El aumento de la tarifa enfría la demanda de gas en los hogares

A pesar de las bajas temperaturas, los consumos residenciales disminuyeron en el primer semestre del año en Río Negro y Neuquén. De todos modos, a nivel nacional la caída fue mayor.

El incremento del precio del gas natural que llega por redes a los hogares y los anuncios de mayores ajustes hicieron que la demanda residencial cayera muy fuerte en todo el país en la primera mitad del año. En Río Negro y Neuquén, donde el frío se hizo sentir, el consumo disminuyó en menor medida que en el resto del país, pero por encima del conjunto de las provincias patagónicas.

La demanda de electricidad también se contrajo. En julio, en los hogares del país se consumió un 6% menos que en el mismo mes del año pasado. En reglas generales, las facturas de luz llegan desde el año pasado con incrementos sostenidos (ver aparte).

Camuzzi, la distribuidora de gas de la Patagonia, de La Pampa y del sur de la provincia de Buenos Aires, salió el mes pasado a aclarar que el incremento promedio de la tarifa de gas en el sur del país fue del 20%. Fue a raíz de las denuncias de incrementos desmedidos de las facturas en la Línea Sur y Bariloche.

El ministro de Energía de la Nación, que regula el precio del gas y el costo de su distribución, anunció que hacia fin de año las tarifas volverán a crecer, con un promedio del 40%.

En general, se trata de aumentos que van a financiar el incremento del precio del gas en boca de pozo, como medida para fomentar las inversiones en los yacimientos argentinos.

A nivel general, los consumos residenciales se redujeron entre enero y junio un 18,4% respecto del mismo período del año anterior. En Río Negro esa caída fue del 7,2% y en Neuquén, del 6%, según los datos que maneja el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).

Aunque la estadística llega hasta junio y no incluye el gélido julio, el frío que signó el invierno desde su inicio marcó el pulso del consumo. La capacidad de ahorro tiene como umbral la necesidad de calefaccionarse.

En Tierra del Fuego, por caso, casi no hubo caída en el consumo (sólo el 1,9%).

A pesar de que en la mayoría de los hogares del país el gas llegó con aumento, en la Patagonia el valor de una tarifa con tope y el impacto del subsidio siguen amortiguando el golpe al bolsillo, que sí se siente en las boletas de electricidad.

La defensora del Pueblo de Bariloche, Beatriz Oñate, que recibió las quejas de usuarios con incrementos exponenciales, explicó que siguen “trabajando con algunos reclamos. En principio pareciera ser que está bien liquidado. No son tantos los casos que tienen aumentos desproporcionados. Mandé a que se hiciera la revisión correspondiente. Son aumentos aplicados de acuerdo con la normativa”, dijo.

Las garrafas

Para los que no tienen gas natural por redes, las fuentes de energía son mucho más caras. La electricidad, la leña y las garrafas, como sustituto para calefaccionar o cocinar, tienen costos muy altos.

En Bariloche la demanda de gas licuado de petróleo (GLP) envasado atraviesa las clases sociales: se usa en los barrios del Alto que no tienen el servicio y en los edificios nuevos que no pueden conectarse a la red porque la capacidad de transporte de los gasoductos quedó chica para la demanda.

Hay garrafas con tarifa social pero se trata de un producto desregulado: una de 10 kilos puede costar entre 97 y 260 pesos.

Magnitud

Cómo se ahorra cuando el calor es indispensable

“Tengo seis calefactores, cocina y termotanque. Más que pensar en ahorrar tratamos de ser conscientes y bajo todo a mínimo”, cuenta Mónica Sarries, una barilochense que paga 600 pesos por bimestre de gas.

El truco –dice– es, si se puede, no bajar al mínimo, sino dejar sólo el piloto de los calefactores encendidos cuando van a pasar varias horas sin regresar a casa.

“Sé de gente que utiliza gas envasado y gastan hasta 3.000 pesos por mes, cuidándose. Por eso me genera dudas quién subsidia a quién”, razona.

Es el caso de Tamara Armoa, que no recibe gas natural por red en su casa, sabe que el presupuesto en garrafas arruina cualquier economía familiar.

“Antes teníamos calefactores y cocinas a garrafa y gastaba entre 5 y 6 por semana. Y en esa época estaban a 120 pesos cada una”, explica Tamara.

El sucedáneo del gas envasado es la leña, que le cuesta 900 pesos por metro cúbico. La garrafa es sólo para cocinar, y así le rinde dos semanas.

