A paso de hormiga
Entre los aprestos para las trascendentes legislativas de este año, el socialismo avanza sin pausa.
de domingo a domingo
Los prolijos socialistas de Hermes Binner, quien irá este año como cabeza de lista de diputados nacionales por Santa Fe, son como las hormigas: en la casa del Frente Amplio Progresista (FAP) que han conseguido levantar con mucho esfuerzo, trabajan en silencio y sin descanso para tratar de llegar a la Rosada en el 2015. Parten de una premisa, según desparrama por aquí y acullá Juan Carlos Zabalza, uno de los principales escuderos del moderado médico anestesista: el kirchnerismo está en todo su derecho de pretender una candidatura que le dé continuidad al actual proyecto político, pero es altamente improbable que la presidenta Cristina Fernández pueda acceder a la reelección indefinida. “Las demostraciones populares de fin del 2012, los pronunciamientos callejeros de la clase media y las masivas voluntades aglutinadas alrededor de la CGT de (Hugo) Moyano y la CTA de (Pablo) Micheli, más numerosas encuestas de opinión, son una valla insalvable para los cristinistas que todavía sueñan con la reforma constitucional”, dijo Zabalza en un alto de la reunión juvenil partidaria celebrada este sábado en las orillas del río Paraná. Es decir que, tachando de la competencia futura a Cristina, augura una suerte de polarización para dentro de tres años en la que el FAP estaría en el costado izquierdo del cuadrilátero y, en el derecho (vaya análisis intrépido), una vertiente del Justicialismo encabezada por Daniel Scioli, secundado nada menos que por el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri. Conociendo las ambiciones de estos dos dirigentes, resulta inimaginable proyectar un acuerdo electoral, aunque algunas mentes divagaron en tal sentido al verlos juntos la semana que pasó, inaugurando una planta de tratamiento de residuos en San Martín. Scioli y Macri se manifiestan amigos personales. Comparten un mismo estilo de diálogo y buenas ondas, pero hoy por hoy están embarcados en barcos distintos. El gobernador, con modos muy distintos a los de Cristina, no saca los pies del plato, en este caso K. Sin embargo, recibe a las cúpulas agropecuarias que tanta inquina provocan al kirchnerismo y anticipa que esta vez reclamará tener la voz cantante cuando deban conformarse las nóminas de legisladores provinciales. Macri, por su parte (de esto puede dar cuenta el empresario Francisco de Narváez), está encaprichado con ser el número uno. Excluyente. Algunos de sus colaboradores (no Jaime Durán Barba) lo instan a embarrarse ya mismo anunciando que será el timonel de la lista del PRO en la provincia de Buenos Aires. En ese caso, debería dejarle la posta en la ciudad a María Eugenia Vidal. “Es nuestra única carta ganadora”, recita el diputado Julián Obiglio. Hay muchos inconvenientes, pero uno en particular: ¿debe inclinarse Macri hacia sectores del radicalismo centrista o privilegiar su relación con el peronismo duhaldista? Incorporó en un área porteña estratégica a Silvana Giudici, de la UCR, y tienta al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, con ser el eje de un frente parlamentario que luego lo catapulte a la gobernación del primer estadio. Pero, paralelamente, no rechaza los trabajos en conjunto con exponentes justicialistas, en los que sobresale Gerónimo Venegas, hoy escolta de Hugo Moyano. Las alquimias para los comicios, a la orden del día. Por eso no sorprende que los socialistas de Binner machaquen, en su tesitura de fortalecer al FAP, con distintas variantes distritales en función de un programa. “No sirve de nada el amontonamiento”, expone Zabalza, quien reconoce las dificultades para crecer en la capital federal y en la provincia de Buenos Aires. “A veces no resulta muy positivo entablar innumerables conversaciones con sectores tan diferentes”, avisa. Binner, quien le acaba de proponer a la presidenta un entendimiento con empresarios y sindicalistas para contener, sin devaluar, el flagelo inflacionario, sostiene que el país ya no se banca ciertos desbordes autoritarios, el abuso de la cadena nacional de radio y televisión o el verticalismo a ultranza. En el FAP están convencidos que un 80% de los argentinos no habilitará ninguna reforma de la carta magna y se congratulan por la resistencia que opuso el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, a los embates contra la independencia del Poder Judicial. No obstante, en el conglomerado progresista vernáculo que gira alrededor de los decentes socialistas anida cierta ingenuidad, de la que sacan provecho los sagaces peronistas. Así, aceptan que lo que se inició como un evidente “acto de impericia”, en referencia a la retención de la fragata “Libertad” en Ghana por iniciativa de los “fondos buitre”, concluirá el próximo miércoles como un hecho de defensa de la soberanía, para adecuarlo “al relato nacional y popular”. En provecho, claro está, del gobierno
Arnaldo Paganetti arnaldopaganetti@rionegro.com.ar
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