Cinco intentos fallidos

NEUQUÉN (AN).- En cinco oportunidades los gobiernos municipales de los últimos once años anunciaron las obras de remodelación de la Torre Talero y en cinco oportunidades el proyecto no prosperó. En febrero de 2001, durante la primer intendencia de Horacio Quiroga, el entonces secretario de Cultura Oscar Smoljan anunciaba con toda estridencia el inicio de un cronograma de recitales en el predio de La Zagala, que permitiera “tentar a algún inversionista” para que dispusiera los 200.000 pesos que se necesitaban para las obras de refacción. Los conciertos se realizaron durante unos meses, el dinero no apareció. En 2004, en el marco de los festejos por el centenario de la capital, se ejecutaron trabajos para revertir los daños provocados por la humedad. Ese año, la intención del Ejecutivo era convertir a Torre Talero en una casa de exhibición de arquitectura y diseño. No sucedió. Tres años después al asumir la intendencia Martín Farizano, se suspendió el servicio de seguridad de la torre por más de seis meses. En ese período la casona quedó librada al vandalismo. En 2008, la huelga de hambre iniciada por la única nieta de Talero, Marta Talero, disparó un nuevo compromiso político para remodelar el emblemático edificio. Se contrataron especialistas de la Universidad Nacional del Comahue y se iniciaron estudios sobre el lugar. Pero nuevamente, la intención quedó en eso. En 2010, el Concejo Deliberante destinó por ordenanza 500.000 pesos para los arreglos. El dinero estuvo, las obras no.