A 20 años de un robo a lo Far West en la estepa neuquina

En 1997 cuatro hombre emboscaron una camioneta del BPN en el tramo Zapala-Mariano Moreno, mataron a uno de sus ocupantes y escaparon con el dinero.

Fue en un abrir y cerrar de ojos. La camioneta F100 del Banco Provincia del Neuquén conducida por Juan del Carmen “Chiqui” Landaeta terminaba de bajar La Americana cuando se encontró de frente con un Renault 11 atravesado sobre la ruta, a la altura de Tres Piedras.

Se detuvo y una lluvia de balas que venían en todas direcciones los recibió. Landaeta cayó muerto en el acto mientras que Horacio Carro, el otro empleado bancario y Jorge Sambueza, el custodio policial fueron heridos pero se salvaron.

El audaz atraco se desarrolló hace poco más de dos décadas, el 7 de julio de 1997, pero aún hoy sigue generando dolor entre los familiares de las víctimas que transportaban desde Zapala a Mariano Moreno el dinero para pagar a empleados públicos y jubilados.

La banda que los atacó fue detenida por la policía y sus cuatro integrantes, Pedro Horacio Tillería, Gerardo Segundo Vallejos, Javier Horacio Sepúlveda y Jorge Alfredo Morales, fueron condenados a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado en concurso ideal con robo agravado por el uso de armas y lesiones graves.

Gran parte del botín, unos 85.000 pesos/ dólares de la época fueron recuperados.

Ese día Landaeta y Carro tuvieron que viajar a Mariano Moreno para pagar salarios. El blindado en el que habitualmente se cubría el trayecto de 20 kilómetros por la ruta provincial 14 estaba fuera de servicio por lo que tuvieron que utilizar una camioneta. Junto a ellos iba el cabo Sambueza.

Nunca se investigó como se filtró el dato del horario. Habitualmente lo cambiaban para despistar pero ese día los delincuentes tenían información precisa, es obvio que hubo una tarea de inteligencia previa”, contó un exintegrante del Poder Judicial que intervino en el caso

Poco antes de las 16, los dos empleados bancarios y el policía partieron llevando una caja de metal con 84.785 pesos. Manejaba Landaeta, Carro iba a su lado y en el asiento trasero el cabo Sambueza, con su arma reglamentaria y una Browning 2000. En Tres Piedras los esperaba la tragedia.

Los delincuentes atravesaron en la ruta un Renault 11 de color blanco. Dos de ellos simulaban estar verificando un problema mecánico y los dos restantes se apostaron sobre las grandes piedras, a la vera de la ruta. Para evitar un escape de la camioneta colocaron piedras en la banquina.

Cuando Landaeta los vio era demasiado tarde. Se detuvo y comenzó a una balacera infernal. Los tres ocupantes descendieron y trataron de ocultarse detrás del vehículo. Sambueza alcanzó a disparar tres veces su Browning mientras escapaba pero fue impactado en una pierna.

Landaeta, en un gesto desesperado por salvar su vida, tomó el arma del policía y quiso repeler el ataque pero no pudo ni sacar el seguro. Un proyectil de una pistola 11,25 le atravesó los pulmones y el corazón. Cayó muerto.

Los delincuentes se apoderaron de la caja y huyeron hacia Zapala en el Renault 11. En el camino pasaron el dinero a un bolso y fueron arrojando los pasamontañas que habían usaron.

En Zapala, Morales y Sepúlveda se quedaron con la mayor parte del botín y buscaron refugio en la casa de un familiar, en el barrio 582 viviendas. Tillería y Vallejos siguieron su viaje hacia Bariloche donde fueron detenidos, pocas horas más tarde.

El botín, en Neuquén

La detención de Morales y Sepúlveda se produjo al día siguiente del hecho en la capital neuquina. Ambos habían viajado desde Zapala en la noche del 7 de julio con la mayor parte del dinero.

Una ves en la capital de la provincia se contactaron con Gabriela Sepúlveda, hermana de Javier y concubina de Tillería, quien los ayudó a ocultar el botín. Esta mujer decidió llevar el dinero a la casa de una amiga de apellido Méndez. Esta persona abrió el bolso y al ver el contenido no dudó un instante en llamar a la policía.

Ahí se lograron recuperar 73.483 pesos de lo sustraído. En el juicio, Gabriela Sepúlveda fue condenada a un año de prisión por el delito de encubrimiento.

No apropiado para transportar caudales

La utilización de un vehículo no apropiado para el transporte de caudales fue motivo de fuertes críticas en aquella época.

Si bien el entonces presidente del BPN aclaró que la Ford F100 reunía las características necesarias para llevar dinero, desde el gremio de los bancarios hubo críticas y recriminaciones. Se apuntó no sólo a la endeblez de las medidas de seguridad que podía proporcionar una F100 sino también a la presencia de un solo custodio.

Desde aquel hecho sólo se utilizaron vehículos blindados para el traslado de dinero. Chiqui no era el encargado de participar en el traslado de dinero pero se ofreció para no demorar el pago de sueldos en Mariano Moreno.

Poco después de conmemorarse los 20 años del trágico asalto, finalmente Mariano Moreno pudo inaugurar la sucursal del BPN. Desde ahora los vecinos no deberán trasladarse a Zapala para realizar trámites o cobrar sus haberes.

En la localidad se analiza un proyecto que busca instaurar el nombre de Chiqui Landaeta a esta dependencia bancaria, en homenaje a quien ofrendó su vida en cumplimiento del trabajo.


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