La Naranja fiel, un Renault 4 del ’85 los llevó hasta el Glaciar Perito Moreno y la sorprendió este broche de oro
Nazarena Mansilla tiene 28 años y Matías, Mike, Barabas 32. Son de Buenos Aires y en un Renault 4 GTL del año 1985 vivieron el viaje de sus sueños.
En un Renault 4 Naza y Mike recorrieron los mejores paisajes de la Patagonia. Fotos y videos en Instagram @nazamansillaa y @mike_barabas.
Son aventureros y comenzaron a rodar sus primeros kilómetros con una primera gran misión: «conocer nuestro país antes de salir a recorrer el mundo». Nazarena Mansilla tiene 28 años y Matías Barabas, a quién todos llaman Mike, 32. Son de Buenos Aires, hace nueve años están de novios y comparten el amor por viajar. Hace un tiempo Mike restauró un Renault 4 GTL del año 1985. Lo hizo con más pasión que profesión, pero el resultado fue excelente, porque «La Naranja», como lo llaman, los llevó a recorrer 7740 kilómetros de caminos de la Patagonia, en 20 días de viaje en los que pasó de todo y fueron inmensamente felices.
Para comenzar a hablar de sus andanzas, Nazarena aclara que no se trata solo de ellos. «Somos muy perreros, tenemos tres perros: Hanna de nueve años (que ya no viaja porque esta grande), Floky de cuatro y Alay de un año. Siempre que podemos los llevamos, ellos dos fueron parte de esta aventura, nos encanta ver como exploran nuevos territorios», destaca.
Una vez que están todos presentados pone el ojo en la otra protagonista del grupo de viajeros: «La Naranja». Son parte de un grupo llamado Restauradores del Renault 4 en Facebook. «Está muy bueno porque esta conformado por hombres y mujeres de diferentes edades tanto de Argentina como de otros países, que son fanáticos como nosotros de este auto, cada uno con una historia detrás. La verdad que gracias al grupo y a este autito conocimos gente maravillosa que hoy es como nuestra familia», cuenta.
El auto llegó a ellos cuando, el 7 de abril de 2019, se lo cambiaron a un señor por una moto chica. No tenía la apariencia que tiene ahora, cuando posa en las fotos frente a los mejores paisajes de la Patagonia. Llegó a ellos en estado de abandono, con partes oxidadas y sin rodar.
Pero en un año y medio, pandemia mediante, aunque no se dedica a eso, porque es herrero, «Mike se puso a trabajar íntegramente en el proyecto y La Naranja volvió a la vida», dice Naza.
El primer gran objetivo que se plantearon fue llegar desde Buenos Aires hasta el Glaciar Perito Moreno. Les hubiese gustado llegar hasta Ushuaia pero para eso se necesitan más días y Naza tiene vacaciones limitadas.
La Naranja rumbo al Glaciar Perito Moreno
«Emprendimos viaje el sábado 18 de febrero. El primer tramo fue duro desde Buenos Aires hasta Neuquén capital, donde nos esperaban unos amigos renoleros Gaby y Nico. Ese día hicimos 1150 kilómetros fue el día que más horas viajamos», comienza el relato y el viaje Nazarena.
De ahí, las próximas paradas fueron San Martín de los Andes, Villa Traful. Todos eran lugares que no conocían y a medida que aparecían por las ventanillas del R4 los enloquecían con su belleza. «En Villa la Angostura hicimos la cascada Santa Ana que la recomendamos es un lugar mágico», cuentan con entusiasmo.
Llegaron a Bariloche donde los esperaban más amigos del Renault 4. Con Mauri y Sifrido disfrutaron de una tarde maravillosa entre anécdotas y la pasión por los Renolitos.
Después partieron a El Bolsón, donde recorrieron el gran Cajón del Azul. «De ahí pasamos por Esquel para viajar en la famosa Trochita, el tren de trocha angosta que con más de 100 años funciona a vapor, recomendamos si andan cerca conocerlo», destacan.
Cuando bajaron del tren, siguieron camino en La Naranja y pasaron una noche en Perito Moreno. El plan inicial era llegar a El Chaltén y quedarse dos días, pero el pronostico anunciaba lluvias toda la semana asique tuvieron que cambiar de planes e ir directamente al El Calafate.
«El sábado 4 de marzo por fin llegamos al Parque Nacional Perito Moreno, fue muy emocionante llegar ahí sin problemas, habíamos alcanzado nuestra meta al fin, o al menos era lo que yo pensaba», dice Naza, se ríe y anuncia acción…
El auto lo tuvieron que dejar en el estacionamiento y se dedicaron a caminar las pasarelas mientras admiraban ese paisaje hermoso que les regalaba el sur a borbotones. Nazarena tal vez pensaba al caminar sobre lo grandiosa que es la Patagonia, o tal vez no, pero no imaginó lo que vendría.
«En un momento Mike programa la cámara para ‘supuestamente’ sacarnos una foto con el temporizador y saca un anillo. Su meta era también proponerme casamiento y la verdad que ¡No pudo haber elegido un mejor lugar y momento!», cuenta y agrega «Así fue que, una vez más, La Naranja formaba parte de uno de los momentos más importantes de nuestras vidas».
Con el anillo en el dedo y el amor en el cuerpo, siguieron viaje para emprender la vuelta. Pero esta vez, irían por la costa, por la ruta 3. La primera parada fue Puerto San Julián, y de ahí fueron a Puerto Pirámides por Península de Valdez.
«Tuvimos la suerte de ver a una pareja de pingüinos y a unas orcas. Volvimos de ahí para Puerto Madryn y tuvimos un pequeño accidente. A un camión que venía de frente con una carga de piedras, se le cae una e impactó en nuestro parabrisas», escribe la viajera.
Al no tener el parabrisas laminado estalló y tuvieron algunos pequeños cortes, pero nada grave por suerte. El problema en medio de esos caminos solitarios era dónde conseguir un parabrisas de Renault 4 para volver a casa.
Estaban por desesperar pero «ahí apareció nuestro salvador, Carlos Chiche Mena que es parte del grupo de restauradores y nos regalo el parabrisas de su Renolito que esta en proceso de restauración», cuentan y la importancia de una comunidad unida por la pasión sale a la luz.
«La verdad es que nos salvó, todavía queda gente de gran corazón, recomendamos si andan por Puerto Madryn se acerquen al Monumento al Indio Tehuelche que siempre esta nuestro amigo Chiche vendiendo las mejores tortas fritas patagónicas», relatan.
Finalmente regresaron a su casa felices y planeando las próximas rutas que recorrerá La Naranja. «Agradecidos por todas las personas que se cruzaron en el camino, que se acercaron a saludarnos y felicitarnos por el auto, que no podían creer la cantidad de kilómetros que hicimos que, así como quien no quiere la cosa, fueron en total 7740″.
Seguí las historias de La Naranja en Instagram: @nazamansillaa y @mike_barabas.
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