Ejército brasileño satura Río de Janeiro para contener la violencia

Las Fuerzas Armadas brasileñas lanzaron ayer un nuevo megaoperativo contra bandas criminales en Río de Janeiro, como parte de una ofensiva general para afrontar la ola de violencia e inseguridad en la metrópoli sudamericana.

Unos 2.600 soldados participaron en la operación iniciada de forma sorpresa por en la mañana de ayer en varias favelas de Niteroi, un municipio de Río ubicado al otro lado de la Bahía de Guanabara, en la zona sureste de la ciudad.

El operativo tenía como objetivo la detención de al menos 26 personas, según el canal Globo News. La emisora mostró imágenes del fuerte despliegue militar y policial en los barrios de Niteroi.

El Gobierno de Michel Temer aprobó hace algunas semanas el uso extraordinario de los militares en la segunda ciudad más grande de Brasil y principal atractivo turístico del país, debido a la inseguridad pública.

Unos 8.500 soldados y otros 1.500 efectivos de tropas especiales participaron en los operativos, que deben durar hasta finales del próximo año en la metrópoli carioca.

Aunque Brasil aprobó en los últimos años varias veces el uso de las Fuerzas Armadas en Río, por ejemplo durante el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Las intervenciones previas duraron sólo algunas semanas.

Debido a la crisis económica y a la situación de bancarrota del estado de Río, en la ciudad se multiplican desde hace meses los reportes sobre un aumento de los enfrentamientos entre bandas criminales que controlan las favelas y las fuerzas de seguridad, así como de los asaltos, también en los barrios más acomodados.

Según cifras oficiales, en el estado de Río han muerto este año ya 97 policías en combates contra el crimen organizado o en ataques cuando fueron identificados como agentes mientras estaban fuera de servicio.

Si se mantiene ese ritmo, la muerte de policías “va en dirección a la preocupante marca de 200 casos en un año”, advirtió el diario “Folha de Sao Paulo”.

Según el periódico, el mayor número de muertes de agentes en Río se registró en 1994, con 227 efectivos abatidos, en una década especialmente convulsa en la metrópoli brasileña.

Las bandas que operan en las favelas, entre otras cosas, controlan el narcotráfico, incluyendo la salida de drogas desde la costa brasileña hacia Europa.

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