la contaminación de los ríos

A partir del 2015 el gobierno provincial inició un plan especial de monitoreo de la calidad del agua en la zona de la Confluencia, aguas abajo de las presas de los ríos Neuquén y Limay. El estudio permitió no solo conocer dónde se ubica cada punto contaminante, sino también cuánto contaminan y cómo esa contaminación varía según los caudales.

La comparación de la situación de los ríos entre la campaña realizada en junio de 2016 y la elaborada en octubre y noviembre, permitió observar cómo en ambos ríos se encendieron, cual luces de alarmas, puntos rojos de contaminación extrema.

Pero hablar de contaminación en los ríos no es hablar de un nivel constante, de esa imagen que muchos pueden hacerse de un curso totalmente contaminado de inicio a fin. Sino que se trata de zonas acotadas, de no mucho más de 500 metros, en las que existen descargas de plantas cloacales o desagües, dado que a medida que las aguas corren va depurándose la contaminación.

Precisamente la excesivamente cargada capacidad de depuración de los ríos es la que evidencia cambios drásticos cuando los caudales disminuyen a niveles como los actuales.

El parámetro utilizado para hablar de contaminación o no, es cuando la muestra de bacterias fecales como es la escherichia coli, supera el máximo nivel permitido para considerar un agua apta para balneario, que es de 200 bacterias por cada 100 mililitros.

Se utilizan cuatro colores para identificar en cada uno de los puntos de muestreos la sanidad del agua, siendo el nivel óptimo el verde y corresponde a menos de 100 bacterias por cada 100 mililitros. El amarillo muestra un nivel de entre 100 y 1.000 bacterias, el anaranjado corresponde a una situación grave de entre 1.000 y 5.000, y el rojo evidencia cuando supera las 5.000 bacterias.

En el verde se ubicaban en el invierno pasado las muestras desde Arroyito hasta la planta cloacal de Senillosa, aguas abajo y hasta la planta de Plottier, gran parte de la ciudad de Neuquén hasta el brazo de los clubes y en el río Neuquén solo la zona que va desde Vista Alegre hasta aguas arriba de Centenario.

En el estudio de hace unos dos meses el “verde” solo se extendió en Vista Alegre y Parque Industrial y el área balnearia de Neuquén, ya que la zona ubicada aguas abajo de la salida de las cloacas de Plottier perdió esa condición, a la vez que los puntos rojos pasaron de ser solo uno a cuatro.

Este agravamiento de la contaminación se dio en coincidencia con la reducción del caudal de los ríos, ya que en el primer caso mientras el Neuquén tenía 311 m3/s y el Limay 765 m3/s, en el segundo se redujeron a 115 y 305 m3/s, respectivamente.

Los puntos rojos registrados en noviembre correspondieron en el río Neuquén a la salida del desagüe Centenario, que alcanzó niveles de hasta 12.000 bacterias e hizo que hasta 500 metros aguas abajo la contaminación siguiera en el máximo nivel.

Pero fue en el Limay que se ubicaron los otros tres puntos: el primero en Senillosa, correspondiendo a la planta de tratamiento de líquidos cloacales, el segundo al este de Plottier en donde se realiza la descarga de la planta de tratamiento de esa localidad, y el tercero en Neuquén en la zona de descarga de la planta cloacal Tronador y de los arroyos Durán y Villa María.

Los números

Hay contaminación cuando se detectan 200 bacterias por cada 100 mililitros. El nivel óptimo es de menos de 100 cada 100 mililitros. El rojo es de más de 5.000.

El agravamiento de los niveles coincidió cuando los caudales de los ríos bajaron sensiblemente: el Neuquén de 311 m3/s a 115 y el Limay de 765 a 305