Adiós a Roger Moore, el James Bond más irónico

El encantador y desenfadado astro de siete películas de James Bond y también protagonista de “El Santo”, falleció en Suiza a lo 89 años. Murió tras una breve batalla con un cáncer.

Pasó a la historia como el actor que durante más tiempo encarnó a James Bond pero, tras entregar su licencia para matar, sir Roger Moore se dedicó en cuerpo y alma a defender los derechos de los niños como embajador de Unicef. La única batalla que no pudo ganar fue la del cáncer.

Moore, que en octubre habría cumplido 90 años, falleció ayer en Suiza tras una “corta pero valiente” lucha contra la enfermedad, según dijeron sus tres hijos. Con todo, hasta el final de sus días mantuvo esa sonrisa pícara con la que conquistaba tanto a sus “chicas Bond” como a los fans que se acercaban a que les firmara sus libros.

Desde que en 1973 se metió en la piel del agente secreto 007 con “Vive y deja morir”, el nombre de Roger Moore estará siempre ligado al legendario espía británico, aunque el actor jamás en su vida pidiera un vodka martini “mezclado, no agitado”.

Su estilo sosegado y su sentido del absurdo, expresados principalmente al levantar la ceja, parecían poner de manifiesto el trasfondo ridículo de las películas de Bond.

“Para mí, las situaciones de Bond son tan ridículas, tan estrafalarias”, dijo una vez. “Quiero decir, se supone que este hombre es un espía y aun así, todo el mundo sabe que es un espía. Todos los camareros del mundo le ofrecen martinis agitados, no revueltos. ¿Qué clase de espía serio es reconocido donde quiera que va? Es extravagante. Así que hay que tratar el humor de un modo extravagante también”.

“La gente me sigue saludando como James Bond”, aseguraba a dpa en 2012.

Y no era para menos: entre principios de los 70’s y mediados de los 80’s lo encarnó en siete ocasiones -tantas como Sean Connery-, convirtiéndose en el “sex-symbol” de los servicios secretos de Su Majestad. No obstante, las amas de casa británicas hacía tiempo que habían caído rendidas ante sus encantos, pues en sus comienzos Moore trabajó como modelo.

Moore, que es el primero de los seis James Bond en dejar este mundo, no perdió jamás el sentido del humor a lo largo de sus 12 años como agente secreto. De hecho, sus detractores llegaron a afirmar que había corrompido un poco al auténtico personaje de la novela de Ian Fleming, más serio. Tenía 58 años cuando devolvió la licencia para matar. “Ese fue el punto más bajo de mi vida”, dijo al diario “The Guardian”. Pero no está muy claro que lo dijera en serio.

Nacido el 14 de octubre de 1927 en Stockwell, Londres, Moore había debutado en cine en 1945 como centurión en la película “César y Cleopatra” e, inmediatamente, contó con varias ofertas laborales a raíz de su aspecto de galán.

Cuando asumió el papel del 007 ya era recordado calurosamente por los seguidores de la popular serie estadounidense de las décadas de 1950 y 60 “Maverick”, como Beauregarde Maverick, el primo inglés de los hermanos Bret y Bart Maverick en el lejano oeste. También protagonizó en 1959 la serie norteamericana “The Alaskans”.

En 2007 fue reconocido con una estrella en el Paseo de la Fama ubicada en el 7007 Hollywood Boulevard, además de haber sido condecorado con la “Cruz Oficial de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania”, como “Caballero Comendador de la Orden del Imperio Británico” y como “Comendador de las Artes y las Letras”. Con todo, este hijo de un policía y una ama de casa no siempre tuvo demasiados motivos para sonreír. Entre otros problemas de salud, hizo frente a un cáncer de próstata y sufrió graves problemas cardíacos que provocaron que en una ocasión definiera el marcapasos como su posesión más preciada.

Inspirado por la actriz y ex vecina Audrey Hepburn, en su vida privada Moore llevaba tiempo dando prioridad a defender los derechos de los niños y de los animales como embajador de Unicef y activista de Peta. “Ojalá tuviera tanto éxito con mi trabajo para Unicef como con James Bond”, señaló Moore. “Demasiados niños siguen muriendo de enfermedades que son evitables”.

No obstante, los sets de rodaje siguieron siendo su hogar hasta el final. El recordado ladrón Simon Templar de la serie “El Santo” o lord Brett Sinclair de “Dos tipos audaces”, tenía varios proyectos pendientes, entre ellos “Summer Night, Winter Moon”, del ganador de un Oscar Xavier Koller, y las películas de animación “Astrid Silverlock” y “Trollhunters”.

Un flemático caballero inglés fue su 007, después de la etapa más viril del escocés Sean Connery.

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El Santo

Un ladrón elegante

“El Santo” (1962-1969) fue la serie con la que se hizo conocido en la Argentina. Interpretaba a Simon Templar, el enigmático héroe que ayuda a poner a bandidos adinerados en la cárcel mientras se fuga con sus fortunas. Cuando el programa terminó Roger Moore ya era un hombre rico.

Dos tipos audaces

Acción y comedia

En 1971 Roger Moore formó dupla junto a Tony Curtis en esta serie, otro emblema de las propuestas de acción, suspenso y aventuras, llena de humor. Ambos interpretaban a dos playboys que se reían de las diferencias entre británicos y estadounidenses.

Filmografía

1953: “El rata”-

1954: “La última vez que
vi París”.

1956: “Astucias de mujer”.

1973: “Vive y deja morir”.

1974: “El hombre de la
pistola de oro”.

1975: “Un toque de suerte”.

1976: “La espía que me amó”.

1978: “Gansos salvajes”.

1979: “Moonraker”.

1980: “Lobos marinos”.

1981: “Sólo para tus ojos”.

1983: “Octopussy”.

1984: “A cara descubierta”.

1985: “Panorama
para matar”.

“En búsqueda de
la ciudad perdida”.


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