La UNC suma equipos para estudiar el efecto de los tóxicos en la salud

En la provincia de Neuquén hay científicos que están estudiando los efectos que producen sobre la salud los tóxicos utilizados en la región, por ejemplo, el impacto de la exposición a agroquímicos en mujeres embarazadas. Se trata del equipo del Centro de Investigaciones en Toxicología Ambiental y Agrobiotecnología del Comahue (Citaac) que habilitó la sala de Cultivos Celulares con nuevo equipamiento en el ámbito de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Lo que se analiza es cómo responden las células y los tejidos a plaguicidas, hidrocarburos, metales pesados, nanoparticulas, antibióticos.

Andrés Venturino, director del Citaac, explicó que adquirieron una cámara de flujo laminar, donada por el Instituto Provincial de Juegos del Azar de Neuquén, y una estufa de cultivo que obtuvieron a través de financiamiento propio. La cámara, precisó Venturino, “tiene una corriente de aire y un filtro especial que retiene todas las partículas y eso hace que se pueda trabajar en condiciones seguras en ese cuarto de cultivo.” La estufa, dijo, “le da la temperatura y las condiciones de oxígeno y de gas, de dióxido de carbono necesarias para que las células se desarrollen, sobre todo la atmósfera controlada.”

Las consecuencias

El equipamiento, aseguró el director, posibilita la utilización de “los cultivos celulares como una herramienta para ver la toxicidad de distintos contaminantes, sobre todo lo que son agroquímicos e hidrocarburos. Nos permite avanzar en los mecanismos que tienen de acción en el estudio de efectos que no son letales, pero que pueden a largo plazo generar toda una serie de consecuencias en un organismo: problemas de cáncer, de malformaciones, desarrollo anormal de tejidos que provendría de la exposición a este tipo de contaminantes.”

Agregó: “En particular nosotros estamos estudiando, en lo que es humanos, células provenientes de placenta, de código carcinoma, que es un tumor que se desarrolla en placenta, a partir de una línea celular que se fue manteniendo. Y por otro lado en los casos directamente de personas que uno puede hacer tomas de biopsias de distintos tipos de muestras. Por ejemplo hay un grupo dentro del laboratorio que trabaja con placenta humana, con placenta de parturientas de la región y estudia los efectos y las manifestaciones que tienen en embarazadas, en parturientas que viven en zonas de chacras y que han estado expuestas a plaguicidas, con otras parturientas que son de las zonas urbanas e hipotéticamente no expuestas. Este proyecto está a cargo de Natalia Guiñazú.”

El Citaac fue creado como centro de bipertenencia entre la UNCo y el Conicet sobre la base de dos unidades: el Laboratorio de Investigaciones Bioquímicas y Químicas del Medio Ambiente (Libiquima) de la facultad de Ingeniería y el Instituto de Biotecnología Agropecuaria del Comahue (Ibac) de la facultad de Ciencias Agrarias.

El dato

Prestarán servicios de alta complejidad

El director del Ciraac, Andrés Venturino, indicó que con el nuevo equipamiento se podrá determinar citotoxicidad en materiales como envases, cosméticos, alimentos y otros productos industriales.

“Tenemos estudios estandarizados de citotoxicidad (toxicidad en células) que nos permite ofrecer un tipo de servicio que no está disponible en el común de los laboratorios. Normalmente puede ser requerido como información para poder habilitar el uso de distintas sustancias, compuestos o preparados. Nos permite devolver a la sociedad del Valle una posibilidad de estudio en el área local”, afirmó.

Añadió: “Si el que lo solicita es una entidad del Estado, se hace un acuerdo para ver cómo se lleva adelante, qué cosas se requieren. Si es una empresa paga por un servicio, para cubrir los costos y el desarrollo tecnológico que está detrás.”