En Neuquén se vive la primavera a vuelo de pájaro

La Real Academia Española define “pajarear” como “cazar pájaros. Vagar sin trabajar o sin ocuparse en cosa útil”. Opuesto a eso, cientos de personas en el mundo le dieron un nuevo significado al verbo.

Mientras los árboles se ponen verdes y las flores ganan terreno los pajareros de la región se arman con binoculares o prismáticos para salir a observar aves, compartir experiencias, investigar y dejar volar una pasión.

Desde el ave más grande del mundo, el cóndor, pasando por el intelectual pato de anteojos, el pájaro carpintero gigante, hasta el más veloz halcón peregrino, anidan en Neuquén. En estas tierras hay 286 especies para observar y esta época es la elegida, en la que los COAs (clubes de observadores de aves) de la región despliegan varias actividades.

A su vez, existen en la provincia 12 Áreas Importantes para la Conservación de Aves, denominadas AICA’s. Algunas de ellas son el Parque Nacional Laguna Blanca, el Parque Provincial El Tromen y se consideran sitios de categoría Ramsar, ya que poseen humedales de importancia internacional, donde miles de aves nidifican y se alimentan.

En viaje

Cecilia de Larminat, integrante COA Las Lajas, comentó que la primavera es ideal para iniciarse en el avistaje de aves porque están en su período reproductivo. Además, por estos días se desarrollan los viajes de las aves migratorias, entonces se ven más cantidad de especies.

“Es ahora cuando despliegan todo su esplendor, con plumajes llamativos y tienen en una mayor actividad, ya sea de cortejos, disputas territoriales, nidificación, cría. Por eso nos resulta más ‘fácil’ e interesante la observación”, comentó Cecilia.

El celular o la cámara fotográfica es el segundo elemento que un pajarero no debe olvidar. Pero todos deben tener en cuenta que en caso de encontrar nidos, no deben acercarse ni molestarlos. Los pichones que no pueden volar están en una etapa de la crianza y lo ideal es dejarlos donde están. Además, según las recomendaciones de Larminat, hay que tener en cuenta que los mejores momentos para salir son el amanecer y la tardecita.

“Son los horarios de mayor actividad de las aves (alimentación). También inmediatamente después de una lluvia o temporal de viento. Por otra parte, hay que llevar ropa del color del ambiento u oscura; evitar el blanco y colores llamativos. Desplazarse con movimientos lentos y en silencio, con el sol a la espalda (así no somos vistos). Si vamos con el sol en contra, nos encandilamos y solo vemos siluetas”, explicó la aficionada.

Los clubes de observadores de aves, una guía a la hora de salir

En todo el país, existen clubes de observadores de aves (COA’s), en los que los amantes de los avistajes organizan actividades. Ellos no solo miran, también inciden en políticas públicas, en educación ambiental y en la lucha contra el tráfico de fauna. Son grupos independientes, voluntarios, sin fines de lucro, que realizan actividades. En Neuquén existen 7 COA´s que se pueden encontrar en las redes sociales:

– Cauquén Real, San Martín de los Andes

– Tintica, Villa La Angostura

– Cóndor Andino, Junín de los Andes

– Raki, Neuquén Capital

– Choique, Zapala

– Cordillera del Viento, Zona Norte del Neuquén

– COA Las Lajas

También hay COA’s en ciudades cercanas

– COA Ñacurutú, de General Roca

– COA Tucúquere de Bariloche

– COA Diucón de Esquel

– COA Península Valdes

Lo que hay que llevar en un día de avistaje

– Binoculares (recomendable 8×30 o 10×30)

– Libreta para anotar lo que ven.

– Protección para el sol y mosquitos (ideal manga larga)

– Agua y alguna barra de cereal o fruta

– Cámara fotográfica

– Calzado adecuado para el terreno que se recorre

– No ir solo, en lo posible. Y conseguir los permisos necesarios en caso de querer acceder a terrenos privados