Pero lo que le preocupa ahora a Tamara es el precio de la electricidad, que pasó de 160 pesos por mes a 2.800.

Ingrid Alvarado, del barrio Las Quintas, tiene el costo del gas incluido en el alquiler, cuyo valor sube conforme aumenta la tarifa y se mueve la aguja del medidor.

“Dijo el propietario que llegó una boleta abultada de gas. No estoy en todo el día. De todos modos, dejo los calefactores al mínimo y me compré un acolchado grueso para pasar la noche”, cuenta.

No es para menos. De un mes a otro, el alquiler le aumentó 1.000 pesos.

“Sé de gente que utiliza gas envasado y gasta hasta 3.000 pesos por mes. Por eso me genera dudas quién subsidia a quién”.

Mónica Sarries, una barilochense que ahorra para pagar menos.

Intendentes de la Línea Sur le llevaron sus quejas a Aranguren

La electricidad sufre el impacto del costo mayorista

El precio mayorista de la electricidad que se traslada, con impacto diluido, a las facturas de todos los usuarios del país, aumentó un 74% en los últimos 12 meses, según el Informe Trimestral de Coyuntura Energética del ministerio de Energía de la Nación.

La tarifa final que se paga en los hogares de nuestro país se integra con tres grandes componentes: el costo de abastecimiento (generación y transporte, que son precisamente el precio mayorista), el valor agregado de distribución (la porción que recaudan Edersa, CALF, la CEB o el EPEN) y las tasas e impuestos provinciales y nacionales.

Hace años que el precio que se traslada a las facturas no refleja el verdadero costo de generación. La diferencia se cubre con subsidio estatal.

El aumento del valor mayorista habría permitido reducir una cantidad proporcional de esos subsidios si no fuera porque el costo de abastecimiento también fue creciendo, especialmente en el primer año de gobierno de Mauricio Macri.

Hoy el costo medio de generación es de 1.429,8 pesos por megavatio hora (MWh) y el precio estacional trasladado a las boletas finales, de 576. Como se ve, menos de la mitad.

Este aumento del 74% es el que hizo que el precio final de la electricidad se disparara este año en proporciones mayores a la del gas. Y la idea del ministerio de Energía es mantener el sendero de precios hacia arriba, una decisión que ya se anunció que se tomará en unos meses.

El GNC también

se retrae

El consumo de gas natural comprimido (GNC) para vehículos también se retrajo, de la mano de un aumento sostenido del metro cúbico en los surtidores.

En todo el país la caída fue del 10% en el segundo trimestre del año, según el Informe de Coyuntura Energética del ministerio que conduce Juan José Aranguren.

No hay, en este caso, datos homogéneos del Enargas para saber cómo se comportó el mercado del GNC en la región.

En cambio, en el trimestre se vendió un 9,4% más de naftas, contra la caída del 6% en el gasoil.

Los precios de la nafta súper aumentó un 7,3%, pero en dólares bajó un 5,8%.

es el número total de usuarios que tiene nuestro país, entre hogares, comercios, industrias y centrales eléctricas.

8.691.952

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Datos

335.417
usuarios residenciales atiende Camuzzi en las ciudades de Río Negro y Neuquén, 2,07% más que un año antes.
22,7%
cayó el consumo residencial de gas en todo el país en el segundo trimestre del año.
10,2%
menos de gas demandó el sector comercial de nuestro país entre abril, mayo y junio de este año, según los datos del Ministerio de Energía.
“Sé de gente que utiliza gas envasado y gasta hasta 3.000 pesos por mes. Por eso me genera dudas quién subsidia a quién”.
Los aumentos del gas que se vieron reflejados en las ultimas facturas generaron numerosas quejas y mucha preocupación en pobladores de la Región Sur donde, en algunos casos superaron el 500%. El caso fue expuesto ante el gobierno nacional.
Si bien se registró un leve incremento en el consumo, el aumento en el precio fue un golpe fuerte a la economía de muchas familias. En algunos casos, usuarios que entre junio y julio de 2016 consumieron 2.100 metros cúbicos, pagaron alrededor de 600 pesos. Este año con un consumo de 2.000, el valor que debieron afrontar superó los 2.500 pesos.
En la zona, varias localidades se abastecen de gasoductos y otras, a través de planta vaporizadoras que atiende la empresa Coopetel.
En estas últimas, los municipios fueron los receptores de las quejas y del pedido de intervención por parte de los usuarios. Varios intendentes le pidieron al ministro de Energía nacional, Juan José Aranguren, que revea los aumentos para los pobladores de esta zona.
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