“Los estúpidos fundamentalistas”

En este andar casi alocado por el siglo XXI tratando de explicar la diversidad del comportamiento humano, vemos con preocupación cómo se naturalizan algunas conductas de la personas, como si fuesen normales. Pareciera que es muy difícil darnos cuenta de que aún nos dominan instintos primitivos como la dominación, el sometimiento y el autoritarismo. Todavía seguimos cultivando la imagen del “macho alfa” o del “mesías” salvador que con su llegada nos garantiza prácticamente la solución a todos los problemas. Esta visión no sólo oculta una gran ignorancia sobre el desarrollo de la cultura humana, sino también una falta de perspectiva sobre cuál debería ser la mejor forma de organización social.

Era de esperar que la globalización de las comunicaciones contribuya a mejorar la educación y la cultura de grandes cantidades de personas… pero no, pareciera que se acentúa el misticismo, las miradas sesgadas y la falta de confianza en posturas científicas y académicas. Se cree más en lo vulgar que en lo académico y esto denota fallas graves de un sistema de organización social que no fortalece lo educativo, el pensamiento crítico, el ejercicio de la dialéctica, la difusión efectiva, y sin “ediciones” del conocimiento. Es cierto, es más fácil “gobernar” grandes masas de personas ignorantes que poblaciones instruidas, con capacidad de generar ideas. Los ejemplos están a la vista: una vez que se “eligen” los líderes de una organización social, sea un país o una sociedad de fomento, la gente delega y se desliga, asumiendo un papel pasivo de rebaño que es llevado de las narices por las miserias primitivistas de personas que creyéndose líderes conducen al final a la satisfacción de sus propios intereses. Y para colmo, lo peor: muchos de estos líderes agoreros creen que su idea es la “única” que va a salvar a la sociedad, en una suerte de fanatismo ciego que permanentemente alimenta la ignorancia de la gente que los mantiene en la conducción. ¿No será el momento de darnos cuenta de que hay tantas opiniones como personas y que nos debemos una sociedad mejor, construida a partir de las diferencias y no a costa de ellas? Vemos cómo el fundamentalismo religioso lleva a cometer terribles atrocidades, pero no menos grave es el fundamentalismo político de derecha o izquierda, que ha llevado a distintas sociedades a dependencias demagógicas y enfermizas.

Deberíamos tomar conciencia y superar esta etapa de instintos primitivos, para significar la especie humana con las virtudes que la han destacado, por sobre las miserias del hambre, la pobreza, la violencia, la inequidad y las guerras, que mucho tienen que ver con la visión fundamentalista. Entre otras cosas, nos quedan pendientes las construcciones sociales más participativas y en consecuencia más representativas e inclusivas; construcciones sociales mejor formadas en la adquisición de conocimientos; construcciones sociales sustentables y con proyección de valores humanos virtuosos por sobre las miserias primitivistas. En síntesis, construcciones sociales que nos permitan oponernos a los estúpidos fundamentalistas, con inteligentes humanistas.

Jorge E. Graziano

DNI 8.108.553

“Se cree más en lo vulgar que en lo académico y esto denota fallas graves de un sistema de organización social que no fortalece en lo educativo, el pensamiento crítico”.

Jorge E. Graziano

DNI 8.108.553

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“Se cree más en lo vulgar que en lo académico y esto denota fallas graves de un sistema de organización social que no fortalece en lo educativo, el pensamiento crítico”.

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