Reabre el ANPRALE: vuelve el trekking por los refugios de El Bolsón, con cupos, registro obligatorio y controles

El Bolsón retoma su temporada de trekking con un modelo sustentable, refugios comunitarios y un entorno cordillerano que pide ser recorrido con responsabilidad.

El ANPRALE vuelve a abrir sus senderos tras los incendios, con cupos estrictos y registro obligatorio para cada visitante.

El anuncio llegó temprano, directo desde las redes del gobernador Alberto Weretilneck: este 21 de noviembre reabre el Área Natural Protegida Río Azul–Lago Escondido (ANPRALE). El mensaje fue claro y con el tono habitual cuando se habla de un territorio delicado: “Es clave que todas y todos respetemos el Protocolo de Ingreso y Egreso para garantizar seguridad en cada visita. Disfrutemos de este paraíso, pero sobre todo cuidémoslo”.

La noticia fue celebrada entre prestadores y refugieros, que llevan meses esperando este momento. Para muchos, la reapertura trae memoria inmediata, la lucha contra los incendios del año pasado, los días sin dormir, el humo pegado a la ropa y los senderos vacíos. Por eso hoy son aún más enfáticos. Habrá cupos estrictos tanto en los refugios como en el ingreso al área, y cada visita deberá planificarse con reserva previa. “Debés caminar seguro, respetar el lugar y, lo más importante, no hacer fuego donde no está permitido”, recuerdan quienes trabajan en la montaña.

En la misma línea, Weretilneck adelantó que el acceso será con registro obligatorio. Cada persona deberá completar un formulario, declarar su itinerario y ajustar su caminata a los horarios establecidos. Habrá controles rigurosos para prevenir emergencias y proteger un ambiente único de la cordillera.
Para registrarte y consultar el estado de los senderos, la información oficial está disponible en anprale.com.

Refugieros y prestadores celebran la reapertura y recuerdan la importancia de caminar seguro y sin hacer fuego.

Un territorio inmenso, una red de senderos única


A lo largo de décadas, El Bolsón consolidó una de las redes de trekking y refugios más completas y sostenidas de Sudamérica. Desde los 90, el esfuerzo combinado de organizaciones locales, refugieros y el municipio permitió organizar circuitos señalizados, áreas de descanso, un sistema de reservas y esa trama humana que sostiene la experiencia en la montaña.

El sistema forma parte del Área Natural Protegida Río Azul–Lago Escondido, más de 300.000 hectáreas de bosque andino patagónico, ríos de deshielo, lagunas frías y cumbres que amanecen con hielo incluso entrada la primavera. Con más de una docena de refugios conectados entre sí, es posible realizar travesías de varios días, encadenando valles, filos y miradores.

La temporada pasada dejó una herida profunda: los incendios que consumieron 3.890 hectáreas, de las cuales unas 400 eran bosque nativo. El impacto obligó a cerrar accesos y revisar cada circuito. Desde entonces, autoridades, organismos ambientales y grupos locales trabajaron en restauración de estructuras, análisis de suelo y planes de manejo.

El Bolsón retoma su temporada de trekking con un modelo sustentable, de baja escala y en equilibrio con la montaña.

Con estudios del Conicet como base, se definió cuáles senderos están en condiciones para reabrir y cuáles deberán esperar y se anunciaron hace un mes, obras, que superan los $656 millones de inversión provincial, para mejorar la conectividad y garantizar un acceso seguro.

El modelo turístico de El Bolsón mantiene su esencia: baja escala, manejo comunitario y profunda conciencia ambiental. Los refugios son operados por familias que viven del y en el territorio; no hay grandes hoteles ni accesos vehiculares. Todo se hace a pie, a ritmo humano, en equilibrio con la capacidad de carga del ambiente. Esa identidad es parte de lo que vuelve único al ANPRALE: una montaña que se recorre desde la cercanía, con responsabilidad y sin artificios.


Más que trekking: naturaleza, ferias y cultura local


  • Quienes llegan a El Bolsón encuentran algo más que senderos. La experiencia se completa con una red de espacios comunitarios, naturaleza accesible y cocina local.
  • La Feria Regional, una de las más grandes del país, vibra con artesanos, productores, músicos y artistas de la comarca.
  • Cascadas y balnearios naturales, como la Cascada Escondida o el Pozo de las Ánimas, ofrecen descanso después de la caminata.
  • Cervecerías artesanales, muchas con producción propia y mesas con vista a la cordillera.
  • Chacras agroecológicas, donde se puede conocer la producción local de frutas finas, dulces, lúpulo y panificados.
  • Eventos culturales y festivales, que cada verano convocan a turistas y residentes por igual.

El ANPRALE vuelve a abrir sus senderos tras los incendios, con cupos estrictos y registro obligatorio para cada visitante.

El anuncio llegó temprano, directo desde las redes del gobernador Alberto Weretilneck: este 21 de noviembre reabre el Área Natural Protegida Río Azul–Lago Escondido (ANPRALE). El mensaje fue claro y con el tono habitual cuando se habla de un territorio delicado: “Es clave que todas y todos respetemos el Protocolo de Ingreso y Egreso para garantizar seguridad en cada visita. Disfrutemos de este paraíso, pero sobre todo cuidémoslo”.

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