Épico viaje a Copahue, la villa termal tapada por la nieve: la mejor excursión y esquí fuera de pista
Vacaciones de invierno: a 370 km de Neuquén capital, en esta joya de la Patagonia cubierta por un manto blanco, en el refugio El Montañés podés tomar algo entre el volcán y las lagunas termales. Hay travesías para internarse en la montaña con motos de nieve o esquíes. Mirá...
Cuando Adrián y Fernanda decidieron dejar de ser instructores de esquí en cerro Caviahue y apostar a un proyecto turístico propio, tenían a Copahue en la mira. Ahí, al oeste de Neuquén, al norte de la Patagonia, al pie de un volcán y alrededor de la villa termal que queda sepultada por la nieve en los meses más fríos, había una oportunidad para organizar excursiones y travesías fuera de pista en esas montañas donde hay que tener cuidado de no pasarse a Chile de tan cerca que está la frontera. Para eso, alquilaron el refugio El Montañés en el 2021, repitieron el año pasado y en el 2023 continuaron con su apuesta, cada vez más armados. No les podría haber ido mejor: ya les quedan pocos lugares libres en las salidas que vienen y también se llena de residentes y turistas que llegan en motos de nieve, 4×4 adaptadas, esquíes de travesía o en grupos con otros prestadores que avisan que irán con sus clientes en el único lugar donde se puede tomar o comer algo en este paraíso de la Cordillera de los Andes que asombra a los visitantes a unos 370 km de la capital provincial.
Nico, único habitante civil de Copahue en estos días, trabaja con ellos y pasa temprano a poner en marcha la calefacción y hacer circular el agua para que todo esté a punto cuando lleguen. Hay platos del día, café, chocolate, pizzas, bifes y cervezas para disfrutar en las mesas de afuera cuando la temperatura y el solcito lo permiten, de cara al vapor de las lagunas que bullen por su alta temperatura y no dejan que la nieve las oculte. El domingo, cuando llegaron, lo encontraron tapado por la nieve. No quedó otra que palear para despejar el acceso al frente y largar el gas de los tubos detrás, «No tardamos mucho», cuenta Adrián, como si contara algo rutinario. Y en verdad lo es para ellos. «Estamos bien de nieve, está lindo Copahue. Esperamos un par de buenas nevadas más acá y en Caviahue» agrega.
Cómo llegar a Copahue
Para disfrutar de este mundo lo primero es llegar a Caviahue, la aldea de montaña a la que tenés que ir al menos una vez en la vida. Está a 360 km de Neuquén Capital, todo por asfalto y ya el último tramo del camino anuncia que algo distinto te espera cuando vas en invierno por la ruta 26 que atraviesa el Cajón de Hualcupen, con la nieve acumulada a los costados cuando pasa la máquina después de las nevadas y los puestos de los crianceros emergen en el manto blanco.
Tras esos 17 km, ya cerca de la aldea de montaña, hay una recta que conduce a un lago azul profundo, a la izquierda ves la primera línea de cabañas y hosterías de frente al agua que espeja las cumbres nevadas cuando no sopla el viento, el innombrable que acomoda la nieve como quiere y que los pioneros evitan invocar. Y detrás, una mole blanca que tiene una laguna en el cráter y una fumarola que se recorta sobre el cielo celeste y puro de la Patagonia cuando está despejado y que recuerda que la vida allí transcurre al pie de un volcán activo, el Copahue.
Primera parada: podés estacionar de cara al lago y disfrutar de esa panorámica. En las laderas del cerro se ven las camperas multicolores de los esquiadores que brillan en el centro de esquí que está a apenas un kilómetro y medio de la villa y hasta podés ir caminando.
La aventura de llegar a Copahue desde Caviahue
Hasta Copahue hay 18 kilómetros que también quedan bajo el manto blanco en el invierno, por eso la ruta provincial 26 no se puede transitar hasta entrada la primavera. Pero Adrián y Fernanda lo acortan a unos 8 km desde Caviahue. Según cómo venga el día, pueden ir juntos en la camioneta adaptadas con orugas fabricadas en Rosario que resultaron mejores que las importadas o uno de ellos en moto de nieve al frente de las otras motos según la cantidad de clientes que tengan. Puede ser la familia rosarina que los vio palear para entrar al refugio como el domingo, un grupo más grande como el de ayer o los mendocinos de la semana pasada. «¿Qué dicen al ver eso? Y, no lo pueden creer», cuenta Adrián.
Después de unas dunas blancas, de subidas y bajadas y de lagunas congeladas donde efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea hacen la campaña preantártica para aclimatarse, avanzan con el volcán Copahue y su fumarola a la izquierda y cumbres nevadas en el horizonte. Entonces se acercan a la villa. Desde lejos se ven los techos de colores. Desaceleran y la cámara hace un paneo: hay construcciones debajo de la nieve, otras que asoman la parte más alta, otras que emergen casi completas. Llegaron.
Después, Fernanda queda a cargo del refugio donde podés tomar un café por 600 pesos, un licuado por 1.000 una gaseosa por 800 y una pinta de cerveza artesanal por 1.000 pesos. Una milanesa con guarnición vale 3250 pesos, una pizza napolitana 2800 pesos y un bife de chorizo 4.000 pesos. No rige el te arranco la cabeza porque soy lo único abierto en ese desierto de nieve. «No es la idea», dice Adrián, que toma el comando de las excursiones.
Una de ellas, el clásico, es la que recorre Copahue de punta a punta, con almuerzo y merienda en el refugio y cuesta 30.000 pesos por persona (menores de 6 gratis). Las otras ofrecen asombrosos recorridos en moto de nieve o salidas de esquí fuera de pista hacia las cumbres más altas. El precio depende de la que elijas y lo mejor es que consultes opciones. Vas a volver feliz como todos los que estuvieron en esa maravilla de la naturaleza por la que un día decidieron apostar Fernanda y Adrián.
Contacto con Caviahue Aventura: +54 2942 527696.
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