Advierten que el peso de la deuda podría complicar el frente fiscal

Analistas del mercado coinciden en que la aceleración de la emisión de bonos en pesos podría afectar los planes de reducción del déficit que se negocia con el Fondo. Y además generar más inflación.

Frente a los efectos de la pandemia y el manejo fiscal por parte del Gobierno, analistas económicos y del mercado advirtieron que el aumento en el nivel de colocación de deuda en pesos podría llevar hacia el segundo trimestre del año a un agravamiento de la difícil situación del balance de las cuentas públicas, el cual no podría compensarse solamente con algunas reducción de partidas y aumento de impuestos.
La advertencia fue formulada por algunos especialistas que consideran que el futuro acuerdo con el FMI va a imponer un balance de las cuentas públicas mucho más estricto, aspecto que la gestión kirchnerista no está acostumbrada, ya que se debe recordar que desde principios de 2006 hasta 2015 no hubo revisiones del Fondo Monetario a la evolución de la economía argentina, no cumpliéndose de esa forma con el estatuto de la entidad.
Este año va a terminar con un déficit fiscal cercano al 7,5 por ciento, pero en el Ministerio de Economía insisten que el problema de la deuda se “solucionó” con la reestructuración con los privados, por medio de un acuerdo alcanzado en agosto.
“Los títulos de deuda que se están emitiendo son en pesos , no en dólares, como hizo el gobierno anterior, y se logró mejorar notablemente el perfil”, dijo uno de los principales funcionarios del gabinete del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Si bien el perfil de emitir en pesos puede verse como un alternativa más positiva hacia el largo plazo, está claro que con la aceleración actual de emisiones de deuda la concentración de vencimientos a partir de marzo va a generar nuevamente un “torniquete” en el frente fiscal, sumado a las elevadas tasas que se pagan para este tipo de licitaciones.
De hecho, el Gobierno tiene vencimientos importantes con los acreedores privados en dólares hasta dentro de tres años, pero el desequilibrio fiscal hizo que la deuda en pesos en este año ya haya trepado a un 18 por ciento del PBI.

“La aceleración en la colocación de deuda que se observa en este momento le quita gran capacidad de financiamiento al mercado local”.

Fausto Spotorno
Economista


En ese sentido, el analista del mercado, Christian Buteler, no dudó en considerar que “tal como va el nivel de colocaciones de bonos vamos a tener problemas en el próximo año”. “El panorama es realmente de temer, porque con las tasas y los plazos que se está financiado el Estado en este momento hace que el horizonte no sea sostenible en el tiempo”, recalcó.
En ese sentido el especialista advirtió que el Gobierno está pagando tasas de orden del 38 al 40 %o anual, “con lo cual está convalidando una inflación más alta y eso podría afectar la precaria estabilidad cambiaria que tenemos en poco tiempo”.
“Esto tal como está no es sostenible en el corto plazo, y por lo tanto se están dando una señal que se va a necesitar una alta inflación para que la deuda sea licuada por el costo de vida”, remarcó Buteler.
Buteler señaló que con una estimación sobre una inflación que este año va terminar globalmente en un nivel de 37 al 38 por ciento es inviable pagar menos tasa de lo que está abonando ahora el Estado. “Si se trabajara sobre el gasto público, la cosa sería distinta. Disminuyendo el gasto el déficit va a bajar y eso permitiría conseguir una mejora en la tasa de interés”, agregó el consultor.

“Esto tal como está no es sostenible en el corto plazo. Se está dando una señal que se va a necesitar una alta inflación para que la deuda sea licuada”.

Christian Buteler
Analista financiero

En una sintonía similar, el economista y consultor Camilo Tiscornia resaltó que “el problema de fondo sigue siendo el elevado déficit fiscal, que creció para atender la pandemia, pero también había aumentado antes del Covid”.
“Lo que va a provocar este tipo de endeudamiento es incremento inflacionario, ya que es factible que parte de los vencimientos y del déficit acumulado se cubran con mayor emisión monetaria, lo cual impacta de lleno sobre el costo de vida”, dijo.
Desde la consultora Orlando Ferreres también hacen la advertencia sobre el aumento de la deuda en pesos con un déficit fiscal muy elevado y sin dar señales de mayor austeridad que la reducción del gasto en cuanto a los planes implementados por la pandemia y reducción de determinados subsidios.
“Aquí el problema grave que tenemos es que mientras no se hacen las reformas necesarias para asegurar un balance fiscal más equilibrado en el Estado argentino, se recurre o a la emisión monetaria y a la colcoación de deuda. El tema de la aceleración en la colocación de deuda que se está observando en este momento le quita gran capacidad de financiamiento al mercado local”, resaltó Fausto Spotorno, economista de la consultora.
El especialista agregó que “el sistema financiero argentino participa en un 20 por ciento del PBI, cuando en casi todos los países de la región el mínimo es el 50 por ciento”. “Por lo tanto, al colocar más deuda, pagando más tasa, lo que está haciendo es generando las condiciones para una mayor inflación para el próximo año e incluso podría crecer la desconfianza y la vuelta de muchos ahorristas e inversores por el dólar”, concluyó Spotorno.


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