Conflicto en Neuquén por una familia que afirma ser atacada por la policía

El barrio Valentina Norte Rural de Neuquén vivió una noche de conflictos luego del enfrentamiento entre una familia y la policía.

Uno de los integrantes de la familia, Roberto “Socotroco” González contó anoche su hermana y su sobrino estaban mirando televisión en su casa del sector Los Hornitos cuando ingresaron uniformados y los golpearon.

Según declaró González a LU5, su sobrino recibió disparos de balas de goma en una pierna, por lo que lo acompañó al hospital Heller, pero en esos momentos, los vecinos comenzaron a cortar las calles “en repudio al accionar policial”.

La versión oficial es distinta. El coordinador de la zona oeste de la Dirección de Seguridad Henry Leppe manifestó que, a las 20.20, uniformados detenían a dos motociclistas, uno de ellos armado, frente a la casa de la familia González, cuando un grupo de 10 o 15 personas atacaron a los efectivos golpeándolos con una pala y piedras.

Leppe afirmó que los policías se vieron superados en número, por lo que uno de ellos usó la escopeta para disuadir el tumulto. En esa situación, hirió al sobrino de González, quien había golpeado con una pala a uno de los uniformados.

Por su parte, González explicó que él y su familia se sienten agredidos por el personal de la comisaría 18 porque declaró, en medios de comunicación, que comisarios de esa dependencia protegen a narcotraficantes, luego de que uno de sus primos fuera asesinado durante un fin de semana de mayo en el que hubo disparos y un incendio intencional por enfrentamientos entre una familia conocida como “los Yáñez” y “los paraguayos”.

“Nos están tirando a matar, quieren un muerto de la familia” lamentó González, quien afirmó que el martes fue atacado por un efectivo con un arma 9 milímetros.

El coordinador de seguridad relató que habló con “Socotroco” para tratar de llevar calma a esta situación y que se acordó con la empresa de colectivos que los ramales 12 y 14 partieran desde Genco y Crouzeilles por seguridad.

Cuatro disparos de un arma de fuego compatible con calibre 38 milímetros le quitaron la vida a Antonio Gabriel González García, de 38 años, durante la noche del domingo en el barrio Los Hornitos, en el oeste de la ciudad. El crimen fue parte de una escalada de violencia en el sector, que comenzó el día anterior con el incendio de una casilla. Los vecinos apuntaron hacía algunas familias conocidas como “los paraguayos”.

La tarde del domingo ya había dado algunos indicios de lo que podía ocurrir. Alrededor de las 15 se oyeron varias detonaciones de arma de fuego sobre la calle Pedro Genco al 5.500 y si bien no hubo heridos, la policía reforzó los patrullajes por ese sector.

Pero las medidas no alcanzaron, puesto que pasadas las 21 del mismo domingo personal de uno de esos patrulleros que reforzaba el barrio encontró a González García, tendido a un lado de la calle, todo ensangrentado. Pero nada se pudo hacer para salvarlo porque al llegar la ambulancia del hospital Heller hasta el lugar, el hombre ya había dado su último suspiro. Tenía cuatro heridas de arma de fuego, tres en el tórax y una en el cuello, mientras que en el omóplato tenía un quinto orificio, pero sería por donde salió uno de los proyectiles. La autopsia reveló que el arma utilizada sería de calibre 38.

“Lo quisieron correr”

A cuenta gotas la gente del barrio relató a “Río Negro” que en realidad González García no había tenido problemas previos, que recién se estaba asentando en el sector y por tener varios antecedentes policiales y judiciales, y mantener amistades con un grupo que tiene en jaque al barrio, lo quisieron correr del lugar y que el desenlace fue fatal.

Fuentes policiales dijeron que los incidentes previos se desarrollaron entre una familia conocida como “los Yáñez” y “los paraguayos”, quienes llegaron del vecino país hace algunos años y poco a poco poblaron la cuadra con viviendas de material, en una zona donde las construcciones predominantes son precarias.

Un vecino explicó que “el problema es que los Yáñez nos tienen cansados con los robos, no respetan nada y se habían ensañado con los paraguayos”.

Otra gente del barrio explicó que los Yáñez “tenían la casilla de aguantadero, guardaban todo lo que robaban. El sábado los paraguayos se cansaron y les quemaron todo”, explicaron y luego agregaron que “ayer a la noche -por el domingo- no sabemos quién se cruzó con este muchacho -González García-, que no tenía nada que ver pero que es amigo de los Yáñez, y lo mataron”, concluyeron.

“Tenía numerosos antecedentes penales”

El comisario inspector Julio Benavídez aseveró que Antonio Gabriel González García tenía numerosos antecedentes penales por delitos contra la propiedad y por riñas y contravenciones.

De acuerdo con los vecinos de Los Hornitos, por la sumatoria de antecedentes, amistades y sus vínculos familiares, el hombre no estaba bien visto por la gente del barrio y no querían que se asiente en ese lugar. Eso habría influido en el ataque que terminó con su vida.

El hombre fue asesinado de cuatro disparos que serían de calibre 38. Hacía poco que estaba tratando de instalarse en el barrio, donde viven amigos suyos que no tienen buen trato con los vecinos.