Crecen las dudas con el nuevo estacionamiento medido

Las consultas de los usurarios son permanentes, en la calle y en las oficinas de la concesionaria del servicio.

Con correcciones de último momento y todo, los operadores técnicos del nuevo sistema de estacionamiento medido y pago en esta capital tuvieron más de 700 inscripciones de automovilistas que ya buscan asegurarse un ticket para cuando el servicio de control comience a regir.

A este procedimiento se agregó que cientos de propietarios de vehículos llenaron la casiila de correo de la Fundación Anyarc con consultas y formulando preguntas.

En la calle, la avidez por conocer el nuevo sistema ganó a las respuestas que pudieron brindar los puntos de ventas comerciales que antes habían celebrado un convenio con el anterior prestador. Ahora, deben formalizar uno nuevo.

DeViedma que ya se está haciendo un relevamiento sobre 25 comercios que expedían el ticket, a la vez que reconoció ante una consulta de este medio, que olvidaron entregar allí folletería necesaria como reclamaban algunas caras visibles de esos negocios.

En la mayoría de los locales céntricos, sólo se le pudo decir a los automovilistas desprevenidos que si bien estaban informados de los cambios, que “no vendemos más tarjetas” de estacionamiento.

En la oficina de Anyarc, donde varios automovilistas se acercaron a pedir asesoramiento, De Luca aclaró que el sistema no permite cargar créditos porque “todavía se encuentra en prueba” y recién abrirá la opción virtual “Billetera” para depositar crédito una vez que entre en vigencia el sistema en forma oficial.

A su entender, si a algún potencial cliente, el encuadre informático no se le permitió ingresar algún dato –como por caso número de patentes- es que “hubo un error de procedimiento (de quien pretendió inscribirse), pero no del sistema”.

En las céntricas esquinas de esta capital, los antiguos “tarjeteros” que ahora se les llama “rondines” también tuvieron que responder a gran cantidad de requerimientos.

Por caso, José Hueraman a quien los propietarios de vehículos lo habían despojado de la totalidad de la folletería, explicó los procedimientos a la perfección, y además tuvo que despejar dudas de Sandro Erxilapé, quien admitió que “va a costar adaptarse”.

Asimismo, éste último le transmitió una serie de dudas expresadas por compañeros de su oficina en el sentido de que se encontraban temerosos de dejar datos en una computadora sobre el número de tarjeta de crédito para que se le debite el importe de allí.

En ese sentido, Hueraman le aclaró que el trámite con el “plástico” se podía concretar en las oficinas de Anyarc, sin necesidad de volcar esos datos estratégicos a un sistema.


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