Una bodega artesanal se une a la ruta del vino en la puerta de la Patagonia
La Bodega Puerta Oeste, de Viviana Goldstein y Julio Penros, elabora sus vinos desde el 2011 y a partir de este año, se encuentra habilitada para recibir turistas y brindarles atención de calidad.
Una propuesta en Neuquén, para conocer el trabajo de una bodega artesanal, pequeña y familiar.
En Senillosa, Neuquén, Viviana Goldstein y Julio Penros tienen un viñedo y un emprendimiento que a fuerza de trabajo no para de crecer. Es la nueva parada, que se acaba de sumar a la ruta del vino neuquina, desde la mirada de una bodega artesanal, pequeña y familiar. La Bodega Puerta Oeste elabora vinos buenos, con identidad patagónica y a partir de este año, se encuentra habilitada para recibir turistas y brindar una atención de calidad.
La bodega nació a finales de 2006 cuando Julio y Viviana compraron las dos hectáreas. Hoy tienen frutos secos como nogales, almendras, están los corrales, la casa y el edificio de la bodega. «Arrancamos con esta superficie. Aquí decidimos hacer vino en un primer momento sin saber nada y a partir de allí, fue empezar a aprender, cómo íbamos a llevar adelante esa decisión que habíamos tomado”, cuentan sus propietarios.
Aprendieron a elaborar buenos vinos, que ganaban premios y decidieron crecer. Son ellos los que manejan el viñedo, el tractor, la bodega, la comercialización y todo lo que surja. Y como siempre apuestan a más, pensaron que sería bueno abrirse al turismo. «Ante la propuesta de la gente de Neuquén Tur y Centro Pyme de Neuquén, hace dos años y medio comenzamos a trabajar para darle forma a esta idea», relata Julio.
Atienden los días viernes y sábado, desde las 12:30, aunque reconoce que muchas veces el turista llama, y coordina que estará pasando por Neuquén a otra hora y se busca la solución. Ofrecen básicamente dos tipos de servicios y para ir siempre hay que hacer la reserva previa y anticipada.
Para las dos opciones, se hace una recepción, una visita al sector del viñedo, se cuenta la historia del proyecto y después una alternativa es la degustación con maridaje. «En un ambiente familiar probamos algunos vinos con algún maridaje todo casero, sea empanadas, panes saborizados, quesos, nueces o almendras”, contó Julio.
La segunda opción se pone a andar en momentos especiales, en los que se convida un almuerzo. Se hace sobre todo en fechas patrias, feriados largos, con cantidad de visitantes limitada.
«Demanda una logística más grande y hacemos todo casero, así que las reservas son con una seña para confirmar», dice Julio y asegura que al recibir a los visitantes, les gusta que se genere un buen momento, en el que compartir, es la palabra clave.
En la puerta de la Patagonia
El emprendimiento se llama Puerta Oeste, por la ubicación de la localidad de Senillosa, esa entrada a la Patagonia en la que ellos tienen su pedacito de tierra.
«Son solo dos hectáreas, en las que desarrollamos todo el emprendimiento, es chiquito en tamaño y grande en resultados potencial. Estamos en la categoría de elaboradores artesanales, que abarca hasta 12 litros».
La historia de todo esto comenzó cuando consiguieron las estacas de Malbec y Pinot Noir y armaron las primeras 7 filas de vinos. En el 2012 se incorporaron al plan vitícola de la provincia de Neuquén a través del Centro PyMEs. También sumaron Cabernet Franc, Chardonnay y están armando en este momento, en un parral, entre un cuadro y otro, de Torrontés riojano.
“Elaboramos nuestros vinos en botellas de 750 cc y la comercialización es regional, local y también llegamos a los lugares más importantes del país”, afirmó la dueña. Puerta Oeste tiene un distintivo: son únicos con certificación sin TACC en el país.
Hasta el 9 de junio están cerrados al público, pero a partir de ese día, se pueden comunicar por redes a Instagram o Facebook Vinos Puerta Oeste, o al teléfono 2994041743 para coordinar visitas.
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