vienen entre ambos lugares, ha sido una excelente y celebrada alternativa que les evita varios días de cansador arreo.

Puesto de veranada. Con la nueva ruta, los trashumantes pueden ir al Domuyo desde Chos Malal sin pasar por Andacollo y Las Ovejas. Foto: Ricardo Kleine Samson.

Y para los turistas, otra de las tantas bellezas para conocer y descubrir en este norte neuquino. Al respecto, los loros me decían que, si el mundo tiene 7 maravillas, el norte neuquino tiene millones y mucho más lindas que las 7 maravillas y, esta nueva ruta, viene a coronar tanta belleza.

Otra de las postales inolvidables que ofrece la zona. Foto: Ricardo Kleine Samson

Y, sino, véala Usted mismo con ese senderito tan humilde y asimétrico con el imponente macizo del Domuyo que se impone por doquier allá en el fondo.

Uno de los arroyitos que hay que vadear. Foto: Ricardo Kleine Samson.

O esos vaditos de agua tan bonita y transparente que hay que cruzar de arroyitos que se escurre en imponentes cajones que los glaciares han horadado en tantos millones de cosas que han sucedido para hacer este lugar tan bonito y, después, salen por allá como jugando a la escondida.

La ruta está en buen estado Foto: Ricardo Kleine Samson.

Por otro lado, convengamos que los loros no son tan exagerados como el que escribió la advertencia del cartel que dice: “para vehículos tipo pick-up” porque el camino está en tan buen estado que hasta lo puede hacer en un auto pequeño, mientras no sea un 600 y, si me equivoco, le devolvemos el dinero.

El cartel en la ruta 68. Foto: Ricardo Kleine Samson.

Recuerde, ruta provincial 68, tan sólo 74 km de un recorrido bellísimo, desde Tricao al Domuyo y no confíe tanto en los carteles como en los loros.

Un saludo.

Una de las maravillosas cercanas: el Cajón del Atreuco por la ruta 43. Foto: Ricardo Kleine Samson.

Para ver el recorrido del autor de la nota podés hacer clic acá


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