Roma: la Fontana, con poco público y controlado
El gobierno de Roma inició el plan piloto que por 80 días pondrá a prueba un sistema que busca limitar y ordenar el turismo en los alrededores de la Fontana de Trevi.
El método se conoce como “percorso controllato” (recorrido controlado) y consiste en un punto de entrada y otro de salida por los que los turistas deberán pasar para contemplar caminando la fuente construida entre 1732 y 1762.
De 9 a 24 no estará permitido pararse frente a la Fontana más que para tirar la clásica moneda y sacarse una foto.
El plan de la comuna capitalina había sido anunciado en mayo pasado por la alcaldesa Virginia Raggi, que también prohibió en las últimas semanas comer y beber frente a varios puntos centrales del turismo romano, incluida la fuente ícono de la ciudad, con multas de hasta 240 euros.
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