La cipoleña que surcará el Atlántico a bordo de la Fragata Libertad

María Soledad Gallardo se graduó hace siete años en la Universidad del Salvador, en Buenos Aires, y luego de obtener su título regresó a la región para trabajar en una empresa familiar. Hace un año y medio se incorporó al plantel profesional de una reconocida firma frutícola que tiene sus oficinas en Guerrico. Sin embargo, la idea de profundizar lo que le dejó su carrera con una nueva experiencia que le permita abrir las puertas del mundo, era un objetivo que tenía pendiente.

Una convocatoria que le llegó vía e-mail del Departamento de Graduados de la Universidad del Salvador, fue el puente para ingresar a la Fragata Libertad. Es que en esta misión del buque escuela de la Armada, se decidió que además de los graduados de universidades públicas, también participen del viaje los profesionales que se recibieron en las universidades privadas del país.

Sin compartirlo con su círculo más íntimo, Soledad, que tiene 28 años, preparó su curriculum, su carta de presentación y se inscribió en la convocatoria de la Beca. “Lo hice sin muchas expectativas, sabía que no era algo fácil”, comentó. Algunos días después recibió otro e-mail en el que le comunicaron que no había sido seleccionada. Sin embargo, cuando menos lo esperaba, un llamado telefónico la dejó con un pie arriba del buque.

“La chica que había sido elegida se bajó y me llamaron porque yo había quedado en el segundo lugar. Me pasó lo mismo que hace diez años, cuando me fui de intercambio a Estados Unidos. En esa oportunidad, no había cupo, se bajó otra chica y me dijeron: preparate porque en dos meses te vas a otro país. Acá fue igual, acepté y también me llegó esa frase: preparate porque en dos semanas te subís a un barco”, comentó.

Con 61 oficiales alumnos a bordo, 14 de ellos mujeres, la Fragata Libertad navegará durante 196 días. En los puertos de Fortaleza (Brasil), Veracruz (México), Charleston y Miami (EE.UU.), Den Helder (Holanda), Wilhelmshaven (Alemania), Malmo (Suecia), Boulogne Sur Mer (Francia), Portsmouth (Reino Unido), Barcelona y Santa Cruz de Tenerife (España), Río de Janeiro (Brasil) y Montevideo (Uruguay).

Soledad tendrá un rol clave. “La idea es que yo pueda colaborar con todo lo que son las relaciones internacionales de la Fragata, que está declarada como embajadora de los mares y representa a la Argentina en cada lugar de destino. Como civil y profesional, mi misión será que en cada puerto podamos contactarnos con los jefes de Estado, coordinar las recepciones y ver qué podemos hacer en cada puerto. No es un dato menor que vayamos a Boulogne Sur Mer, donde San Martín es una figura muy importante para ese pueblo y para todos nosotros”, explicó.

Soledad dejó en Cipolletti a sus familiares, amigos y a su novio
–que se sorprendió con la decisión– que deberá hacer un esfuerzo y tal vez ir visitarla en algunos de los puertos para acortar la espera.

Antes de zarpar, acomodó sus pertenencias en el locker del espacio en el que duermen las tripulantes mujeres y posó en la Fragata con la camiseta del Club Cipolletti. Fotos de su familia, un collar con el árbol de la vida y dibujos de sus sobrinas, son algunas pertenencias que lleva a bordo para recordar a los suyos cuando el mar y las millas de incomunicación la pongan a prueba.

“Esto no estaba dentro de mis planes. Quiero que suceda o que tenga que suceder. Eso siempre me ha dado buenos resultados”.

María Soledad Gallardo, la joven cipoleña que viaja en el buque escuela.

Embarcados